Ciudadanos se la juega a vida o muerte en tan sólo un mes

Las elecciones catalanas han precipitado el intento de salvación del partido naranja

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Jordi Cañas, Anna Grau y Carlos Carrizosa esta mañana

Barcelona¿Se acerca la fecha de fallecimiento de Ciudadanos? ¿O quizás los comicios en el Parlament serán el revulsivo que lleva tiempo reivindicando el partido, pero que ninguna encuesta pronostica? Se encadenarán en un solo mes de diferencia las elecciones catalanas del 12 de mayo y las europeas del 9 de junio. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dado la vuelta a las previsiones que dibujaba el partido porque no se esperaba la batalla en Catalunya hasta el 2025, pero no ha cambiado sus prioridades. Desde hace meses la formación ha situado a Europa y Cataluña como principales objetivos para reponerse e impulsar un proyecto "de centro liberal y no nacionalista" y lo ratificó en su Consejo General de principios de marzo. A estas alturas, está fuertemente tocado desde el descalabro del 2019 y la práctica desaparición del mostrador político en el 2023, con un reducto en Catalunya de seis diputados, un diputado en el País Vasco –que perderán en abril porque no concurren a las elecciones– y otro representante en Castilla y León, aunque abandonó el partido.

Las decisiones sobre la refundación se han interrumpido con el movimiento de Aragonès a raíz del fracaso de los presupuestos, que les ha cogido a contrapié. Lo reconoció el presidente del grupo parlamentario en la rueda de prensa de este miércoles. Carlos Carrizosa es, en todo caso, la única opción para encabezar la lista a menos que la dirección logre captar a un independiente de renombre o convenza a un PP al alza de que se presenten juntos en un "frente constitucionalista amplio, transversal e lusionante".

El entendimiento con los populares es el que se está abordando en negociaciones abiertas desde hace días. Según fuentes del PP, la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, y el líder de Cs, Adrián Vázquez, ya estaban hablando para las elecciones europeas desde hacía días y desde este miércoles abordaron la contienda catalana, que está " en una fase inicial", pero el acuerdo es "cuestión de días". Esto es lo que explica que el PP no haya confirmado todavía a Alejandro Fernández como cabeza de lista porque están hablando para ensanchar el ámbito de partido, aunque no sería "en ningún caso" una coalición: se mantendrían las siglas del PP y sólo se integrarían nombres de Cs. Fuentes populares argumentan que, pese a que el impacto en escaños pueda ser relativo, sería destacable el impacto cualitativo de incorporar al PP el "legado histórico" del partido taronja.

Sin embargo, esto no sería una lista única entre iguales. Los populares han descartado en numerosas ocasiones esta iniciativa al ver el declive de la formación que busca la alianza. A diferencia de lo que el ex líder del PP Pablo Casado intentó en el 2019 con el intento fallido de Catalunya Suma –y España Suma–, cuando Cs estaba en pleno crecimiento de la mano de Albert Rivera, desde entonces no se ha probado en ninguna lista unitaria similar por parte de los populares.

Para relanzarse, los "liberales" se aferran al espíritu de victoria que lograron en el 2017, a la suma con el PP ya la batalla contra el nacionalismo. Fuentes de la formación insisten en que no solo aspiran a recoger votos del centroderecha, sino que se ponen como objetivo recuperar a parte de los votantes que fueron a parar al PSC, que también tiene entre ceja y ceja al PP e incluso a Vox. La amnistía y el desconcierto que consideran que ha causado entre parte de la base socialista quiere ser aprovechada para captar adeptos en este sector, precisamente como en sus orígenes.

Caída sin frenos

Desde 2019 que Ciutadans está en caída y sin frenos. Han pasado de 57 diputados en el Congreso a jefe y de formar parte de gobiernos autonómicos a no tener representación en ninguna parte excepto en Catalunya –con seis diputados– y uno en el País Vasco –gracias a una coalición con el PP del 2020–. De hecho, las elecciones autonómicas y municipales del 28-M fueron una señal de la mala salud de la formación, desapareciendo del mapa en las localidades catalanas, donde sólo sacó a diez concejales. Es más, no se han presentado en tres elecciones consecutivas –las estatales del 23-J, las forales vascas de mayo y ahora en los comicios autonómicos vascos tampoco lo harán–. El golpe de efecto sólo podría venir de Cataluña y Europa y los presagios no parecen ser positivos para la formación.

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