Terremoto en Puigcerdá: la primera moción de censura en una capital de comarca
ERC recupera la alcaldía después de 14 años de gobiernos convergentes
Lo que debía ser un relevo amistoso en la alcaldía de Puigcerdà ha acabado con una inesperada moción de censura. Junts (4) y Futur (4), una formación independiente vinculada al espacio posconvergente, llegaron a un acuerdo de gobierno en el 2023 para repartirse la alcaldía, pero en junio los junteros les informaron de que rompían el entendimiento. Ante la ruptura, ERC (5) presentó una moción de censura que saldrá adelante este lunes con el apoyo de dos concejales de Futur, que han decidido secundarla para evitar la parálisis de la villa ceretana. De esta forma, Junts pierde la última capital de comarca del Pirineo que tenía y ERC recupera una alcaldía que no ostentaba desde el 2011. Lo hará con Joan Manel Serra a la cabeza.
¿Pero cómo se ha llegado a esta situación? El hasta ahora alcalde, Jordi Gassió, niega que pretendiera continuar en el cargo (incumpliendo el pacto que tenían con Futur) y que su intención era convocar un pleno extraordinario para hacer efectivo el relevo el 7 de julio. Ahora bien, su problema era que la militancia de Junts en Puigcerdà no quería apoyar a Armengol como alcalde y, consecuentemente, bailaba el apoyo de los concejales junteros al relevo. El alcalde lo admite: "Tanto en abril como en junio les dijimos que no tendrían la alcaldía porque mi grupo y buena parte de la militancia no querían que su cabeza de lista, Francesc Armengol, fuera el alcalde".
De hecho, Junts a Puigcerdà implosionó por este tema, hasta el punto de que ahora está en manos de una gestora desde febrero. Tal y como explicó el ARA, la asamblea de militantes se rebeló contra Gassió negándose a escogerlo de nuevo como presidente de Junts en la ciudad, ya que se enteraron de que había un pacto cocinado desde la dirección nacional pilotada por Jordi Turull para realizar Armengol alcalde. De hecho, el terremoto incluso acabó con Gassió echando a un concejal de la ciudad, Jordi Palomino, por haberse negado a apoyarle. La pérdida de confianza fue su argumento.
Los recelos con Armengol, uno de los empresarios más importantes de la comarca, venían desde el inicio del mandato porque intentó ser el cabeza de lista de Junts y al no conseguirlo, creó su propio partido. "En campaña dijimos que no pactaríamos con él porque lo vivimos como una traición que dividía el voto, pero no pudimos llegar a un entendimiento con ERC y nos vimos obligados a pactar", dicen fuentes locales de Junts. El rechazo de Armengol a urbanizar el sector de la Pedragosa porque implicaba la construcción de una gasolinera que podía hacerle la competencia –él es el propietario de la gasolinera de Puigcerdà– y la multa que recibió en octubre por haber hecho obras sin el permiso precisamente a su gasolinera acabaron de laminar la confianza de los junteros. Palomino ha sido uno de los más activos en la denuncia y este lunes también ha votado a favor de la moción, pero no ha concretado si va a entrar en el gobierno. Armengol lamentó en el pleno que se haya "estructurado" un relato en contra de su persona cuando, añadió, no se pudo demostrar "que esto sea verdad".
Negociaciones a tres bandas
Gassió, viendo las reticencias dentro de Junts de hacer Armengol alcalde, sondeó a Esquerra para que su partido mantuviera la alcaldía, tal y como reconoce el propio alcalde. Ahora bien, esto hizo que Futur moviera ficha para no quedarse fuera del gobierno y que se aveniera finalmente en una moción de censura con los republicanos. "Es una decisión pactada entre nuestro grupo", deja claro Armengol para negar divergencias a su formación. Lo confirma Celso Llombart, uno de los dos ediles de Futuro que secunda la moción: "Armengol nos ha dado libertad y lo hacemos para detener la parálisis pensando en Puigcerdà".
El nuevo alcalde de Puigcerdà, el republicano Joan Manel Serra, admite que Gassió se ha puesto en contacto con su formación estos últimos días, pero que cada reunión que celebraban "ponía el listón más alto". Los republicanos, pese a la mala relación entre Junts y Armengol, presentaron la moción para evitar una reconciliación entre junteros y Futur a última hora. "Temíamos que se pusieran de acuerdo y para evitarlo, presentamos la moción", dijeron.
Con este desenlace, el hasta ahora alcalde Jordi Gassió no esconde que se consuma el estropicio del espacio postconvergente en Puigcerdà. La formación, bajo control de una gestora, está capitaneada por el alcalde de Ger y diputado en el Parlament, Alfons Casamajó, por imposición de la dirección nacional y con una incertidumbre total a dos años de las municipales de las que puede ser su futuro cabeza de lista. "Mi carrera política ya ha terminado", dice resignado Gassió. Antes de ceder la vara de alcalde, Gassió ha anunciado que deja al ayuntamiento ceretano.