Barcelona

ERC aplaza la decisión sobre el pacto con Collboni

Los republicanos suspenden el congreso porque la militancia no cabía en el recinto que le acogía

Elisenda Alamany antes de entrar en el congreso de ERC en Barcelona

BarcelonaDebía ser un debate largo, pero finalmente duró poco más de 20 minutos. El congreso que la federación de Esquerra en Barcelona debía celebrar este jueves para decidir si los republicanos entran a formar parte del gobierno de Jaume Collboni ha tenido que aplazarse. ¿El motivo? Que el emplazamiento escogido para realizar el debate se ha quedado pequeño. Pese a que la cifra de militantes de Esquerra en la capital catalana roza el millar de personas, el partido había convocado las bases a uno de los debates más trascendentes de la federación en un auditorio con capacidad para algo más de 200 personas. ¿Resultado? Aforo desbordado, militantes sin poder acceder al recinto y congreso suspendido.

"La asistencia excede el aforo del lugar previsto y hay que garantizar los derechos de toda la militancia a participar en este proceso congresual", confirmó el partido en un lacónico comunicado cuando el desastre ya era inevitable. Ahora la dirección buscará un "nuevo emplazamiento que garantice el derecho a la participación de la militancia" y donde se pueda realizar el debate "pronto". Sin embargo, el aplazamiento hace saltar por los aires el calendario previsto en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​donde si las bases de ERC ratificaban el acuerdo –y dado por supuesto el aval de las socialistas– estaba todo preparado para presentar el nuevo gobierno domingo.

El aplazamiento del congreso dilata la resolución de un debate que ha sacudido a ERC en las últimas horas. Una vez pasado el ciclo electoral del 12-M y el 9-J, la dirección de la federación de Barcelona reactivó el acuerdo que llevaba semanas el grupo municipal que lidera Elisenda Alamany tenía apalabrado con los socialistas en el Ayuntamiento y va acelerar los tiempos para validarlo. El martes el partido celebró una ejecutiva maratoniana, de casi cuatro horas, para abordar si era el momento de tomar esta decisión y cómo consultar a la militancia.

La conclusión fue convocar un congreso al Orfeó Martinenc con tan sólo dos días de margen para que la militancia decidiera si avalaba el acuerdo que la presidenta de la federación de Barcelona, ​​Eva Baró, y también el concejal Jordi Coronas presentaron en rueda de prensa el miércoles, pero del que aún debían darse los detalles durante el debate de este jueves. Unas prisas que habían generado malestar entre parte de la militancia, pero también entre cuadros de la formación, que cuestionaban convocar un congreso con tan poca antelación y en un recinto pequeño.

Joan Ignasi Elena en la cola para entrar en el congreso de ERC en Barcelona
Ernest Maragall fuera del Orfeó Martinenc

División interna

Ahora, pues, habrá que esperar a que la federación de Barcelona encuentre una nueva fecha y un nuevo emplazamiento para celebrar el congreso que debe responder a la siguiente pregunta: ¿los cinco concejales de ERC en la capital catalana deben entrar en el gobierno de Jaume Collboni? El preacuerdo con los socialistas les da dos tenencias de alcaldía –turismo y derechos sociales– además de competencias en aspectos como lengua, promoción económica o calidad urbana y, tal y como avanzó el ARA, la gestión de los distritos de Gràcia, Horta-Guinardó y Les Corts.

Aunque la cúpula de la federación y el grupo municipal en pleno defienden el pacto, también hay voces contrarias a la posibilidad de pactar con los socialistas, sobre todo ahora que se está dirimiendo también la investidura del próximo presidente de la Generalidad. Por el momento, desde la cúpula de Esquerra han querido desvincular el acuerdo con el PSC en Barcelona de las negociaciones que el partido debe abrir con los socialistas de cara a una posible investidura de Salvador Illa. Lo defendía este jueves por la mañana la portavoz del partido y vicepresidenta del Parlament, Raquel Sans, en TV3. Ahora bien, es inevitable establecer paralelismos entre una y otra situación. Precisamente, el hecho de que la dirección de la federación de Barcelona haya decidido acelerar este debate ha generado malestar entre algunos miembros de la cúpula de Esquerra porque entienden que puede suponer presión para investir al candidato socialista en la Generalitat.

La decisión de la militancia deberá validarla la ejecutiva nacional. Según varias fuentes consultadas, es poco probable que este órgano tumbe el veredicto de los afiliados barceloneses, ya que el filtro de la ejecutiva es más bien un trámite. También es cierto que hay diferentes cuadros dentro de este órgano que se oponen a entrar en el gobierno del consistorio barcelonés.

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