ERC y la CUP dan margen a la mesa de diálogo hasta la primera mitad del 2023

Si la mesa de negociación no da los resultados esperados, se abrirá un "nuevo embate democrático"

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Riera y Reguant hablando con Aragonès al final de la  conferencia que la CUP hizo el pasado miércoles.

BarcelonaEl ecuador de la legislatura marcará un antes y un después. El lunes el vicepresidente en funciones de presidente, Pere Aragonès, anunció al ARA que ha pactado con la CUP someterse a una cuestión de confianza a medio mandato. Y, este martes, los cuperos han hecho público todos los pactos del preacuerdo, que guardan un papel clave también para el año 2023: se decidirá entonces si se continúa la apuesta por la mesa de diálogo o se abre "un nuevo embate democrático". Esto significa que, según el preacuerdo entre cuperos y republicanos, la mesa de negociación tendrá un margen, como mínimo, de dos años de vida y, pasado este tiempo, se consensuará si se mantiene porque está dando sus frutos o se estudiará otra vía de resolución del conflicto.

De hecho, la CUP da el visto bueno desde "la crítica y el escepticismo" y no participará hasta que se hable del derecho a la autodeterminación y la amnistía. Por su parte, ERC sigue con la apuesta de explorar "al máximo un proceso de negociación con el Estado". Ahora bien, aparte de tener una vida limitada sobre el papel, la mesa de diálogo también estará sujeta a un proceso de revisión constante, que en el preacuerdo se define como "rendición de cuentas". Este proceso será protagonizado por los partidos y entidades independentistas, que se reunirán en "un espacio de debate estratégico", una figura que representa el principal obstáculo en las negociaciones entre JxCat y ERC -el partido de Carles Puigdemont quiere que la dirección colegiada sea el Consell per la República y los republicanos optan por crear un nuevo órgano-. Sea como sea, la fecha clave será la primera mitad del año 2023. Según el preacuerdo, entonces se analizará la utilidad "del proceso de negociación" y se "decidirá cuáles serán los pasos siguientes a seguir, incluida la eventual finalización" de la mesa. Cuperos y republicanos, sin embargo, ya marcan cuáles son los dos objetivos que tiene que lograr: la autodeterminación y la amnistía.

¿Cuál es el siguiente paso si la mesa de diálogo no dóna los resultados esperados? Un nuevo embate democrático. Sin precisar cómo será, los dos partidos lo supeditan todo a las conclusiones que pueda tomar entonces el órgano estratégico del independentismo. Eso sí, delimitan el tiempo, será "durante esta legislatura", y defienden la que para cuperos y republicanos es la vía preferente: "un referéndum de autodeterminación".

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