El juez retira el pasaporte a la expresidenta de Adif y el ex director de Carreteras por el caso Cerdán

MadridLas derivadas de la investigación del caso nombrado en un primer momento Koldo, para pasar a ser Ábalos y finalmente Cerdán, van más allá de sus tres protagonistas. Aparte de la rama principal instruida en el Tribunal Supremo, el caso tiene otra, de secundaria, en la Audiencia Nacional en la que se pone en el punto de mira a dos ex altos cargos vinculados al ministerio de Transportes que encabezaba José Luis Ábalos y que habrían prestado asistencia a los líderes de la trama para conseguir que las empresas pagaban. Se trata de la expresidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, y del ex director de Carreteras, Javier Herrero, quienes han declarado este lunes como investigados ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. Tras los interrogatorios, que han durado alrededor de una hora cada uno y que se han hecho de forma consecutiva, Moreno ha concluido que existen "motivos suficientes" para atribuirles los delitos de organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. Ante esto, el juez ha acordado retirarles el pasaporte y prohibirles salir de España, tal y como había solicitado la Fiscalía Anticorrupción.

Ahora bien, la estrategia tanto de Pardo de Vera como de Herrero ha sido negarlo todo. En respuesta tanto a la Fiscalía como a sus defensas –no contestaron a las acusaciones populares representadas por el abogado del PP–, ambos se desvincularon de las presuntas irregularidades y aseguraron que sus contactos con el ministro Ábalos y su exasesor, Koldo García, se circunscribían a una gestión administrativa. En los autos emitidos tras los interrogatorios, en cambio, Moreno sostiene que los dos ex altos cargos "hubieron participado en la presunta comisión de irregularidades en la adjudicación de contratos de obra pública en el ministerio de Transportes favoreciendo, de forma recurrente, a petición de Koldo García, a diferentes constructoras para la obtención presuntamente fraude. Las pujas en el punto de mira de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil fueron justamente concedidas por Adif y por la dirección general de Carreteras.

Aparte de esa conexión evidente con las adjudicaciones bajo sospecha por el cargo que tenían, el juez también se sustenta en mensajes que intercambiaron Pardo de Vera y Herrero con Koldo en los que hablaban de algunas de estas pujas y en las grabaciones de conversaciones entre Ábalos y su exasesor en las que se exponen. En un comunicado enviado a Efe posterior al interrogatorio, la expresidenta de Adif aseguró que ninguno de los mensajes que le envió Koldo "tuvo efectos" en los procedimientos de contratación del ente que gestiona la infraestructura ferroviaria y defendió que se realizaron "con todas las garantías técnicas y legales". Fuentes jurídicas presentes en la declaración relataron que Pardo de Vera dijo al juez que incluso se quejó de Koldo a Ábalos porque era muy insistente y se inmiscia en asuntos sobre los que carecía de formación y lo hacía con formas "inadecuadas".

Los mensajes incriminadores

Uno de los mensajes que hace sospechar al UCO sobre Herrero es que en el momento en que abrieran las ofertas económicas de una puja bajo sospecha, el ex director de Carreteras envió a Koldo: "¡Bingo! A Logroño". El expediente fue adjudicado a Acciona Construcción, una de las empresas investigadas. En la declaración ante el juez y según las mismas fuentes, Herrero afirmó haber utilizado esta expresión para celebrar que se desencallaba la puja poco antes de las elecciones autonómicas y municipales en La Rioja y, de este modo, el PSOE podría reivindicarlo políticamente, pero negó que su reacción fuera porque podía beneficiar a la compañía vinculada a la trama.

La contratación de Jéssica

En el caso de Pardo de Vera, más allá de las pujas, se le investiga por la contratación de Jéssica Rodríguez, expareja de Ábalos, que estuvo cobrando de empresas públicas sin trabajar presuntamente con la complicidad de la expresidenta de Adif. Ante el juez, Pardo de Vera ha asegurado que nunca habría consentido esa falta de respeto a la ciudadanía.