España tiene la cúpula política más paritaria pero la judicial más masculinizada
Un informe sitúa al estado español como uno de los estados de la OCDE con menor presencia femenina en el Tribunal Supremo
BarcelonaLa paridad de género en las altas instituciones del estado español va por barrios. Aunque el poder ejecutivo y el legislativo son de los más paritarios de Europa y de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el poder judicial tiene todavía deberes pendientes, especialmente en su cúpula. Lo recoge el informe Government at a glance 2023, hecho público recientemente y que publica la OCDE. Sitúa a España como el segundo país con mayor igualdad de género en el gobierno, pero el penúltimo entre los países analizados en cuanto a la cúpula judicial, concretamente en el Tribunal Supremo.
En enero del 2023, que es cuando recoge los datos el informe, sólo Finlandia tenía más mujeres en el gobierno que España, que tenía un 63,3%. Supera así Chile, Bélgica, Colombia, Alemania, Países Bajos, Noruega, Canadá y Suecia, que completan el top 10, con cifras en torno al 50%. En el momento en que se recogieron los datos, el ejecutivo de Sánchez contaba con 14 mujeres y ocho hombres como ministros. Ahora el gobierno español tiene 11 ministros varones y 11 ministros mujeres. Sea como fuere, son cifras por encima de la media de los 38 países de la OCDE, que es del 35,7%, y hay países como Turquía, República Checa, Japón y Hungría que no llegan al 10%. La igualdad en los ejecutivos se ha conseguido y mantenido en los últimos años en el ámbito estatal y en casi todos los gobiernos autonómicos, que, excepto en las Islas Baleares, Castilla y León, Murcia y La Rioja, tienen al menos un 40% de mujeres por ahora. El nuevo gobierno catalán tiene un 52,9% de consejeras.
La situación es radicalmente distinta si nos fijamos en el poder judicial. El informe sitúa a España como el segundo país con menos mujeres en la cúpula, solo por delante de Estonia. En este caso, sólo analiza a 21 de los 38 países de la OCDE, de los que han obtenido datos, pero evidencia la poca presencia de mujeres en la cúpula judicial española en comparación con otros países europeos.
Techo de vidrio
El problema en el poder judicial se sitúa principalmente en la cúpula, porque, de hecho, el 56% de los jueces en España son mujeres. Lo que ocurre es que representan el 62% de los jueces de tribunales primera instancia, el 39% de los de segunda instancia y el 22% del Tribunal Supremo. Los datos recogidos en el informe son del 2020, pero en el 2023 este tribunal sólo tenía 14 mujeres, que seguían siendo el 22% de los magistrados del Supremo. Si se tienen en cuenta a otros órganos de la otra magistratura como la Audiencia Nacional y el Tribunal Constitucional, las cifras mejoran, pero se quedan lejos de la paridad, al 33%.
Este techo de cristal se ve agravado por otro factor: la edad. Para ser escogido magistrado del Supremo son necesarios al menos quince años de carrera judicial. La media de edad de los jueces del Estado es de 54,7 años y la de las juezas de 50,4. De hecho, el 66% de los varones son mayores de 50 años, mientras que sólo el 48% de las mujeres lo son, según datos del Consejo General del Poder Judicial.
Ministerios "femeninos"
El informe también advierte de una tendencia que en la mayoría de países analizados no se ha logrado revertir. Constatan que, aunque los gobiernos hayan alcanzado cuotas de igualdad, suele ser habitual que las mujeres asuman carteras "relacionadas con la política social y cultural o relacionadas con la mujer y la igualdad de género, familia e infancia", más que no los llamados "ministerios de estado", como Exteriores, Interior, Defensa o Economía.