El estreno de los nuevos ministros da pistas de los planes de Sánchez
La sustituta de Iceta en Política Territorial esquiva la carpeta catalana
MadridEl nuevo gobierno de Pedro Sánchez empezó a andar ayer con la toma de posesión de los nuevos ministros y también de aquellos que cambian de funciones y el tradicional intercambio de carteras. Un acto a menudo protocolario pero que ayer dejó unos cuantos mensajes clave y bastantes pistas de cuáles son los objetivos de Sánchez para esta nueva etapa de legislatura que, según insistió él mismo ayer, tiene como hitos principales impulsar “la recuperación económica, social y territorial del país”. En la primera mañana del nuevo gobierno se oyeron mensajes que llevaban desde algún dardo al que hasta ahora era el cerebro del ejecutivo, Iván Redondo, hasta el reconocimiento explícito de una crisis diplomática con Marruecos, las ganas de restar proyección a la carpeta catalana o la tristeza de un Miquel Iceta que deja sus funciones en la cartera de Política Territorial.
Precisamente el de Iceta con la nueva ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez -que desde ayer también es la nueva portavoz del gobierno español-, fue uno de los primeros traspasos de cartera de ayer, y uno de los que aportó más claves en cuanto a Catalunya. El primer secretario del PSC, que apenas hace seis meses llegaba al cargo con la etiqueta de hombre clave para abordar el conflicto con Catalunya, se marcha ahora a un departamento de mucho menos peso político. Su sustituta, una de las tres alcaldesas que salta de la política municipal al consejo de ministros, esquivó de momento ayer la carpeta catalana -no la mencionó en ningún momento-, pero sí hizo un par de declaraciones de intenciones con las que confirmó que, una vez aprobados los indultos, Sánchez no quiere que Catalunya siga siendo uno de los principales debates en el Estado. Así, Rodríguez elogió el modelo territorial actual -que “garantiza la igualdad de todos y que solidariamente compensa a los territorios y cohesiona la sociedad”- y lamentó que hasta ahora se ha hecho mucho por el desarrollo autonómico pero, en cambio, la política municipal “ha quedado coja”.
La vía de Sánchez parece que pasa por trasladar el debate catalán a aspectos más sectoriales como infraestructuras, inversiones o lengua, que Sánchez y la Generalitat también tendrán que negociar, y de aquí que tome relevancia el nombramiento de una catalana al frente de Transportes. Raquel Sánchez sí habló en clave territorial y se presentó como “socialista, ecologista y catalana”. A pesar de que también apuntó que a partir de ahora la visión municipalista se instalará en el consejo de ministros, defendió “el diálogo, la cooperación y la cogobernanza de un modelo federal” como el que se ajusta a la realidad “diversa” del país. Sánchez coge el relevo de José Luis Ábalos, que en un discurso sobrio de despedida -también se aleja de la primera fila del PSOE- no hizo ninguna mención al presidente español. Otro de los mensajes de ayer.
También hizo referencia al encaje territorial la nueva ministra de Justicia, Pilar Llop, que coge el relevo de Juan Carlos Campo después de la aprobación de los indultos y apuesta por el “diálogo territorial” como “la clave para salir de la crisis cuanto antes mejor”.
Dardo a Redondo
El traspaso más concurrido, con la presencia incluso del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, fue el de la cartera de Presidencia. Una Carmen Calvo muy emocionada destacó que “es el traspaso de cartera más amoroso de la política española”. Su antecesor, hasta ahora a la sombra del gobierno español, Félix Bolaños, afirmó que asumía el cargo con “honor y responsabilidad” y con “sentido de estado”. En medio del discurso, Bolaños también defendió que ser ministro “ni se pide ni se puede rechazar”, un mensaje dirigido a la hasta ahora mano derecha de Sánchez, Iván Redondo, que habría pedido tener esta cartera, según informaba El País. Bolaños coge el control del ministerio con la ley de memoria democrática terminada: Calvo lo tenía que presentar hoy pero, finalmente, se ha aplazado.
El traspaso de cartera más espinoso fue el del ministerio de Exteriores. José Manuel Albares, hasta ahora embajador en Francia, recibió la cartera de manos de su predecesora, Arancha González Laya, y reconoció que son momentos “difíciles” para el ministerio, sobre todo después de la crisis diplomática con Marruecos, que ha desgastado el perfil de Laya. De hecho, hizo referencia explícita a este país como un “gran vecino y amigo del sur”, con el que hay que reforzar los vínculos, dijo. Entre sus prioridades, Albares destacó la de presentarse al mundo como “un país democrático, un estado de derecho, un país con una descentralización que es casi única”.
El nuevo consejo de ministros arranca hoy convertido en el gobierno europeo con más presencia femenina (un 63%), un elemento que ayer gran parte de los ministros también destacaron. Lo hace, sin embargo, con muchos temas en la nevera que tendrá que encarar de ahora al 2023, como por ejemplo la futura ley estatal de vivienda, la renovación del Consejo General del Poder Judicial o una reforma fiscal y del sistema de financiación autonómica.
