La Fiscalía no ve delito de odio en el chat de exmilitares que defendían "fusilar a 26 millones de hijos de puta"
El ministerio público sostiene que los integrantes enviaron los mensajes "en confianza de estar entre amigos" y sin voluntad de publicitarlos
La Fiscalía Provincial de Madrid no ve delito de odio en el mensaje en un chat de exmilitares en el que se defendía un golpe de estado y fusilar a "26 millones de hijos de puta". El ministerio público ha archivado las diligencias de investigación abiertas después de que el ministerio de Defensa pusiera en conocimiento lo que se decía en esta conversación de WhatsApp , revelada por el diario Infolibre. Argumenta que los mensajes se enviaron en un chat "privado", en el que se exponen opiniones "con libertad" y en "la confianza de estar entre amigos", sin que exista ninguna voluntad de publicitarlas fuera de este ámbito.
"No concurren elementos que permitan inferir que el chat se creó con el objetivo de promover, fomentar o incitar al odio, hostilidad o violencia hacia un colectivo de los expresamente considerados como grupo", concluye la Fiscalía . Así, el ministerio público pone énfasis que el mensaje investigado no se refiere a ningún colectivo vulnerable en concreto, de forma que queda fuera del que prevé el tipo penal del delito de odio. La intencionalidad no se puede equiparar, dice la Fiscalía , a actas "materiales del mundo exterior, sino más bien a una manera de expresar un descontento con la situación política actual".
Términos "excesivos e inapropiados"
Que la Fiscalía no vea delito no significa que no repruebe, como mínimo verbalmente, los comentarios del chat. “Los términos utilizados pueden reputar inapropiados, excesivos y desafortunados, pero no nacieron con la voluntad de publicidad", insiste el ministerio público. Como se enviaron en una conversación privada, la Fiscalía sitúa los comentarios como un hecho "aislado". "Constituyen la exteriorización de una oposición a acciones indeterminadas y generales del gobierno", dice, y los entiende como una crítica "dura" enmarcada en el derecho a la libertad de expresión y de opinión, "constituidas como garantías institucionales para el debate público y que posibilita la formación de una opinión pública libre".
"No queda más remedio que empezar a fusilar a 26 millones de hijos de puta", decía el mensaje de uno de los miembros del chat, que también había firmado días antes una carta dirigida a Felipe VI en la que acusaban al gobierno de Pedro Sánchez de poner en peligro la cohesión "nacional". Según explica la Fiscalía, el ministerio dirigido por Margarita Robles informó de que los militares en cuestión se habían retirado hacía años –"Algunos hace más de 40 años", especificó–, de forma que Defensa no podía actuar por la vía administrativa ni disciplinaria contra ellos.
