Excedencias remuneradas en el Parlament a partir de los 60 años

La propuesta de la mesa reduce los importes pero mantiene un sistema similar al de las licencias por edad

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El hemiciclo del Parlamento  vacío, en una imagen de archivo.

BarcelonaEl Parlament eliminó en febrero las licencias por edad , el régimen que permitía a los trabajadores de la cámara seguir cobrando su sueldo íntegro sin trabajar, pero dejó la puerta abierta a regular un sistema similar a partir de la negociación con los trabajadores. Este martes, la mesa ha aprobado el nuevo mecanismo que se tendrá que validar en comisión parlamentaria y que blinda exactamente el mismo modelo que se había conjurado a eliminar: los funcionarios con una experiencia mínima de 15 años en la cámara podrán seguir cobrando sin trabajar durante los últimos cinco años antes de jubilarse. ¿Qué cambia, pues? Básicamente, el importe anual que percibirán. Ya no podrán aspirar a ingresar lo mismo que cobrarían trabajando -un modelo todavía válido para la treintena de personas que se acogieron a él hasta el año pasado- pero se les garantizará que cobren lo mismo que cobrarían en caso de estar jubilados. Es decir, el Parlament otorgará excedencias remuneradas para el personal a partir de los 60.

La propuesta, que firma la jefa de departamento de recursos humanos, ha sido aprobada en una reunión de la mesa ampliada -con presencia de todos los grupos- se tiene que llevar ahora a la Comisión de Asuntos Institucionales (CAI) para que la debata y la apruebe. Básicamente, añadiría dos figuras al régimen interno del Parlament: la excedencia voluntaria incentivada y la reducción de jornada incentivada, ambas para mayores de 60 años, siempre que acrediten más de quince años trabajados en la cámara. La excedencia voluntaria establece que los funcionarios que se quieran acoger a ella tendrán retribuciones mensuales "equivalentes a la prestación de la pensión de jubilación que les correspondería" -a pesar de que si se jubilaran a los 60 tendrían una penalización que en este caso no tendrán-, y que el importe de sus cotizaciones correspondientes a la jornada laboral también tiene que ser "asumido por el presupuesto del Parlament". Es decir, seguirán cotizando desde casa. Actualmente, la pensión máxima es de 2.819,18 euros mensuales, un sueldo al cual se acogerían los funcionarios con la cotización más alta.

Para que la excedencia voluntaria incentivada entre en vigor hay que modificar el artículo 70 de los estatutos del régimen y el gobierno interior del Parlament. En la actualidad, el punto 1 del artículo establece que la excedencia voluntaria "comporta el cese temporal de la relación de trabajo, sin derecho a percibir retribuciones". "El tiempo que se permanece en esta situación no se computa como tiempo de servicio activo a los efectos de trienios y de derechos pasivos", explicita el reglamento. Ahora, en cambio, se modificará el punto para que los mayores de 60 años en excedencia cobren y continúen cotizando.

En cuanto a la reducción de la jornada laboral incentivada, el texto establece que los funcionarios que se acojan a ella podrán acceder a una "reducción progresiva de la jornada laboral, desde una sexta parte cuando faltan cinco años para la edad de jubilación hasta la mitad cuando falta un año", y que recibirían "la totalidad de las retribuciones que les corresponde de acuerdo con el puesto de trabajo que ocupan". En paralelo, explica que pueden optar a una reducción de la jornada que sea de "la mitad" de las horas y se mantenga "durante todo el periodo", los funcionarios recibirían "un porcentaje de la totalidad de las retribuciones de entre el 80% y el 100%, en función del tiempo que falta hasta la jubilación forzosa". Finalmente, los trabajadores del Parlament pueden escoger una reducción de una "tercera parte de la jornada laboral", que se tiene que iniciar a los 60 años y se mantiene durante cinco años, "con la percepción del 95% de la totalidad de las retribuciones". Se añadiría al artículo 89 del reglamento interno, que actualmente solo regula una reducción de jornada sin pérdida de retribuciones a las personas "con una discapacidad legalmente reconocida".

La propuesta no dista mucho de la que promovió la presidenta de la cámara, Laura Borràs, a finales del año pasado . El diputado de la CUP Xavier Pellicer ha criticado el acuerdo de la mesa asegurando justamente que "perpetua el modelo de las licencias de edad": "De forma simplificada, se sustituyen", ha recalcado. Entonces se blindaba cobrar su íntegro durante tres años en lugar de cinco y también se añadía la nueva modalidad del trabajo a tiempo parcial a partir de los 60. El departamento de recursos humanos ha planteado ahora una variación de aquella propuesta después de discutirlo justamente con el consejo de personal.

Una propuesta sobre la mesa

Queda pendiente resolver el caso de las licencias por edad ya concedidas. El consejo de personal ha solicitado prorrogar las negociaciones hasta el 11 de julio, puesto que el plazo para resolver la problemática vencía este viernes. La mesa ha aceptado la prórroga como gesto de "buena voluntad" en la negociación, explican fuentes parlamentarias. La propuesta que hay ahora mismo sobre la mesa plantea revocar las licencias de edad ya concedidas y ofrecer diferentes salidas a las personas que dejen de disfrutar de ellas. Una de estas salidas consiste en el hecho de que se reincorporen a media jornada cobrando "la totalidad de las retribuciones que les corresponden", como si trabajaran a jornada completa. Además, podrán desarrollar este trabajo teletrabajando "el 100%" del tiempo.

Otra alternativa será que se acojan al nuevo sistema de "excedencia voluntaria incentivada" previa autorización del secretario general con condiciones especiales: básicamente se les pagaría un máximo de doce mensualidades del último lugar de trabajo que hubieran ocupado en el Parlament, además del sueldo equivalente a la pensión que pueden cobrar hasta los 65 años.

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