Crónica

García-Castellón, el juez mejor cuidado por Ayuso

El magistrado del Tsunami Democrático recibe una medalla de una asociación liderada por un diputado del PP en Madrid

El juez de la Audiencia Nacional jubilado hace dos meses, Manuel García-Castellón, en un acto de la asociación Dignidad y Justicia
06/11/2024
3 min

MadridEl juez Manuel García-Castellón asegura que vive muy contento desde que se jubiló hace dos meses. Dice que sabe ocupar su tiempo libre y este miércoles asiste a la escuela de guerra del ejército para recibir una medalla con distintivo de oro que otorga la asociación Dignidad y Justicia: una entidad dirigida por Daniel Portero, hijo de 'un exfiscal asesinado por ETA, Luis Portero, que actúa como acusación popular en causas sobre terrorismo. Una de ellas, cómo no, fue la del Tsunami Democrático, archivada abruptamente –"por desgracia", lamenta él– como consecuencia de un error procesal del magistrado. García-Castellón agradece el premio y, especialmente, se congratula por haberlo recibido de manos de "mi amigo Daniel".

Ya fuera de la carrera judicial, se puede permitir estas licencias, que de entrada pueden parecer una anécdota pero que revelan cómo funcionan importantes causas judiciales en el Estado: el juez acepta la personación de una acusación popular liderada por un "amigo" y, a partir de ahí, ¿quién garantiza que lo que solicite esta asociación no está previamente acordado con el magistrado? Nadie. Pero es más: Portero es diputado del PP en la Asamblea de Madrid y Dignidad y Justicia recibe subvenciones del gobierno de Isabel Díaz Ayuso –en 2021 eran 32.000 euros pero la cifra ha ido aumentando anualmente y en 2024 ya han sido 47.000, según se puede comprobar en el portal de la Comunidad de Madrid–. ¿Cómo se controla que García-Castellón no actuara tras los intereses de Ayuso?

En su intervención, Portero explica que también estaba personado en otras causas que instruía a García-Castellón relacionadas con ETA y que han sido "punta de lanza" para resolver otros procedimientos. Así puede entenderse algo mejor que Ayuso de vez en cuando se descuelgue con frases sorprendentes como "ETA está más fuerte que nunca". La última vez, a raíz de la modificación legal que permite a los presos de la banda terrorista convalidar en España sus años de condena en el extranjero. "He visto cambios positivos en cómo el Estado perseguía el terrorismo, pero las últimas noticias que todos sabemos me hacen ser pesimista o escéptico", dice García-Castellón, sin concretar si se refería a este cambio reciente en la normativa. No quiere ser más explícito hasta que se resuelva la demanda por protección del honor que planteó contra la diputada de Podemos Ione Belarra por haberle tachado de "prevaricador".

La número 2 del PP, Cuca Gamarra, y el juez Manuel García-Castellón

El juez no quiere soltar grandes titulares, pero de su discurso también se desprende una crítica a los políticos por el trato a las víctimas del terrorismo y contrapone este hecho a la atención que rápidamente se está dedicando a los afectados por las inundaciones al País Valenciano. "No puedo olvidar los más de 300 atentados no resueltos", manifiesta, y denuncia que las autoridades no hagan más para iniciar investigaciones antes de que prescriban los delitos y se evite la "impunidad". Hay aplausos en García-Castellón, pero el público jalea de pie la distinción que recoge el hermano de la otra exfiscal asesinada por ETA en España, Carme Tagle.

El papel testimonial de Vox

Más allá de cargos de la Guardia Civil, Policía Nacional y de las fuerzas armadas premiados –el general Félix Sanz Roldán, ex director del CNI, entrega una de las medallas–, en las primeras filas destacan algunas personalidades del PP. La número 2 de los conservadores, Cuca Gamarra, se abraza amigablemente con García-Castellón. Los más numerosos son perfiles vinculados a Ayuso, dado que la Comunidad de Madrid patrocina el acto: el presidente de la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio; su predecesora, Eugenia Carballedo; y, unas filas más atrás, el comunicador Federico Jiménez Losantos. La mayoría absoluta que Ayuso tiene en Madrid se ve reflejada en detrimento de Vox, representado por Javier Ortega Smith, que llega tarde y marcha temprano. Quien más se deja ver es la inclasificable Macarena Olona, ​​exportavoz del partido de extrema derecha en el Congreso y abogada del Estado. No se saluda con Ortega Smith, pero va acumulando selfies con Cuca Gamarra del PP, con García-Castellón y... recibe grandes elogios de uno de los dos hijos del magistrado.

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