La Generalitat se compromete a seguir abriendo delegaciones pese a la amenaza a la acción exterior
La derecha unionista critica el modelo y se plantea recurrir al Consell de Garanties Estatutàries
BarcelonaLa batalla que el Tribunal de Cuentas ha abanderado contra la acción exterior de la Generalitat extiende una amenaza sobre el departamento que lidera la consellera Victòria Alsina, que este miércoles ya ha comprobado de primera mano cómo las trabas no le llegarán solo desde Madrid. Ciutadans ha usado la excusa la acción exterior para evitar la tramitación de los presupuestos presentando una petición de reconsideración que la mesa del Parlament ha resuelto de manera tajante: por unanimidad, todos los miembros de la mesa (de Junts, ERC, CUP y PSC) han rechazado los argumentos del partido naranja. El movimiento, sin embargo, avanza lo que probablemente se vivirá de a aquí un mes si el Govern consigue los apoyos necesarios para sacar adelante los presupuestos: Cs, Vox y el PP no descartan recurrir al Consell de Garanties Estatutàries. Quizás por este motivo la consellera de Acción Exterior, Victòria Alsina, ha iniciado su intervención en comisión parlamentaria reivindicando que "ante la represión del Tribunal de Cuentas, la Generalitat consolida la Acción Exterior", y se ha comprometido a la creación de nuevas delegaciones durante la legislatura.
Con todo, el presupuesto que el Govern destina a Exteriores apenas llega a los 94 millones de euros, un 0,003% del total presupuestado para los diferentes departamentos de la Generalitat. Se incrementa en 20,4 millones respecto a las cuentas del 2020, hecho que Alsina ha valorado positivamente, teniendo en cuenta que es la conselleria que más crece proporcionalmente, un 27%. "El presupuesto es modesto, pero tiene un alto valor estratégico", ha reivindicado, y ha planteado como objetivos la "defensa de los intereses nacionales de Catalunya en el mundo", la "promoción de una nueva cultura dentro de la administración con la rama del gobierno abierto" y la cooperación. Alsina se ha mostrado reivindicativa pero no ha hecho referencia ni a la promoción del Procés ni de la independencia. Por estas cuestiones, el juzgado 18 de Barcelona investiga penalmente a uno de sus predecesores en el cargo, Raül Romeva, entre otros altos cargos de la Generalitat.
A pesar de que la intervención de la consellera no ha entrado en cuestiones relacionadas con el Procés, la triple derecha ha advertido de que estará atenta. El diputado de Cs Matías Alonso ha exigido a Alsina conocer "cuántos fondos europeos se destinan a los presupuestos del departamento", unas cuentas "ideologizadas en contra del 50% de la población catalana". Desde el PP, Lorena Roldán ha censurado el gasto en "las falsas embajadas del Govern para hacer propaganda del separatismo". "Les estaremos vigilando", ha advertido, a su vez, el diputado de Vox Alberto Tarradas, que también ha censurado las políticas de cooperación. De momento, este miércoles la reconsideración de Cs no ha hecho más que aplazar dos horas el inicio de su intervención, tiempo más que suficiente para echarse un café.
La importancia de los cónsules
La consellera ha sacado pecho de haber incrementado el presupuesto para las delegaciones –de 6,5 millones en 2020 a 8,9– con la intención de adaptar "el mandato geográfico de alguna de las delegaciones, reforzando delegaciones con nuevo personal" que el Govern considera "clave" y "expandiendo, creando, nuevas delegaciones tanto en puntos estratégicos de Europa como en otras zonas del mundo". No ha explicado, sin embargo, cuáles serían las nuevas delegaciones (en septiembre del 2020 el Govern anunció la futura apertura de las de Australia, Japón y Senegal). Alsina también ha destacado la necesidad de "conectar Catalunya con el mundo también a través de los cónsules" que hay en Barcelona, que ha definido como la cuarta ciudad con mayor representación consular del mundo, "después de Hong Kong, Nueva York y Hamburgo", y ha expresado la voluntad del Govern de estrechar lazos con los gobiernos extranjeros con representación consular en Barcelona.
En cuanto a la cooperación al desarrollo, se le destinarán cuatro de cada diez euros del presupuesto del departamento, unos 36,9 millones de euros en total. Aunque es el presupuesto más elevado que esta partida ha tenido hasta ahora, esto no le ha evitado críticas de la CUP y En Comú Podem, que le han reprochado no haber cumplido el compromiso del Govern en cooperación a pesar de los presupuestos expansivos.
800.000 euros para la consulta de los Juegos Olímpicos
Mientras que el principal anuncio de Alsina ha enfrentado al Govern y a la oposición unionista, el de la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha evidenciado las diferencias entre el ejecutivo y la CUP. A la misma hora en la comisión de Asuntos Institucionales, Vilagrà ha explicado que de los 700 millones que gestionará su departamento se reservará una partida de 800.000 euros para sufragar la consulta para los Juegos Olímpicos de Invierno, de la cual todavía quedan muchas incógnitas para revelar. De momento, ya se sabe cuánto valdrá y que se hará a lo largo del 2022. Y que se avance en la candidatura de los Juegos aleja algo más a la CUP del Govern. Los anticapitalistas se oponen a los juegos, y lo han vuelto a verbalizar: Dolors Sabater ha afirmado que proyectos como el olímpico o el Hard Rock "rompen" el territorio y van de la mano con los intereses del Ibex y las patronales. Pero entre las palabras de la consellera también ha habido cosas que la CUP ha visto con buenos ojos. Por ejemplo, la renta universal, que los cupaires pactaron con ERC en la investidura. Vilagrà ha anunciado que el plan piloto se habrá implementado antes de diciembre de 2022 e inicialmente se le destinarán 4 millones de euros.