El giro de Sánchez brinda a Unidas Podemos una oportunidad para explorar la unidad

Díaz pondrá la primera piedra de su plataforma esta primavera

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La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra

MadridEl giro histórico de España en relación con el conflicto del Sáhara Occidental ha vuelto a dejar a cuerpo descubierto las diferencias ya habituales entre los dos socios del gobierno de coalición. Ahora bien, a Unidas Podemos le ha brindado una oportunidad para explorar otra vez la unidad perdida y recoser las heridas abiertas los últimos días después del choque público entre la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, a raíz del envío de armas a Ucrania. La distancia entre la vicepresidenta segunda y Podemos se ha ido acentuando desde la marcha de Pablo Iglesias, sea por discrepancias tácticas o comunicativas. Conscientes, sin embargo, de que la imagen de división debilita su espacio y el gobierno de coalición y alimenta a la derecha, las dos partes se han conjurado para mejorar la coordinación y que la ropa sucia se lave en casa.

Ya con la reforma laboral que abanderó Yolanda Díaz, el partido lila adoptó un perfil bajo a la hora de defenderla. Las divergencias estratégicas se habían llevado de manera más o menos sepultada hasta el choque de hace unos días por el envío de armamento a Ucrania. Este fue el detonante para que la vicepresidenta segunda decidiera buscar un mecanismo para coordinar la acción política y comunicativa de los miembros de Unidas Podemos que forman parte del Gobierno español. Y el martes se hizo la segunda reunión de ministras y secretarios de estado del espacio lila –está previsto que sean semanales–. La primera fue hace dos semanas, al día siguiente de que Belarra calificara de "partidos de la guerra" a los que defienden el envío de armas a Ucrania.

El encuentro sirvió para consensuar las medidas para hacer frente a las consecuencias económicas derivadas de la guerra que ahora negocian con el PSOE. Podemos había hecho pública el lunes su propuesta, pero el texto definitivo se acabó de consensuar el martes en la reunión con Díaz. Desde el equipo de la vicepresidenta apuntan que compartían la mayoría de las medidas de los lilas, pero que van acotarlas para ceñirse a la crisis actual. Fuentes de Podemos confirman los matices y celebran el cambio de rumbo de la relación. La mejora en la coordinación se ha plasmado en la oposición granítica de los lilas en el aumento del presupuesto de Defensa y también en el rechazo del giro de la Moncloa en relación con el conflicto del Sáhara.

El "proceso de escucha"

De trasfondo a todas estas diferencias también saca la cabeza la plataforma que la vicepresidenta quiere impulsar para presentar en las próximas elecciones generales. Esta primavera –todavía se desconoce la fecha exacta– Díaz lanzará el llamado "proceso de escucha", que tiene que materializarse con encuentros con entidades y representantes de la sociedad civil de todo el Estado. El proceso, dijo la vicepresidenta el jueves, está "diseñado" y será "versátil", sin dar más detalles. En esta primera fase, que se prevé que dure seis meses, no está previsto que intervengan los partidos y será ya en una segunda parte de este proceso cuando tendrán que empezar las negociaciones y es aquí donde entrará en juego Podemos, pero también los comunes de Ada Colau y es probable que Más País. Hoy por hoy, a pesar de que las relaciones entre Díaz y el partido lila se hayan enfriado, nadie concibe la plataforma sin la formación que lidera Belarra.

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