La CUP se aviene ahora a negociar los presupuestos de Aragonès: estas son las condiciones
Los cuperos se agarran a la emergencia del país
BarcelonaLa CUP sólo ha aprobado unos presupuestos desde que irrumpió en el Parlament en el 2012. Fue en el 2017 y el sí de los anticapitalistas en el ejecutivo de Junts pel Sí estuvo condicionado a la convocatoria del referéndum que se acabaría celebrando ese otoño. Ni antes ni después de ese año los anticapitalistas han secundado unas cuentas por la negativa de las grandes fuerzas independentistas a atender sus peticiones.
Ahora las cosas podrían cambiar. Si el pasado año la formación asamblearia cerró la puerta tras el primer encuentro con ERC, que acabaría aprobando las cuentas con el PSC y los comunes, la reunión que mantuvieron con ERC el 24 de noviembre no dinamitó los puentes y ahora se llevan a negociar. "Hemos trasladado una propuesta de mínimos para intentar abrir el marco de negociación con el Govern, pero la posibilidad de llegar a un entendimiento dependerá de su voluntad", afirman fuentes de la CUP. Con sus 9 diputados, Esquerra (33) no le basta y necesita el apoyo del PSC o Junts, que tienen 33 y 32 escaños, respectivamente, para salir adelante.
Los cuperos, pues, han decidido no levantarse de la mesa, a diferencia de otras veces, por la situación de emergencia que vive el país con la vivienda o la sequía como grandes retos y porque entienden que es la última oportunidad para que los republicanos abandonen las políticas pactadas con el PSC. ¿Pero cuáles son las propuestas que la CUP ha puesto sobre la mesa?
Según ha podido saber el ARA, la CUP ha trasladado un documento al Govern donde reclama impulsar vivienda pública, hacer frente a los desahucios –especialmente los que sufren personas en situación de vulnerabilidad– y acabar con los cortes de luz. También desplegar la ley de regulación de alquileres catalana, suspendida por el Tribunal Constitucional, porque los cuperos consideran que "ni el gobierno español, ni la Constitución pueden ser un límite asumido para llevar a cabo las políticas que el país necesita".
La CUP también reclama cambiar el actual modelo económico basado en el turismo de masas, pero no habla de proyectos concretos. Ahora bien, los anticapitalistas ya avisaron al Gobierno de que en ningún caso los presupuestos pueden incluir macroproyectos como el Hard Rock, la ampliación del aeropuerto o de los puertos, los Juegos Olímpicos de invierno o la Ryder Cup si quieren su apoyo . "Es una contradicción en la lucha contra el cambio climático", subrayó la diputada Laia Estrada.
Esta demanda choca con las exigencias del PSC. Los socialistas han confirmado este lunes que están dispuestos a aportar su voto favorable a los presupuestos, pero siempre que se avance en el acuerdo firmado el pasado año, cuando la Generalitat se comprometió a aprobar definitivamente el plan director urbanístico para iniciar la construcción del Hard Rock, a firmar un convenio con el gobierno español para sacar adelante la autovía B-40 (el Cuarto Cinturón) y en incorporarse a la comisión para la ampliación del aeropuerto de El Prat. De momento, de las tres condiciones la Generalitat sólofirmó el convenio de la B-40en julio.
Aval a la reducción del IRPF
Ante el aumento de precios que genera un empobrecimiento generalizado de la clase trabajadora, la CUP insta a regular los precios de la cesta básica ya impulsar una alternativa a las grandes distribuidoras que proteja al campesinado y la pequeña industria con el objetivo de tener unos precios justos para los productores y asequibles para la población. También aboga por implementar medidas de redistribución de la riqueza. Así, la CUP no se opone a la reducción del IRPF que plantea la Generalitat y que beneficiaría a las personas con rentas inferiores a los 35.000 euros anuales de cara al próximo año, pero sí insiste en que hay que subir los impuestos a los tramos superiores. El PSC y los comunes también han señalado este martes que ven con buenos ojos la propuesta del ejecutivo. Juntos, que tiene una reunión pendiente con el Govern, ha celebrado la "rectificación" del Govern y que ahora se quiera rebajar la presión fiscal a los ciudadanos.
Para luchar contra la sequía, los cuperos defienden "limitar el uso de agua para actividades recreativas", "avanzar hacia la municipalización del agua", "desarrollar un plan de urgencia para la mejora de la red de abastecimiento de agua a los municipios" y la puesta en marcha de un "plan urgente de adecuación de los sistemas de riego en Cataluña para la protección del campesinado". En el ámbito sanitario los cuperos ponen deberes al Gobierno: mejorar las condiciones de trabajo para hacer frente a la falta de profesionales, desprivatizar servicios y aumentar los recursos en la atención primaria y en la salud mental son las carpetas que quiere negociar.