Los grupos acuerdan enviar a Vox a los despachos de las buhardillas del Parlament

El PSC ocupará el espacio que antes era de Ciudadanos y JxCat y ERC también se intercambiarán el lugar

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El Parlamento  en una imagen de archivo

BarcelonaEl cordón sanitario que varios partidos negocian para aislar a la extrema derecha en el Parlament está costando más de lo que podía ser previsible. A pesar de todo, por la vía de los hechos, este viernes ha llegado en forma de preludio una primera decisión que implica separar físicamente a Vox de los despachos del resto de grupos parlamentarios. Todos los partidos excepto el que lidera Ignacio Garriga –sus diputados todavía no han tomado posesión de la acta– han acordado en una reunión enviar a la ultraderecha a las salas de reuniones del piso de arriba, situadas en las buhardillas del Parlament.

Mientras que algunas fuentes argumentan que el motivo es que la entrada de un nuevo partido al Parlament –ahora serán ocho las formaciones que ocuparán un lugar en el hemiciclo– ha complicado la distribución de los espacios en la cámara y esto ha motivado que se sitúe Vox en este área, otras admiten que preferirían no coincidir por los pasillos con los parlamentarios de la extrema derecha. Desde hace tres años no se permite el acceso libre a esta zona a los periodistas, y tampoco pueden entrar los cámaras. Muchas de las reuniones entre partidos tienen lugar precisamente en los despachos del Parlament.

A pesar de que la actividad en la cámara es menor hasta que se vuelva a constituir el hemiciclo, estos días se ha visto movimiento por los pasillos del Parlament: algunos diputados que no repetirán esta legislatura se han acercado a despedirse y recoger sus cosas, y se ven cajas de cartón acumuladas en algún despacho. Los cambios en la correlación de fuerzas también tienen un eco de puertas adentro. El PSC, que ha pasado de 17 a 33 escaños, ocupará ahora todo el ala próxima a la presidencia del Parlament, el lugar donde la pasada legislatura estaban los diputados de Ciudadanos, según confirman varias fuentes.

Por su parte, la formación naranja, que ha pasado de 36 escaños a seis, se trasladará al piso de abajo, donde compartirá espacio con la CUP y En Comú Podem. Al otro lado del Parlament, ERC se quedará toda la planta superior, y JxCat y el PP la inferior (hasta ahora era exactamente al revés), mientras que Vox ocupará las actuales salas de reunión en las buhardillas.

Lugar en el hemiciclo

En cambio, los grupos todavía no han decidido cómo se organizarán en el salón de plenos, a pesar de que varias fuentes apuntan que hay formaciones que no quieren situarse cerca de Vox. La tradición, recuerda un parlamentario, es que escojan en primer lugar los partidos con más escaños. Tienen tiempo de llegar a un acuerdo, puesto que el pleno de constitución del 12 de marzo tendrá lugar fuera del hemiciclo: será en el auditorio, para respetar las medidas sanitarias.

Sea como fuere, la llegada de la extrema derecha a la institución continúa inquietando al resto de grupos. Los partidos independentistas, los comunes y el PSC se encontraron el pasado miércoles para abordar de qué manera pueden aislar a Vox en el Parlament. El PSC envió a finales de febrero una estrategia escrita para aplicar un cordón sanitario a la formación liderada por Ignacio Garriga, y consiguió que el partido ultra tenga la mínima presencia. El primer paso de este plan consiste en dejar al partido ultra fuera de la mesa del Parlament. Los partidos se emplazaron a volver a encontrarse la próxima semana. La CUP y los comunes se han vuelto a encontrar esta mañana para "profundizar el cordón sanitario" y evitar "la propagación del discurso de odio" de Vox en el Parlament. Mientras tanto, Garriga cargó ayer contra este veto –al cual ni Cs ni el PP se han sumado– tildándolo de antidemocrático.

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