El Parlament se constituirá por primera vez fuera del hemiciclo

Los 135 diputados se sentarán en el auditorio de la cámara catalana para respetar las medidas anticovid

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Cesc Maideu
3 min
El hemiciclo del Parlamento , vacío, en una imagen de archivo.

El día de la constitución del nuevo Parlament de Catalunya el hemiciclo estará vacío. Los diputados, sin embargo, no se marcharán muy lejos, puesto que darán el pistoletazo de salida a la XIII legislatura desde el auditorio de la cámara catalana, en la planta baja del edificio, según ha avanzado La Vanguardia y han confirmado fuentes de la institución al ARA. Así, por primera vez desde el restablecimiento de la democracia, los parlamentarios no se sentarán en las filas de butacas, sino que lo harán en sillas normales y corrientes, separadas entre ellas un metro y medio, sin público y, también, sin moqueta. Se ha cambiado precisamente la ubicación para que todos los diputados puedan estar presentes en el primer pleno de la legislatura respetando las medidas de seguridad impuestas para evitar contagios, un hecho que el hemiciclo no permitía por aforo. De este modo, se hará un lavado de cara al auditorio: se creará un altillo móvil para los miembros de la mesa y un atril para poder hablar y se decorará el espacio para darle solemnidad.

El Auditori del Parlament en una imagen de archivo

Esta propuesta ya ha sido aprobada este miércoles por la mesa de la diputación permanente, y no solo afecta a la constitución del Parlament sino también a la sesión de investidura, que se prevé que tampoco tenga lugar en el hemiciclo y se haga en el auditorio, a pesar de que esto ya dependerá de la nueva mesa entrante. Se habían planteado otras opciones, además de la del auditorio, como inaugurar la legislatura desde varios pasillos del Parlament, entre ellos la Sala dels Passos Perduts, pero se acabó descartando por la dificultad de una retransmisión en directo y la imposibilidad de que todos los diputados vieran a los miembros de la mesa. Otra vía que estaba encima de la mesa era repartir a los diputados por las varias salas de la cámara y que los miembros de la mesa y algunos de ellos siguieran estando en el hemiciclo, pero se rechazó porque a la hora de votar en una urna la composición de la nueva mesa los diputados se tendrían que levantar un por uno y algunos de ellos tendrían que atravesar medio Parlament para llegar a su punto de votación.

Uno de los Passadissos dels Passos Perduts en una imagen de archivo

Incluso se llegó a pensar en salir del Parlament y reunir al pleno en otra ubicación. Una de las opciones que se plantearon fue trasladarse a la Sala Oval del Palau Nacional de Catalunya, en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). Finalmente, sin embargo, la mesa consideró que si salían del Parc de la Ciutadella la constitución perdería solemnidad.

Así, casi un año después del último pleno al completo del Parlament –durante la pandemia solo iban algunos portavoces y otros delegaban el voto–, los 135 parlamentarios volverán a sentarse juntos. Todavía no se sabe cómo lo harán, puesto que este jueves la mesa valorará cuál es la mejor propuesta de distribución y se abrirá un proceso de diálogo con los partidos. Lo que seguro que no será público, puesto que el acceso solo estará permitido a los diputados.

Cuenta atrás

De este modo todo está preparado, y la cuenta atrás para la primera sesión del Parlament ya corre. La legislatura se iniciaría como máximo el 12 de marzo, cuando se elegirán la mesa y la presidencia de la cámara. La sesión constitutiva estará presidida por la mesa de edad, formada por el diputado de ERC Ernest Maragall, como representante de más edad, y los dos más jóvenes, David González, del PSC, y Alberto Tarradas, de Vox. Una vez escogida la mesa, la presidencia del Parlamento tiene diez días para abrir una ronda con todos los grupos y designar al candidato con más apoyo. Si el debate de investidura empezara el día 26 de marzo, al día siguiente se haría la primera votación y, si hiciera falta, en 48 horas la segunda. Si no prosperara, se abriría un periodo de dos meses para intentar elegir a un nuevo president y, si no fuera posible un acuerdo entre los grupos, se procedería a la convocatoria automática de nuevas elecciones, un hecho que hasta ahora los partidos independentistas están conjurados a evitar.

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