Mas se inclina por quedar al margen del nuevo partido de Chacón
El ex 'president' todavía no ha tomado una decisión definitiva, pero apuesta por potenciar su perfil institucional
BarcelonaCuando fue el momento de escoger entre quedarse en el Partit Demòcrata o dar el paso hacia Junts per Catalunya, el ex president Artur Mas decidió quedarse donde estaba: en el PDECat. “No quiero acabar mi trayectoria política avalando una separación”, dijo en una rueda de prensa solemne en el Palau Robert para anunciar que no se sumaría al nuevo partido que impulsaba su sucesor a la presidencia, Carles Puigdemont. Ahora, que la que fue cabeza de lista del PDECat en las elecciones del 14 de febrero, Àngels Chacón, impulsa una nueva formación política de centro, Mas se inclina por hacer lo mismo que decidió en septiembre de 2020: quedarse a militar en el PDECat sin un perfil activo y no dar el paso al nuevo partido que se presentará el día 11 de enero en Barcelona y que ha sido bautizado con el nombre de Centrem.
Esta es la premisa más probable con la que, según fuentes conocedoras de su reflexión, trabaja ahora mismo el ex president. Aún así, fuentes oficiales afirman que todavía no ha tomado una decisión definitiva y que en los próximos días tiene previsto hacer un pronunciamiento público para explicarse. Últimamente Mas ha tenido contactos con alguno de los actores que impulsan Centrem -y tiene que tener más próximamente- y por este motivo todavía tiene que acabar de llegar a una conclusión. De hecho, el ex president sí acudió a la conferencia que hizo Àngels Chacón en el Teatre Nacional de Catalunya el pasado 25 de octubre para hacer un llamamiento a resucitar el centro.
En todo caso, ya hace meses que Mas ha cogido la dinámica de alejarse de los partidos. Su apuesta desde la separación entre el PDECat y Junts -él apostó hasta el último minuto por que no se enfrentaran en las últimas elecciones catalanas- es potenciar su perfil institucional. El resultado de quedarse en el PDECat, en la práctica, es equivalente a dejar de militar en un partido político, puesto que la idea de los promotores de Centrem -y por lo tanto del propio PDECat, además de los otros partidos impulsores: Convergents, Lliures y la Lliga- es que estas organizaciones pasen a invernar con una mínima estructura.
El planteamiento es que sea Centrem quien lleve a cabo la acción política y no tenga ningún vínculo con las estructuras anteriores -como máximo una coalición instrumental para aprovechar los derechos electorales del PDECat-. Los impulsores creen que así también vallarán el paso a cualquier transmisión de responsabilidades penales que pueda venir de Convergència, que todavía tiene casos abiertos en el juzgado. Aún así, reivindican la herencia política del partido de Jordi Pujol, con el objetivo de ocupar un espacio que consideran huérfano con la desaparición de CiU. Que Mas se incline por quedarse al margen de los partidos es una novedad en su trayectoria, puesto que hasta ahora ha estado estrechamente ligado a las formaciones políticas, primero con Convergència -fue secretario general y presidente- y después como fundador del Partit Demòcrata, donde también ostentó la presidencia. En todo caso, no tiene cargos orgánicos desde 2018, cuando anunció que dejaba la presidencia del PDECat. En la última comparecencia en el Parlament a raíz de la confirmación de la financiación irregular de CDC por parte del Supremo dijo que había tomado la decisión para responder políticamente al caso Palau.
Otras iniciativas
Una muestra de la voluntad de alejarse de la vida de partido es el videopodcast A favor de la política. En esta página web mantiene una serie de conversaciones sobre asesores políticos -con el ex mano derecha de Pedro Sánchez Iván Redondo-, la pandemia -con el médico Jaume Padrós-, los medios de comunicación -con la periodista Ana Pastor-, la división entre derechas e izquierdas -con el exdiputado de la CUP David Fernàndez- y los efectos del discurso político -con el escritor Sergi Pàmies-. Recientemente, en una entrevista al FAQS de TV3, Mas apostaba por dedicarse a “reflexionar” o “identificar nuevos talentos que se quieran dedicar a la política”. Pero no a ser él una parte activa.
A pesar de haberse quedado en el PDECat, Mas no acabó de encajar con la campaña de Àngels Chacón, que se sintió alienada con los discursos de Mas en los actos del 14-F, ni tampoco con la dirección de ese momento, capitaneada por David Bonvehí. Al ex president ya le costó dar el paso de participar en la campaña -había mantenido que no se enfrentaría electoralmente a Puigdemont-, pero acabó multiplicando su presencia para intentar que el Partit Demòcrata entrara en el Parlament. Ahora bien, a diferencia de Chacón, evitó criticar a JxCat, refiriéndose a ellos en alguna ocasión como “nuestros amigos de Junts” o limitándose a hacer llamamientos a la participación. Mas intentó hacer equilibrios, pero esto generó, por un lado, malestar en algunos sectores del PDECat que creían que se tenía que haber implicado más y, por el otro, insatisfacción en Junts por apoyar a Chacón.
A pesar de ser uno de los máximos dirigentes del espacio pos convergent, Mas ha acabado navegando entre dos aguas y en tierra de nadie a raíz de la división. Es por eso que, lejos de roles de partido, se decanta ahora por ser exclusivamente ex president.
