Los indultos relanzan la foto de Colón: el PP, Vox y Cs apoyan una manifestación para el 13 de junio
Convocada por una plataforma impulsada por Rosa Díez, obliga a los de Casado a salir a la calle a pesar de las reticencias iniciales
MadridLa derecha española calienta motores para una guerra tanto política como judicial y también en la calle contra la concesión del indulto a los presos políticos por parte del consejo de ministros, después de que Pedro Sánchez allanara esta vía a pesar del rechazo del Tribunal Supremo. Aunque el PP y Ciudadanos eran reticentes a salir a la calle y querían que la ofensiva fuera sobre todo institucional, como con la moción que el PP llevará a Parlamentos autonómicos, ayuntamientos y diputaciones para obligar al PSOE a retratarse y así desgastarlo, al final han acabado cediendo. De hecho, los indultos están relanzando de nuevo la polémica foto de la plaza Colón en aquella concentración de febrero de 2019 que significó la unión de la triple derecha contra el gobierno de Pedro Sánchez en un momento de distensión con el independentismo. Se suma también el acercamiento entre Pablo Casado e Inés Arrimadas, que estarían intentando reconstruir puentes después de haberse reunido hace pocos días en una comida en Madrid para recuperar la relación perdida después de la moción de censura fallida en Murcia, tal como explica El Confidencial.
La convocatoria de una manifestación para el 13 de junio por parte de la plataforma Unión 78, impulsada por personas como Rosa Díez –fundadora de UPyD–, Fernando Savater y María San Gil, para "defender la democracia y los derechos de la ciudadanía", ha obligado a todos los partidos de la derecha española a tomar partido rápidamente. La plataforma, que dice que es "cívica" y "política", ha lanzado este viernes un comunicado haciendo un llamamiento a la ciudadanía a concentrarse a las 12 h en la céntrica plaza madrileña de Colón, bajo la gran bandera española que levantó José María Aznar, para mostrar su rechazo a la concesión de unos indultos "contra de los criterios del Supremo".
Llamamiento a ir más allá de las siglas de los partidos
Poco ha tardado la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en retuitear la convocatoria lanzada en esta red por Rosa Díez, para de este modo añadir presión a Casado porque su acción implicaba que una de las almas del PP secunda la movilización. Minutos después ha hecho tres cuartos de lo mismo el líder de Vox, Sanitago Abascal, que ha asegurado que su partido apoya "sin matices" la convocatoria. "Es importante que los españoles, más allá de las siglas de los partidos, nos unamos contra este atropello a la legalidad, la justicia, la democracia y la unidad de España. Nos vemos en Colón", ha añadido.
Finalmente, fuentes de PP han confirmado que algún miembro de la dirección del partido se sumará a la manifestación, pero han evitado confirmar si irá el propio Casado y se reeditará una foto junto a Abascal. Desde Ciudadanos también han señalado que darán "apoyo" a la protesta, pero consideran que el protagonismo tiene que ser de la "sociedad civil" y recuerdan que ellos ya han convocado una concentración para el 11 de junio en Barcelona ante la Delegación del gobierno español para "pedirles que den marcha atrás" con los indultos.
La convocatoria de la concentración en Colón llega en un momento en el que Casado intenta recomponer el centroderecha español después de lanzar una opa hostil a Ciudadanos a raíz de la moción de censura fallida en Murcia. Su equipo está convencido de que han conseguido que Vox se estanque y situarse ya por encima del PSOE en estimación de voto, como han detectado algunas encuestas, a pesar de que todavía no en el último barómetro del CIS, en el que crecen gracias a los naranjas pero todavía están a cuatro puntos y medio de los socialistas.
A pesar de que el discurso del PP, sobre todo en cuanto a la unidad de España, es muy similar al de Vox, Casado ha querido evitar sintonía con la extrema derecha desde que rompió públicamente en el Congreso durante el debate de la moción de censura fallido contra Pedro Sánchez que defendió Ignacio Garriga, el actual líder de la extrema derecha en el Parlament. Pero Ayuso lo pone constantemente entre la espada y la pared: la presidenta madrileña no tiene miedo de acercarse al discurso ultra y de pactar para gobernar –de hecho, ha adoptado partes de su programa– y con esta estrategia ha conseguido frenar el ascenso de Abascal en la capital española.