JxCat emplaza a ERC a forjar un acuerdo de legislatura independentista

No pone "líneas rojas" a la hora de negociar y rechaza que los comunes estén en el Govern

El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, el día siguiente del 14-F
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Después de quedar en el tercer lugar en las elecciones del 14-F y perder el duelo particular con Esquerra por un escaño, la conclusión en el cuartel general de Junts per Catalunya es que le toca a Pere Aragonès (ERC) liderar la formación del nuevo gobierno basándose en un acuerdo de legislatura entre todas las formaciones independentistas. Es decir, entre Esquerra, JxCat y la CUP. El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, ha destacado en una rueda de prensa la mayoría absoluta independentista en votos y en escaños del 14-F y ha asegurado que el electorado manda a los tres partidos a ponerse de acuerdo para hacer "un gobierno fuerte" con una mayoría en el Parlament que lo apoye. Sànchez no ha querido poner "líneas rojas" en la negociación y no ha avanzado qué reparto cree que tiene que haber en el próximo ejecutivo. "Queremos escuchar cuál es la propuesta de Esquerra", ha asegurado, a pesar de que ha mantenido el rechazo a incorporar a los comunes dentro del gobierno porque Junts "solo" quiere un ejecutivo con fuerzas independentistas.

Sànchez ha considerado que el resultado con Esquerra –un escaño de diferencia y 35.000 votos– da la legitimidad a Aragonès para liderar el próximo ejecutivo como president, pero cree que la correlación de fuerzas entre los dos partidos es "de empate técnico". Así, ha rechazado que el electorado haya escogido una estrategia en detrimento de la otra –por primera vez Carles Puigdemont no liderará el bloque independentista–, sino que lo que ha hecho es emplazar a las fuerzas a favor de la independencia a ponerse de acuerdo sobre el rumbo. Así, Sànchez ha argumentado que la CUP es la fuerza independentista que más crece –de 4 a 9 escaños– y que, en términos de interpretar la estrategia independentista que prefiere el electorado, también es una "variable" a tener presente.

Ahora bien, a pesar de que la CUP está dentro de la fórmula que quiere Junts per Catalunya, ¿los cuperos tienen que ser, según Sànchez, dentro del Govern? El secretario general de Junts no se ha mojado sobre si la CUP tiene que estar dentro del ejecutivo y se ha limitado a hablar de un acuerdo de legislatura en el Parlament que permita un gobierno independentista "fuerte". Ha dicho que son los cuperos los que tienen que decidir si quieren o no estar en el ejecutivo –"Son soberanos en sus decisiones y seremos respetuosos", ha asegurado– y ha añadido que no avanzarán cuál es la propuesta de reparto de conselleries que ambiciona Junts. "Le corresponde a Esquerra hacer una propuesta", ha insistido, a pesar de que ha remarcado que hay elementos "muy simétricos" en la pasada legislatura, pero a la inversa. ERC, con diez mil votos menos en 2017 y dos escaños de diferencia respecto a Junts, ocupó siete conselleries y la presidencia del Parlament; mientras que JxCat seis conselleries y la presidencia de la Generalitat.

Lo que sí ha descartado Jordi Sànchez es un escenario de repetición electoral por parte suya. "No hay ningún motivo, tenemos que consolidar la mayoría independentista en el Parlament", ha expresado.

"Voluntad de enmienda" de cara al futuro

Junts per Catalunya ha perdido dos escaños respecto al 2017 después del divorcio con el PDECat y esto les costará la presidencia de la Generalitat, pero Sànchez ha considerado que no ha sido un error forjar el partido de Puigdemont. "Fue una decisión acertada", ha dicho, y ha asegurado que se ha abierto a incorporar gente y a hacer una organización "transversal". Así, ha lamentado que más de 75.000 votos independentistas que optaron por el Partit Demòcrata "no hayan sido útiles" y se hayan quedado sin representación en el Parlament.

Más que a la separación con el Partit Demòcrata, Sànchez ha atribuido el descenso de dos escaños a una acción de gobierno "mejorable" que espera que sea "diferente" la próxima legislatura para recuperar la confianza de estos electores. "Pedimos perdón y voluntad de enmienda de cara al futuro", ha expresado.

También ha añadido, en cuanto a la pérdida de votos absolutos de la candidatura respecto al 2017 –unos 300.000– y a la bajada generalizada de la participación, que el motivo principal de esta situación ha sido la pandemia y ha opinado que los ejemplos de Galicia y el País Vasco, donde también bajó la afluencia a las urnas, lo hacían "inevitable".

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