Caso Borràs

Borràs descarta dimitir y acusa a los partidos de quererla "eliminar como adversaria"

La presidenta del Parlament niega haber cometido ningún delito y rechaza que se le aplique la suspensión prevista en el reglamento

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La presidenta del Parlamento , Laura Borràs, este martes al despacho de audiencias del Parlamento

BarcelonaA media mañana se anunciaba una comparecencia sin mencionar el tema de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que se iba atrasando mientras la mesa del Parlament se reunía. La incógnita, sin embargo, la resolvía rápidamente Borràs al abrir la boca. "No tengo ninguna intención de dar un paso al lado", ha exclamado sin margen de duda a pesar de la presión de los últimos días para que dimita, también de sus socios. "Soy inocente", se ha reafirmado Borràs, que ha insistido que no ha cometido "ningún delito", a pesar de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) la ha dejado a un paso del juicio por el caso de presunta corrupción en la Institució de les Lletres Catalanes.

Borràs ha acusado a los partidos de quererla apartar de la vida política y utilizar el caso judicial que la afecta para hacerlo. "Me quieren eliminar como adversaria política", ha asegurado después de la presión de la oposición, y de manera velada también de Esquerra, para que deje el cargo. La presidenta del Parlament ha replicado de forma implícita a los republicanos después de que le hayan pedido que mueva ficha para no afectar el "prestigio" de la cámara catalana. "Es precisamente pensando en la dignidad del Parlament que considero que no tengo que dimitir", ha sentenciado la también líder de Junts, que ha vuelto a aseverar que la causa contra ella es fruto de una investigación "prospectiva" por "ser quien es" y "representar el proyecto que representa".

En este sentido, ha pedido a los partidos "demócratas" y "sobre todo a los independentistas" que "ahora no hagan de jueces", precisamente lo que se critica de los jueces que actúan "con criterios políticos". "El acoso judicial contra mí es evidente y no lo es para quien da veracidad a informes elaborados por la Guardia Civil", ha dicho, cuestionando las pruebas que ahora están sobre la mesa, como los correos electrónicos en los que habla del fraccionamiento de contratos con el empresario acusado.

Borràs les ha pedido que le apoyen y no le apliquen el artículo 25.4 del reglamento del Parlament, que prevé suspender a los diputados cuando se les abra juicio oral por delitos de corrupción. "No me siento interpelada" por este artículo, ha asegurado a preguntas de los medios de comunicación: "No he hecho nada que sea penalmente punible". En rueda de prensa y preguntado por esta cuestión, el portavoz de la CUP, Xavier Pellicer, ha declinado explicar cuál es el posicionamiento de la izquierda anticapitalista a pesar de la insistencia de los medios de comunicación: "No es una situación sobrevenida, este escenario ya era claro que se produciría (...). Esquerra y Junts tienen la responsabilidad". De este modo, se ha negado por activa y por pasiva a explicar si los cupaires consideran que se tiene que aplicar el 25.4 al caso de Laura Borràs, aseverando que se pronunciarán más adelante. "La guerra sucia del Estado no puede servir para tapar la corrupción, y la corrupción no puede servir para tapar la guerra sucia del Estado", se ha reafirmado el diputado Xavier Pellicer.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, con su equipo en los pasillos de la cámara.

A su parecer, este artículo del reglamento no respeta la "presunción de inocencia", y ha apuntado que hay otros diputados de la cámara a los cuales ya se podría haber aplicado este mismo artículo porque también están pendientes de juicio. Por ejemplo, su predecesor, Roger Torrent, ahora conseller pero también diputado, a pesar de que a él se le juzgará por desobediencia –y no por corrupción– por haber permitido que se debatiera sobre la autodeterminación y se censurara la monarquía en el Parlament. De hecho, solo Josep Maria Jové y Lluís Salvadó están investigados también por el delito de malversación –en el caso de Borràs se suman también los de fraude a la administración, falsedad documental y prevaricación–, en su caso por el referéndum del 1 de Octubre.

Preguntada por si, como presidenta del Parlament, no tiene la misión también de hacer cumplir todas las disposiciones del reglamento, Borràs ha dicho: "El reglamento está lleno de lagunas, de repeticiones e imprecisiones (...). Ya ha habido problemas de interpretación en cuestiones que han sido objeto de reconsideración. Mi objetivo es trabajar para que el Parlament mejore sus condiciones y pueda llevar a cabo la representación de los ciudadanos, y eso quiere decir hacerlo defendiendo todos y cada uno de los derechos, también el de la presunción de inocencia".

De la cuestión también se ha hablado este martes en la rueda de prensa posterior al consejo ejecutivo, informa Quim Bertomeu. Precisamente ha comparecido el conseller de empresa, Roger Torrent, para explicar un conjunto de medidas económicas, pero, como expresidente del Parlament, ha sido inevitable preguntarle cómo veía los problemas de su sucesora. Torrent, a pesar de todo, ha evitado abonar cualquier polémica indicando que no podía pronunciarse por respeto a la "separación de poderes". También la portavoz del ejecutivo, Patrícia Plaja, ha intentado no complicarse: "Lo que pase en el Parlament no tiene por qué afectar al Govern". Si ERC acaba siendo decisiva para suspender a Borràs, Plaja difícilmente acertará en su pronóstico.

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