La legislatura en el Estado

De "la lengua a toda costa" a eliminar la enseñanza de la cultura marroquí: los pactos PP-Vox por los presupuestos

La Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Murcia han llegado a acuerdos con poco tiempo de diferencia, poco antes del congreso de los populares

Barcelona / PalmaEl rompecabezas de los presupuestos autonómicos en España con los pactos entre el PP y Vox ha seguido un mismo patrón: contra el pacto verde europeo y las políticas migratorias y de reparto de menores extranjeros, y en los territorios catalanohablantes, contra el catalán. A pesar el estropicio de los ejecutivos autonómicos por parte de los de Santiago Abascal en junio del año pasado, ambos partidos ya han llegado a un triple entendimiento regional. A mediados de marzo fue la Comunidad Valenciana, presidido por Carlos Mazón; le siguieron las Islas Baleares, el 30 de mayo, y Murcia, el pasado jueves. Unos pactos a nivel regional que contrastan con las comunicaciones cortadas a nivel estatal, según confirman diversas fuentes. ¿Pero cómo ha ido el empuje balear y murciano? ¿Cómo han sido las intrigas de las negociaciones?

El presidente valenciano sentía más urgencia y, de hecho, en Vox presumen de que se hiciera suyo el discurso con tanta claridad. El ARA publicó una reconstrucción de las negociaciones en las que la extrema derecha le avisó de que si no aflojaba pedirían su "cabeza". En los otros dos territorios, los populares rozan la mayoría absoluta: en Murcia costó que Vox entrara en el gobierno antes de romper, mientras que en Baleares nunca entró –firmaron un pacto por la gobernabilidad tras consensuar varios contenidos.

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La lengua, clave en Baleares

"La lengua debe estar a toda costa". Ésta fue una condición de la dirección estatal de Vox a la presidenta del gobierno balear, Marga Prohens. La interlocución directa entre ella y el secretario general del partido ultra, Ignacio Garriga, fue fluida, según fuentes conocedoras de las negociaciones, pero lo que "más costó" fueron las cesiones sobre el idioma. Prohens tuvo que "tragar" más retrocesos por el catalán porque para Vox era imprescindible. En las negociaciones, el papel directo de Garriga ha sido clave, pero también el de su enviada, Montserrat Lluis, del núcleo de poder, vicesecretaria de acción de gobierno y encargada de las negociaciones autonómicas. En las conversaciones telefónicas con Garriga, Prohens habla en castellano, según fuentes conocedoras de Vox, a diferencia de lo que hace en el Parlament, donde siempre emplea el catalán.

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Una de las obsesiones de Prohens es evitar la confrontación social en materia lingüística. La aplicación del trilingüismo en las escuelas de su antecesor, José Ramón Bauzá, hizo perder la mayoría absoluta en el PP en el 2015, y el partido tardó ocho años en recuperar el poder. Pero mientras promete que no volverá a la etapa de Bauzá, el gobierno va cediendo terreno a Vox en el ámbito lingüístico a cambio de su apoyo. Durante las negociaciones, Prohens se negó en redondo a modificar la ley de normalización lingüística y el decreto de mínimos del catalán en la enseñanza, como exigía Vox. Pero, finalmente, ha accedido a incluir al castellano como lengua vehicular en la ley de educación. "No hemos transgredido nuestras líneas rojas en materia lingüística", defendió la presidenta. El ejecutivo balear se escuda en que seguirán siendo los centros quienes decidirán la lengua preferente. Pero Vox –en palabras de su portavoz parlamentaria, Manuela Cañadas– celebró haber dado un paso más en el objetivo de ir "borrando" estas líneas "poco a poco".

Para aterrizar cuestiones del pacto, "sobre todo en lengua", Lluis comandó la última reunión en Mallorca hace una semana, con representantes baleares de Vox y del PP. Un encuentro que "duró horas" para rematar aspectos técnicos sobre la supresión del requisito lingüístico también en algunos ámbitos de la administración. En los últimos meses ambos partidos han acercado posiciones, después de alejarse cuando, a finales del pasado noviembre, el PP votó por error a favor de unas enmiendas de Vox para eliminar el catalán de toda la función pública y como lengua vehicular en las aulas. Los populares tuvieron que aliarse con la zurda para revertirlo. Prohens proclamó que estaba dispuesta a pactar las cuentas con la izquierda, pero no llegó a empezar negociaciones formales al respecto. El PP siempre ha sido consciente de que Vox era su único posible socio. estaban dispuestos a prorrogarles lo que queda de año. "Es Vox quien quiere demostrar que consigue cosas", apuntaba una fuente del equipo de la presidenta.

Prohens hizo una declaración para explicar el acuerdo similar a la de Mazón. En Murcia se hizo rezar hasta el pasado jueves, después de que las negociaciones "se intensificaran" en la última semana. Una "pieza clave" del pacto de la región que preside Fernando López Miras fue que se dejara de impartir el programa de lengua árabe y cultura marroquí en las aulas, tal y como pedía Vox. El PP acabó agradeciendo públicamente la "búsqueda de consensos".

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Un mes antes del congreso estatal del PP, ya hay tres pactos regionales cerrados. ¿Y el resto de comunidades? Por el momento, Aragón no inició las negociaciones por las cuentas y no mostró ninguna prisa, pese a la "predisposición" a alcanzar un acuerdo. Esto contrasta con el escenario "muy alejado" en Castilla y León, según Vox, y más en Extremadura, donde no darían "ni agua" a la presidenta María Guardiola, de la que recuerdan su discurso contra su formación. En estas dos regiones hay dos consejeros que eran de Vox y que se quedaron en el gobierno rompiendo con el partido cuando les ordenaron salir. En el PP también asumen que Extremadura quiere desentenderse de Vox.

Choque estatal, sin llamadas Feijóo-Abascal

Las relaciones entre las direcciones de PP y Vox y sus líderes, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, son "inexistentes", según fuentes de ambas formaciones, en pugna por crecer electoralmente. De eso hace ya tiempo: en el PP recuerdan que ya se rompió el año pasado y que la salida de los gobiernos autonómicos fue un duro golpe. Desde Vox explican que se "congelaron" cuando vieron una "campaña agresiva" del PP para "destruir" a Vox, aprovechando algunas disensiones locales y regionales. Feijóo y Abascal no se reúnen ni se llaman, sólo intercambian alguna palabra si coinciden en el Congreso. Así, las negociaciones por los presupuestos han estado sólo entre los gobiernos autonómicos y la dirección estatal de Vox, sin intermediarios, pero los de Abascal han notado que, "cuando se ha atascado, ha sido por la intervención de Génova".