Luz verde a los presupuestos de la Generalitat de 2022
El Govern saca adelante las cuentas con los 'comuns' y certifica la distancia con la CUP
BarcelonaDespués de doce años sin entrar en vigor el 1 de enero, los presupuestos de la Generalitat de 2022 se han aprobado a tiempo para que el Govern empiece el nuevo año con unas cuentas para estrenar. El Govern ha sacado adelante el proyecto este jueves en el Parlament con el apoyo de los comuns, a los que, a pesar de los recelos de Junts, el conseller de Economía, Jaume Giró, ha agradecido su "responsabilidad" para dar luz verde a sus números. En Comú Podem se ha convertido de este modo en el socio del ejecutivo después de que la CUP se haya desmarcado de la coalición de ERC y Junts y se haya conjurado para "desestabilizar" la legislatura mientras dure la "deriva autonomista" del Govern de Pere Aragonès. "Han hecho un flaco favor al país", ha asegurado la diputada de la CUP Eulàlia Reguant a los comuns, puesto que a su entender han presionado poco al Govern para condicionar los presupuestos y se han limitado a hacer un cambio de cromos por las cuentas del Ayuntamiento de Barcelona. "No es momento de bronca, es momento de diálogo y negociación", ha replicado el diputado de En Comú Podem Joan Carles Gallego, que es quien ha liderado las negociaciones con el departamento de Economía y Presidencia para cerrar el presupuesto.
La CUP ha usado el debate para constatar su distancia con el ejecutivo catalán admitiendo que desde la investidura no han aprobado "nada trascendental" de manera conjunta. Aún así, Reguant no ha querido desgarrar el pacto de ahora hace ocho meses y ha instado al Govern a "reflexionar" durante las vacaciones navideñas. De hecho, el conseller Giró ha instado a la izquierda anticapitalista a volver a sentarse a la mesa para debatir las cuentas de 2023: "En estas cuentas me ha faltado una pieza, la de la mayoría independentista".
Ha insistido en la misma idea el diputado de Junts Joan Canadell. "Me habría gustado que los presupuestos se aprobaran con el 52% independentista", ha dicho, y ha culpado directamente a la izquierda anticapitalista de romper la mayoría soberanista. Ahora bien, ha rebajado el tono respecto al discurso que hizo en el debate a la totalidad -acusó a Aragonès de volver al autonomismo- y al final, a diferencia de su intervención de hace quince días, ha hecho una defensa del sí a las cuentas "parea mejorar la vida de la gente" aunque sea con los comuns de socio.
Precisamente a la ruptura de la mayoría independentista se ha referido la portavoz de los socialistas, Alícia Romero, que ha interpelado al ejecutivo sobre cuál es el rumbo que tomará ahora la legislatura. Ha vuelto a lamentar que Aragonès no quisiera contar con el PSC a la hora de negociar los presupuestos -a pesar de los numerosos ofrecimientos de Salvador Illa- y que tampoco se les haya aceptado "ni una enmienda" a pesar de ser el primer grupo de la cámara. En este sentido, se ha querido desmarcar de los números: a su entender son "al más viejo estilo convergent". Una crítica que ha molestado a las filas republicanas. "Habríamos tenido unos presupuestos al estilo convergent si el PSC hubiera apoyado los presupuestos", ha apuntado la portavoz, Marta Vilalta, que ha defendido que son las cuentas de la "vía amplia". "Tienen la huella de la CUP, la impronta de los comuns y el liderazgo republicano y de Junts", ha acabado.
A su vez, Ciudadanos, Vox y el PP han cargado contra unas cuentas que creen que consolidan el Procés, aunque, a pesar de las amenazas iniciales, ninguno de ellos han recurrido al Consejo de Garantías Estatutarias -lo cual hubiera impedido que las cuentas entren en vigor el 1 de enero-. Lo que sí ha reclamado el partido naranja, sin embargo, es reducir las partidas a los medios públicos, a la ciberseguridad y a la política exterior. "Reclamamos la supresión del departamento de Exteriores", ha asegurado el portavoz, Nacho Martín Blanco.
Catalunya tendrá presupuestos en 2022, pero con unas alianzas diferentes a las de la investidura.