Judicialización

Una maestra jubilada acusada de incitar el odio contra la Guardia Civil, investigada también por injurias y amenazas

Mariona Reig, de 70 años y con movilidad reducida, se niega a declarar por segunda vez

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Reig, con un caminador, junto a Dolors Bassa, a los juzgados de la Bisbal de l'Empordà

 “Vive en Tortosa, hagámosle una visita y le devolvemos el favor”. Este es el mensaje que escribió una maestra jubilada de Palafrugell en Facebook contra un agente de la Guardia Civil que participó en el operativo policial contra el 1-O en Sant Carles de la Ràpita y Roquetes y que la ha hecho volver a pasar por los juzgados. Mariona Reig está imputada con seis personas más por un delito de incitación al odio contra el brigada y el instituto armado, pero la juez le ha notificado este martes que también está investigada por un delito de injurias y amenazas.

A sus 70 años, y con movilidad reducida, es una de las represaliadas del Procés de mayor edad. El guardia civil denunció la difusión de su imagen, y los comentarios que la acompañaban, y esto desembocó en una causa que se ha mantenido secreta durante más de dos años y que tiene más de 1.000 folios, cuyo sumario ayer adelantó El Món. El agente, que no participó en las duras cargas de los antidisturbios durante el referéndum, pero sí que estaba presente de paisano y que fue retratado en uno de los puntos de votación habilitados, acusa a estas siete personas de ser las responsables de su baja laboral por depresión con una incapacidad del 50% reconocida. Que su imagen se hiciera viral provocó que el guardia civil, destinado a Tortosa desde hace 15 años, sufriera un ataque de angustia, según denunció, que le obligó a cogerse la baja por insomnio y ansiedad.

Como ya hizo el 3 de noviembre cuando se acogió al derecho a no declarar, Reig se ha negado a responder las preguntas de la juez durante su comparecencia telemática en los juzgados de la Bisbal de l'Empordà porque la causa se instruye en el juzgado de instrucción 3 de Tortosa. Afuera de los juzgados, donde ha recibido el apoyo de una cincuentena de personas, entre ellas la ex consellera Dolors Bassa, sí que ha hablado para defender su inocencia. Reig ha dicho que se siente "tranquila" y ha lamentado que se le acuse de unos delitos contra los cuales ha luchado toda su vida desde la docencia. "Me he pasado media vida enseñando conocimientos y valores: ¿creéis que diría una mala palabra cuando no lo permitía ni en el patio ni a la clase?", se ha preguntado. En este sentido, ha denunciado que todo el proceso judicial solo busca silenciar el independentismo. "Quieren que estemos callados, pero no pienso callar, diré lo que me parezca", ha remachado.

La defensa pide el archivamiento de la causa

La abogada de Reig, Montse Vinyets, ha cargado contra la juez por mantener el delito de incitación al odio, a pesar de que la Fiscalía le ha instado a retirarlo. "A consecuencia de un escrito del fiscal que reconoció que no se puede imputar un delito de incitación al odio a los cuerpos policiales, puso sobre la mesa la posible existencia de un delito de injurias y amenazas, pero la juez nos ha notificado que también mantiene el delito de odio", ha lamentado la también diputada de la CUP en el Parlament. A su parecer, la inclusión de estos dos delitos es "una manera de salvar esta macrocausa por unos hechos que no tienen ningún tipo de trascendencia". Por este motivo, ha exigido el archivamiento de la causa.

"A nuestro entender, la decisión correcta y jurídicamente aplicable sería un archivamiento absoluto, porque no hay ningún hecho constitutivo de delito; el comentario de Facebook es totalmente inocuo", ha añadido Vinyets, que ha dejado entrever que detrás de la causa se esconde "una pretensión económica por parte del denunciante", porque el guardia civil está de baja y tiene reconocida una invalidez del 50% a raíz de estos hechos. "Alega que ha sufrido numerosos perjuicios morales, físicos y psicológicos; pero hay muchos informes médicos en la causa que las defensas hemos entrado a discutir, porque nos parece que se rompe cualquier relación entre los hechos que él denuncia y las consecuencias que recogen los informes", ha criticado Vinyets. "Eso se tiene que aclarar en la instrucción, pero también encontramos muchas trabas para que esto se investigue", ha espetado.

En la misma línea se ha expresado Bassa, que conoce a Reig de haber trabajado juntas en centros educativos. "Creo que si se decide que esto es un delito de odio, se habrán sobrepasado los límites de los derechos generales que tenemos en el país y, por lo tanto, lo que se tendría que hacer es archivar la causa", ha opinado la ex consellera. Bassa ha señalado que este es "un ejemplo de que la represión no ha parado". "Es bestial que a una persona mayor y discapacitada, porque haya escrito en Facebook, se le puedan imputar delitos de odio; no se entiende de ninguna manera", ha concluido la dirigente de ERC, que ha defendido continuar trabajando para conseguir la amnistía y por el derecho a la autodeterminación.

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