El PP pone a Ribera en la diana pero no cierra filas con Mazón

El presidente valenciano admite "errores" y prepara cambios en el ejecutivo para afrontar la crisis

MadridMientras Carlos Mazón se aferra a la presidencia de la Generalitat Valenciana pese a la creciente presión en la calle, la dirección estatal del PP hace equilibrios por no verse arrastrada por el descrédito de la gestión de la DANA. El presidente valenciano, determinado a no dimitir, pretende limitar los efectos políticos de la crisis a una remodelación de su ejecutivo. Al menos, a corto plazo. La situación es incómoda para Alberto Núñez Feijóo, quien intenta desmarcarse de la agonía de Mazón y limitar los daños a su partido, viendo que la situación se alarga. Asimismo, busca poner el foco en el gobierno español, pese a que se ha conjurado para evitar un tono agrio.

Si la semana pasada el líder del PP parecía dispuesto a lanzar el suyo barón a los leones reclamando a Pedro Sánchez que le tomara el control declarando la emergencia nacional, ahora ha optado por decir que "no contribuirán a enfangar la política española". "Ahora no toca, hay que pensar en los ciudadanos", ha dicho este lunes el portavoz del PP, Borja Sémper, en rueda de prensa ante la pregunta de qué cargos deberían asumir responsabilidades políticas tanto en la administración central como en la autonómica. Esa instrucción de rebajar el tono le ha dado directamente Feijóo a la cúpula popular, según explican fuentes de su equipo. Ahora bien, paralelamente mantendrán la presión contra la ministra Teresa Ribera: justamente este martes se somete al examen de la Eurocámara para ser comisaria y el PP ya ha trasladado a sus compañeros de filas europeos que votarán en contra. Quieren ponerla así en el punto de mira. "Ribera y Sánchez creen que nos tragamos sus maniobras", ha expresado la eurodiputada Dolors Montserrat en X.

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La comparecencia que hará este jueves Mazón en Les Corts da unos días de margen a Feijóo ante la retahíla de informaciones que no cesan de acorralar cada día un poco más al presidente valenciano por su agenda y su actitud en las horas previas a la tragedia del martes 29 de octubre. Génova se escuda ahora en esta cita para evitar pronunciarse. Será Mazón quien se explique. Ahora bien, pese a considerarlo un "evento político relevante", fuentes de la dirección popular niegan saber qué dirá ni hará porque la comparecencia se enmarca en la "política autonómica". Tampoco prevén que asista ningún miembro de la dirección estatal del partido.

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En una comparecencia en los medios un rato antes de que hablara Sémper, Mazón ha subrayado que no está centrado "ni un minuto" en su posición política personal y que siente el "apoyo" de su partido para "asumir la responsabilidad de la reconstrucción". Ahora bien, la cúpula del PP le dejará solo en un día crucial para su futuro político.

Cambios en el ejecutivo valenciano

Mazón realizará cambios al gobierno de la Generalitat Valenciana para "adecuarlo a las tareas de reconstrucción". Si bien no ha hablado de asumir responsabilidades, sí ha admitido que a partir del jueves, después de comparecer en Les Corts, se podrá abrir una "reflexión" sobre los "errores" que "se han podido cometer sin lugar a dudas" sobre la DANA. Sin embargo, Mazón no está dispuesto a ser el único que pague y los ha extendido al gobierno español. Sin embargo, la ciudadanía señala al presidente valenciano y en la visita que ha hecho a Torrent, desde donde ha hablado con los medios de comunicación, ha recibido un abucheo de vecinos que le han tildado "de incompetente" y él ha contestado: "Vino una cantidad de agua por la que no nos avisaron antes".

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Así, Mazón (y en eso coincide con el PP de Feijóo) dirige sus críticas al ministerio de Transición Ecológica, liderado por Teresa Ribera. "Deberíamos haber prestado más atención a la rambla del Poio, fue un error no tener mejor información, aunque no sea competencia estricta y exclusiva de la Generalitat; además, también fue un error estar tan pendientes de la toma de Forata que afortunadamente no se rompió", anotó Mazón. La información sobre la rambla del Poio debía darla la Confederación Hidrográfica del Júcar, que depende del ministerio de Ribera.

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También ha hecho una referencia implícita al polémico almuerzo con la periodista Maribel Vilaplana cuando se ha quejado de "insinuaciones chocantes e incluso desagradables". La sobremesa hizo que no llegara hasta las siete y media de la tarde a la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) el fatídico el martes 29 –aunque el almuerzo, en principio, habría terminado a las 17.30 horas, según el en torno a la periodista–, pero ha querido dejar claro que "el presidente de la Generalitat no es del Cecopio" y que estaba "válidamente constituido" sin que él estuviera allí. "No necesita una presencia política para poder tomar decisiones", argumentó. Además, ha destacado que la Generalitat Valenciana ha "repasado todo lo ocurrido, todos los avisos que se hicieron desde la Generalitat los días anteriores, ese día también, múltiples avisos hasta la alerta final".

Sánchez dice que hay que "escuchar" a los manifestantes

Quien también se mantiene fuera de ese debate es el presidente español, Pedro Sánchez, que este lunes ha vuelto a comparecer en la Moncloa para anunciar un nuevo decreto con medidas para ayudar a los afectados por la DANA. El jefe del ejecutivo del Estado ha insistido en que "habrá tiempo" para entrar en el debate político. "Ahora estamos por lo que estamos. Ahora tenemos que servir a los ciudadanos, responder a las necesidades, reconstruir y relanzar social y económicamente las zonas afectadas", apuntó. Eso sí, ha cerrado filas con Ribera y ha dicho que hay que "escuchar" a la ciudadanía que el sábado se manifestó en Valencia. Por el contrario, Sumar sí pide que Mazón dimita y el expresidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, sin ir tan lejos, ha opinado en una entrevista en À Punt que "políticamente, no puede seguir todo igual".