Serret llega a Catalunya después de que el Supremo le deje en libertad

MadridMovimiento inesperado en la estrategia de los exiliados por el Procés. Este jueves por la mañana la ex consellera de Agricultura Meritxell Serret ha vuelto al Estado para recoger el acta de diputada en el Parlament y regularizar su situación ante el Tribunal Supremo. Exiliada en Bélgica desde la declaración de independencia del 2017, Serret se ha presentado ante el alto tribunal acompañada de su abogado para ponerse a disposición del juez instructor, Pablo Llarena. El magistrado –a través de una secretaria judicial– ha decidido citarla el 8 de abril para interrogarla y ha permitido que quede en libertad mientras llega esta fecha. A las 18h se espera que llegue a su pueblo, Vallfogona de Balaguer, donde ERC ya ha convocado una concentración de bienvenida en la que estarán el todavía presidente del Parlament, Roger Torrent, y los consellers Bernat Solé y Teresa Jordà.

Después de estar unas horas en dependencias judiciales, Serret ha salido en libertad provisional y sin ninguna medida cautelar, más allá de facilitar un domicilio, un teléfono de contacto y estar a disposición de cualquier citación judicial. La ex consellera ha abandonado el Supremo entre los aplausos de diputados en el Congreso de ERC, JxCat, la CUP, PDECat y EH Bildu que se han acercado a darle la bienvenida. A la salida, Serret ha apuntado que está "feliz" y que mantiene "su compromiso" para seguir avanzando hacia una "resolución democrática" y acabar "con la represión al independentismo". Ha añadido que tiene ganas de acabar de recorrer el camino para llegar a su pueblo y reencontrarse con su familia.

Sobre la decisión de volver, Serret ha dicho que todos los exiliados han mantenido siempre este "deseo", pero que ahora había llegado el momento después de un año sin ninguna euroorden contra ella. Fuentes de la defensa no quieren anticipar escenarios pero trabajan en la idea de pedir el traslado de la causa a Catalunya, tal como se hizo en los casos de los miembros de la mesa del Parlament y de la exdiputada de la CUP Mireia Boya.

Serret está procesada por malversación y desobediencia desde marzo del 2018. Las acusaciones son las mismas que había contra los ex consellers Carles Mundó, Meritxell Borràs y Santi Vila, que optaron por quedarse en España e ir a juicio. Finalmente, solo fueron condenados por desobediencia. Además, a otros ex consellers que fueron condenados por sedición se los absolvió de malversación, como es el caso de Josep Rull y Joaquim Forn. "El estado actual de la investigación no refleja hasta ahora gastos concretos efectivamente soportados desde el departamento del que fue consellera", anota el auto del Supremo, que recuerda que no se había tramitado ninguna euroorden contra ella después de la sentencia del juicio del Procés. En cambio, sí seguía vigente una orden de detención en territorio estatal que ahora queda anulada.

En un comunicado, Esquerra ha explicado que Serret ha vuelto a Catalunya con el objetivo de continuar "la lucha política contra la represión y a favor de la autodeterminación", haciendo política desde Catalunya y tratando "de abrir camino al resto de exiliados políticos". En el mismo comunicado, la ex consellera defiende que la decisión tomada "estaba muy meditada" y opina que es "la decisión correcta y el paso lógico" en su lucha para "poner fin a la represión contra el independentismo del estado español". El regreso de Serret llega dos días después de que la Eurocámara levantara la inmunidad a los eurodiputados de Junts Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, que para defenderse habían alegado que en España no tendrían un juicio justo.

“Estoy convencida de que asumiendo estos riesgos estamos abriendo camino para todos los compañeros y compañeras que se encuentran en mi situación”, ha dicho Serret. Los republicanos defienden que, "a pesar de que individual", la decisión de Serret "tendrá implicaciones políticas colectivas y contribuirá a aclarar, facilitar y revertir el proceso judicial contra los centenares de afectados por la causa general contra el independentismo". Según fuentes próximas a la ex consellera, Serret salió de Bruselas el martes en coche y entró en España el miércoles al atardecer.

No conocía los planes de Serret su compañero en el exilio Lluís Puig que, en declaraciones a la ACN, se ha mostrado "muy sorprendido" con la noticia. "Espero que le sirva para su objetivo", ha valorado. El ex conseller de Cultura niega que el regreso afecte a la estrategia del independentismo en el exilio: "Éramos 5 (en Bélgica) y ahora somos 4". Puig ha explicado que si bien Serret no ha compartido la estrategia con él "insinuaba que quería buscar una fórmula de volver". La situación procesal es diferente entre los dos -ha recordado- porque contra él se había presentado una euroorden para extraditarlo por malversación y desobediencia. Contra Puig ahora no hay ninguna euroorden -a la espera de lo que decida Llarena una vez se resuelva la cuestión prejudicial elevada al TJUE- y tampoco contra la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, procesada solo por desobediencia.

También con sorpresa se ha recibido la noticia desde la delegación de la Generalitat en Bruselas. El lunes Serret asistió a la manifestación convocada para apoyar a Puigdemont, Comín y Ponsatí coincidiendo con la votación de su suplicatorio. Ese mismo día se despidió de los trabajadores de la delegación, que no esperaban que se marchara. El jueves y el viernes había anulado reuniones pero había dicho que no se encontraba bien, así que lo mantuvo bajo la máxima discreción, informa Júlia Manresa.

El acta de diputada en el Parlament

Con los precedentes de Mundó, Borràs y Villa sobre la mesa, la situación judicial de Serret se encamina hacia un delito de desobediencia, que conlleva inhabilitación para cargos públicos de hasta dos años. Aun así, ahora todavía se tendrá que fijar fecha para el juicio, y la hasta este lunes delegada del Govern en Bruselas tiene la intención de presentarse el viernes a la sesión constitutiva del Parlament y ejercer sus derechos como diputada, puesto que hasta que no haya condena no estará inhabilitada. “Seguiré trabajando por la República Catalana, ahora desde el Parlament, y defendiendo los derechos y la democracia ante los tribunales, no solo mis derechos políticos, ni los de los independentistas, sino los de todos los catalanes y catalanas, que son permanentemente amenazados por este estado demofóbico”.

El regreso de Serret ha sido recibido con alegría por los dirigentes de ERC. El presidente del partido, Oriol Junqueras, ha celebrado la llegada a través de Twitter: "¡Qué ganas de abrazarte, querida Meritxell Serret! Pondremos fin a la represión contra el independentismo", ha afirmado.

El eurodiputado de Junts per Catalunya y compañero de Serret en el exilio, el ex conseller Toni Comín, también se ha felicitado por el regreso de Serret. "Feliz de que hayas podido volver a casa", ha dicho, y ha añadido que "si alguien puede imaginar" cómo se siente la ex consellera ahora es él mismo.