La Moncloa empieza a señalar a Mazón por la tragedia en Valencia
Feijóo cierra filas con el presidente valenciano, que asegura que se alertó a la población del temporal a partir de los avisos estatales
Madrid / BarcelonaLa trifulca política por la DANA en el País Valenciano ha estallado. En paralelo a la búsqueda de los desaparecidos y el balance de daños materiales, a medida que pasan las horas se multiplican las voces que reclaman responsabilidades políticas por la tragedia, sobre todo por el hecho de que no se alertara antes a la población para evitar que fuera a trabajar o, simplemente, se expusiera a los riesgos. La Moncloa, en este sentido, ya ha apuntado en la Generalitat Valenciana, gobernada por el PP. Pedro Sánchez y Carlos Mazón han escenificado unidad y colaboración en su comparecencia conjunta este jueves por la mañana, pero por detrás se multiplican los reproches y, entre líneas, también se perciben mensajes cargados de intención.
"En circunstancias así hay que poner en valor lo público", ha dejado caer el presidente español, en un momento en el que se cuestiona la decisión de Mazón de eliminar una unidad del servicio de emergencias cuando llegó a la Generalidad Valenciana. Justo antes, Mazón decía: "Presidente, has podido comprobar que los efectivos están al día a día, al minuto, tomando decisiones coordinadas desde la experiencia y la capacidad". Todo ello, disfrazado de un mutuo agradecimiento por la implicación que las administraciones están teniendo para afrontar la catástrofe. "Muchas gracias por la proximidad y la presencia rápida y adecuada. Recibimos el mensaje con cariño", trasladó también el presidente valenciano a Sánchez. De esta forma, el popular se desmarcaba públicamente del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien esta mañana reclamaba al gobierno español "alguna colaboración" y criticaba no haber recibido información de la Moncloa. El presidente español ha respondido garantizando que la "colaboración y cooperación" con la Generalitat Valenciana ha sido "absoluta" y ha prometido "todos los recursos necesarios" para la reconstrucción, tanto estatales como de la Unión Europea.
Feijóo se refería a la discrepancia abierta sobre si se ha actuado tarde y quién tenía sus competencias. Pasada la una de la madrugada del miércoles al jueves, el ministerio del Interior ha emitido un comunicado en el que remarca que la gestión de los planes territoriales de Protección Civil ante una emergencia es competencia de las comunidades autónomas y deja claro que, en este caso, correspondía a la Generalitat Valenciana activar la alerta masiva por el temporal en la población expuesta. "Cuando se detectan posibles riesgos naturales que pueden afectar a población, bienes, infraestructuras, patrimonio cultural y similares, se emiten avisos a los organismos autonómicos de Protección Civil, que [...] activan las alertas correspondientes", se afirma.
El departamento liderado por Fernando Grande-Marlaska salía así al paso de unas declaraciones del presidente valenciano, Carlos Mazón, el miércoles por la noche, que ha reiterado este jueves por la mañana. El popular ha dicho que el traslado de avisos está "protocolarizado" y que se fue informando a los ayuntamientos "puntualmente" y en el "tempo adecuado" de los avisos que les iban llegando de las autoridades estatales. "Se trasladan en modo de aviso, anuncios y alertas cada una de las previsiones de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología), aquí no somos meteorólogos", remachó, y añadió que se reaccionó en todo momento de forma " proporcionada". Le ha avalado Feijóo: "Un presidente autonómico actúa a partir de la información que recibe, que depende de organismos con competencia exclusiva del gobierno central". "Los protocolos de la Comunitat Valenciana se han cumplido", incidió.
La Generalitat Valenciana envió una alerta a los móviles a las ocho de la tarde, cuando la situación se había desbordado y ya había numerosos vehículos atrapados en carretera. Pero Aemet ya había avisado el domingo que el martes se podían producir lluvias torrenciales en la Comunidad Valenciana. "Se esperan chubascos muy fuertes sin poder descartar, hoy día, que alcancen localmente intensidad torrencial. [...] Es posible que en puntos de la Comunidad Valenciana y Murcia se superen los 150 mm en 24 horas", anticipaban. Y la noche del lunes ya envió la alerta roja, tal y como ha recordado el gobierno español. A medida que pasan las horas, la oposición valenciana va señalando cada vez a más Mazón. El portavoz del Partido Socialista del País Valenciano, José Muñoz, ha destacado que "muchísimos alcaldes tomaron medidas preventivas en sus municipios para asegurar la integridad de sus ciudadanos, sin instrucción alguna de la Generalitat ni de sus consellerias".
Desde Compromís, su portavoz, Joan Baldoví, denunció que Mazón está intentando "sacudirse las responsabilidades" y criticó que este jueves en Castellón se esté "repitiendo el mismo patrón" de actuación que en Valencia. "Los niños estaban en la escuela cuando se suspendieron las clases y los trabajadores estaban en las fábricas cuando se les recomendó que volvieran a casa", lamentó tras poner en duda que la Generalitat esté "capacitada para gestionar estas catástrofes”. Movimientos asociativos ya empiezan a hablar de una posible manifestación el día 9 de noviembre para pedir la dimisión de Mazón.
Ha entrado en el debate también el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, que carga su responsabilidad en el ministerio del Interior. Tras participar en un minuto de silencio en Málaga por las víctimas del temporal, aseguró que la catástrofe merecía que el Estado tomara las riendas y declarara una "emergencia de interés nacional" y activara la "situación operativa 3" prevista en el Plan Estatal de Emergencia de Protección Civil. De hecho, El País publica que en la reunión del comité de crisis del martes por la noche, cuando ya se había constituido el Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) entre todas las administraciones, el gobierno español se lo planteó, pero prefirió no retirar el liderazgo en Mazón. Sin embargo, en ese momento ya era tarde y la situación estaba desbordada.