La Moncloa no renuncia a un acuerdo con Junts pese a estar "en las antípodas" de Puigdemont
Rodríguez insiste en la Constitución como marco infranqueable sin concretar si tiene encaje la amnistía
MadridLa conferencia de Carles Puigdemont no ha cambiado la determinación del gobierno español en intentar un acuerdo con Junts para la investidura de Pedro Sánchez. La Moncloa no ve más cerca la repetición electoral después de que el expresidente de la Generalitat haya situado condiciones previas para la negociación y eso ya indica que no existen obstáculos insalvables. En rueda de prensa posterior al consejo de ministros, Isabel Rodríguez ha constatado que PSOE y Junts están "en las antípodas", pero ha dado vigencia a las premisas que situó este lunes Sánchez: la herramienta es el diálogo, el marco es la Constitución y objetivo es la convivencia.
La Moncloa se mantiene en un relato genérico que no entra a fondo en las demandas que ha situado Puigdemont: el abandono permanente de la judicialización del Proceso, reconocer la legitimidad del independentismo y una mediación para verificar los acuerdos a los que se lleguen. Fuentes del gobierno español apuntan que no han recibido con sorpresa las palabras de Puigdemont y muestran un cierto optimismo porque consideran que el líder de Junts haya situado exigencias imposibles de asumir. Ahora bien, tampoco se comprometen a nada y, en relación con la amnistía, no se mojan sobre si tiene encaje en la Constitución. Tampoco pese a la avalancha de preguntas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presente en la sala de prensa del consejo de ministros, dada su condición de magistrado.
Lo que sí han dejado claro Marlaska y Rodríguez es que no habrá soluciones que se salgan de la Carta Magna y han querido dar un mensaje a la derecha. "Nadie se cree que viene el lobo. Ya basta con meter miedo a los españoles", ha anotado la ministra de Política Territorial, quien ha recordado que fue con un gobierno del PP cuando se produjo el referéndum del 1-O y una declaración de independencia. "Sánchez es una garantía para que se cumpla la Constitución", ha insistido.
Recelo por la visita de Díaz
Moncloa insiste mucho en cumplir los procedimientos formales y cree que ahora es el momento de Alberto Núñez Feijóo. Hasta que no fracase, no abrirá vía con Junts, lo que preocupa a Sumar. La vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, optó por visitar Puigdemont en Bruselas este lunes con el objetivo de allanar el terreno de cara a las negociaciones. Si Sumar cree que hace falta ir avanzando trabajo, el PSOE piensa todo lo contrario: que los tiempos son importantes y no consideran que fuera el momento de reunirse públicamente con Puigdemont. "Ha ido por su cuenta y riesgo", insisten en la Moncloa.
La vieja guardia del PSOE ha salido al paso de los últimos movimientos sobre la investidura española con una voz significativa, la del expresidente español Felipe González, absolutamente desaparecido durante la campaña electoral del 23-J. Si el también ex líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero se volcó y tuvo un protagonismo destacado, con una defensa cerrada de las medidas que Sánchez había tomado en relación a Catalunya, como los indultos y la reforma del Código Penal, González no se pronunció . Este martes lo hizo en una entrevista en Onda Cero, en la que admitió que le "costó" mucho coger la papeleta del PSOE y situó la amnistía y el referéndum de la autodeterminación fuera de la Constitución. También criticó que la vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, se reuniera en Bruselas con Puigdemont.
Antes de que hayan comenzado las negociaciones formales para la investidura, Sánchez ya vive un test de estrés por los posicionamientos de voces de su propio partido y de sus potenciales aliados. El lendakari, Íñigo Urkullu, puso sobre la mesa la semana pasada una vía para aumentar el autogobierno y reconocer la plurinacionalidad del Estado sin necesidad de tocar la Constitución y este miércoles el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, aseguró que esa propuesta formará parte de las negociaciones para la investidura. Con las elecciones en Euskadi en el horizonte, el próximo año, el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, receló que les jeltzales quieran hacer la guerra por su cuenta y planteó que las formaciones de obediencia vasca debería plantear una "propuesta conjunta" sobre el encaje de Euskadi en el Estado.