Terrorismo

¿Quiénes son Resistência Galega, el único grupo que el Estado considera terrorista aparte de ETA?

La organización, creada en 2005 y disuelta en 2014, centró los ataques a sedes e instituciones lideradas por el PP

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Juicio de los líderes del presunto grupo terrorista 'Resistencia Galega'

BarcelonaEn la carta que envió el martes a la Europol, el gobierno español subrayó que las únicas organizaciones que considera terroristas son ETA y Resistência Galega (RG). Un argumento para desvincular el independentismo catalán del terrorismo tras incluir algunas de sus acciones, como escarnios y quema de banderas españolas, en el informe. Ésta es una de las condiciones que Junts ha puesto sobre la mesa para negociar la investidura de Pedro Sánchez. ¿Pero quién es, o mejor dicho, quién era ese segundo grupo? RG fue una organización armada independentista gallega de extrema izquierda, creada en el 2005 a partir de un manifiesto con el mismo nombre y que se disolvió en el 2014. Como ETA, pues, hace ya varios años que no está operativa.

Resistencia Galega cogió el relevo de diferentes grupúsculos armados que actuaron en Galicia desde la década de los 70 como el frente militar de la Unión do Povo Galego (UPG), que forma parte de la coalición del BNG, la Liga Armada Galega (LAG ), Loita Armada Revolucionaria (LAR) y el Ejército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive (EGPGC), que es el único con dos muertes atrás (un agente de la Guardia Civil y un cliente de una discoteca donde se activó una bomba antes de tiempo). De hecho, la Audiencia Nacional sitúa el origen de este grupo cuando Antón García Matos, conocido popularmente como Toninho, emprende en 2005 la refundación del EPGPG, organización donde militó y por la que ya pasó por prisión.

Toninho fue uno de los seis detenidos en 1988 después de que este grupo colocara un artefacto explosivo en el chalet del presidente de Galicia, Manuel Fraga. El expresidente gallego también estuvo en el punto de mira de Resistência Galega, que en el 2011 colocó un artefacto en la casa que tenía en Vilalba, justo un año antes de su muerte. La salida, precisamente, del exlíder de AP de la Xunta de Galicia en el 2005, a raíz de la gestión de la tragedia del Prestige y la formación de un gobierno bipartito entre el PSG y el BNG, no supuso impedimento alguno para que el independentismo radical gallego volviera a hacer uso de la violencia contra bancos, energéticas, empresas de trabajo temporal, inmobiliarias y sedes del PP. En sus nueve años de historia, esta organización cometió una cuarentena de atentados, el último de los cuales fue en el 2014 en el Ayuntamiento de Baralla, donde gobernaban los populares y que causó numerosos daños materiales.

El encarcelamiento de algunos de sus miembros y la detención en 2019 de Toninho y su pareja, Asunción Losada Camba, que llevaban trece años en búsqueda y captura y que vivían en una masía abandonada en el municipio de Fornelos (Pontevedra) , representaron el fin de la organización. Sus dos líderes aceptaron una pena de 28 años y 3 meses de cárcel tras reconocer los delitos que les imputaban y ver rebajada así la condena.

Así se ponía el punto y final a una organización que nunca reivindicaba las acciones y propugnaba una resistencia anónima sin nombres ni siglas. Esto ha hecho que varias personalidades y partidos hayan incluso cuestionado su existencia y que el juez de la Audiencia Nacional Ramón Sáez, en un juicio contra los autores de un atentado, emitiera un voto particular rebatiendo que Resistência Galega pueda tener las características de una banda terrorista como defiende el Estado.

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