Montse Venturós: la alcaldesa que lo volvió a hacer por Jordi Cuixart
BarcelonaMontse Venturós (Berga, 1985) anunciaba martes que deja la alcaldía por la depresión que sufre desde hace cinco meses. La todavía alcaldesa de la primera capital de comarca gobernada por la CUP admitió que quería acabar este segundo mandato pero que no veía como un fracaso su ida. “El fracaso es estar enferma y esta rueda de prensa es un grito contra el estigma de la salud mental”, dijo.
De hecho, ya tenía decidido no volverse a presentar como cabeza de lista en 2019, pero una visita a Jordi Cuixart en Lledoners en diciembre de 2018 la hizo cambiar de idea. El presidente de Òmnium le preguntó si repetiría y ella le respondió que ni loca, que le daba mucha pereza después de su inhabilitación y de un conflicto interno en la Patum. “Y que te crees, ¿que no me da pereza a mí estar aquí dentro? Pues ya sabes qué te toca”, rebatió Cuixart. Por responsabilidad con los presos políticos, se volvió a presentar.
La mochila, sin embargo, ya la llevaba muy llena. El 4 de noviembre de 2016, el mismo día que los Mossos la detuvieron por haber desobedecido dos veces la citación judicial manteniendo la estelada en el Ayuntamiento, supo que su madre se moriría. La inhabilitación de seis meses tampoco fue fácil. Delegó todas las funciones administrativas en el número 2 y se quedó como alcaldesa simbólica en lo que ya se conoce como la vía Venturós.
A Venturós la incomodaba que el Casal Panxo y la CUP de Berga asumieran su sueldo a pesar de que seguía trabajando con la misma intensidad en el consistorio. Como lo hacía en la tienda de legumbres cocidas de la familia que regentaba antes de dar el salto a la política municipal, en que considera que la CUP tiene que centrar todos sus esfuerzos. Ella es una de las voces más contrarias a estar en el Parlament o en el Congreso.