Municipalismo

"Esto es una olla de presión": Mataró pone a prueba el discurso de ley y orden del PSC

Podemos, que forma parte del gobierno municipal, se desmarca y acusa al alcalde Bote de asumir el marco de la derecha y la extrema derecha

BarcelonaLos disturbios en el barrio de Cerdanyola de Mataró de hace una semana han puesto contra las cuerdas al gobierno de la ciudad, del PSC y En Comú Podem. Todo empezó con un intento de ocupación de un piso vacío que desató. una ola de protestas por la crisis de la vivienda del barrio, como ya ocurrió en Salt con el desahucio de su imán. Y, como también ocurrió entonces, PP y Vox han aprovechado los disturbios —con contenedores y vehículos quemados y una decena de detenidos— para acusar a los socialistas de dejadez de funciones en materia de seguridad. Ante esto, el alcalde de Mataró, David Bote, ha prometido contundencia ante unos hechos de los que acusa a "grupos extremistas" (de derechas y de izquierdas) como atizadores e instrumentalizadores. En coordinación con la conselleria de Interior, se ha multiplicado la presencia policial en el barrio —con altos índices de pobreza y un 26% de vecinos de origen extranjero— y las identificaciones a jóvenes. Una estrategia de mano dura que critican al Sindicato de Vivienda y varias entidades antirracistas de la ciudad, que consideran que el PSC ha preferido asimilar su discurso al de la derecha y la extrema derecha en lugar de prestar atención al malestar social tras las protestas.

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Pese a las críticas, el PSC mantiene el rumbo y garantiza que no le temblará el pulso a la hora de actuar contra los empleos ilegales, una bandera que, en su día, ya enarbolaba la ahora consejera de Interior, Núria Parlon, cuando era alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet. Desde las pasadas elecciones municipales, en el PSC consideran que es clave situar en el centro el discurso sobre la seguridad para evitar la fuga de votos hacia la extrema derecha, sobre todo de cara a las próximas municipales. Fuentes socialistas reivindican que, más allá de la "minoría" que protesta, los vecinos de un barrio humilde como Cerdanyola quieren que los poderes públicos les garanticen salir a la calle con tranquilidad, como los demás lugares de Catalunya con problemas similares que Vox y Aliança Catalana buscan capitalizar. Una tesis que comparten en En Comú Podem, aunque desde el grupo municipal tampoco esconden que mantienen ciertas diferencias con la "forma de expresarse" de Bote, a quien varias fuentes coinciden en situar en el flanco más conservador del PSC.

En cambio, quien sí que se ha desmarcado públicamente del posicionamiento del gobierno municipal es Podemos (a pesar de formar parte de la coalición), en un nuevo choque municipal con Comuns. El partido lila puso el grito en el cielo ante el hecho de que el gobierno englobe bajo la etiqueta de "grupos extremistas" tanto a los sindicatos en defensa del derecho a la vivienda como a Vox. "Es precisamente esa equidistancia intolerable y la inactividad contra las causas reales de la crisis de la vivienda la que lleva a las situaciones de desesperación en nuestras calles", afirman en un comunicado. En Comú Podem lleva, precisamente, el área de vivienda dentro del gobierno, donde entró en el 2019. En el acuerdo con el PSC, le arrancaron el compromiso de implementar la reserva del 30% del suelo para viviendas protegidas –una medida a la que los socialistas han declarado la guerra en Barcelona– y activar más pisos de protección oficial.

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Un desahucio previsto para el martes

Esta semana no ha habido nuevos altercados en Cerdanyola, pero los vecinos avisan de que el barrio puede estallar de nuevo en cualquier momento. "Es una olla a presión", comenta al ARA un vecino vinculado al tejido asociativo. Sin ir más lejos, el próximo martes ha programado un nuevo desahucio de una familia. En la asamblea convocada por el Sindicato de la Vivienda el lunes 14 de abril se reunieron hasta 300 personas y se puso de manifiesto el malestar con los desahucios de los últimos meses: el 25 de febrero, por ejemplo, el desalojo de una familia con cuatro hijos ya tensionó mucho el barrio por el elevado número de e. Según diversas fuentes presentes, la asamblea se desarrolló de forma pacífica con la participación de jóvenes, familias y activistas. De acuerdo con su relato de los hechos, fueron unos chicos muy jóvenes quienes se desmarcaron de ese buen clima e iniciaron una pelea con la policía. A raíz de ello, el presidente de la mezquita de Cerdanyola intentó hacer de mediador para que no se repitieran los enfrentamientos, y los Mossos están en contacto con representantes del tejido social para tomar el pulso al enfado vecinal. Pero, según fuentes presentes en estos encuentros, incluso hay voces dentro del cuerpo policial que admiten que la crisis de la vivienda es un polvorín en el barrio.

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Todas las asociaciones de vecinos han condenado de forma unánime los actos vandálicos, pero también avisan al consistorio de que la respuesta no puede ser sólo la intervención policial y que hay que ir a la raíz del problema. Oficialmente, el Ayuntamiento desvincula una cosa de la otra. "No hay que mezclar las cosas. Hay grupos extremistas de ambos lados que están aprovechando estos disturbios para sus propios intereses", insistió la concejala de Seguridad de Mataró, Núria Moreno. De momento, el consistorio ha accedido a crear una mesa de vivienda con las entidades para analizar qué hacer ante los desahucios de personas vulnerables, que podría votar en el pleno del próximo 8 de mayo.

Vox instrumentaliza un nuevo incidente

Más allá de las protestas, la extrema derecha ha aprovechado un nuevo incidente en el barrio para volver a cargar contra la inmigración. Se trata de la paliza que tres menores clavaron a un chico de 13 años la tarde del 23 de abril en la calle de Sant Sebastià, junto a la Escuela la Lámpara y el Instituto Puig i Cadafalch, y que se hizo viral por un vídeo que publicó el medio local Cabezudo. En declaraciones a TV Mataró este lunes, Bote ha condenado el ataque, contra lo prometido "tolerancia cero", y también las pintadas racistas que han aparecido en el centro. También ha explicado que están en contacto con la familia de la víctima: "Queremos expresar nuestro apoyo total. También quiero resaltar la rápida actuación de los Mossos d'Esquadra". La extrema derecha españolista contraataca e incluso su líder, Santiago Abascal, se refirió al suceso para asegurar que "solo Vox" está denunciando "esa realidad".

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