La participación en el 14-F se desploma hasta el 53,4%, la cifra más baja de la historia democrática catalana

El 79,09% del electorado participó en los últimos comicios, los de 2017

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Del 79,09% de 2017 al 53,4% del 14-F. Los decimoterceros comicios en el Parlament de Catalunya, marcados por la pandemia y el voto por correo, se saldan con la cifra más alta de abstenciones de la historia democrática catalana con el 96% de los votos escrutados. La participación se ha desplomado 25 puntos en comparación con las últimas elecciones, cuando se alcanzó una cifra récord. El 14-F se ha quedado a las puertas de igualar la media de participación catalana que, excluyendo los extraordinarios datos registrados en las elecciones del Procès, en 2015 y en 2017, es del 60,8%. Hasta ahora, la cifra más baja se había registrado en 1992, con un 54,87% del electorado, en unos comicios que ganó por mayoría absoluta CiU.

El conseller de Acció Exterior, Relacions Institucionals i Participació Ciutadana, Bernat Solé, atribuyó la caída de la participación a la emergencia sanitaria causada por el covid, que también ha propiciado las peores cifras de participación de las últimas dos décadas en otros territorios del Estado, como Galicia (con un 49% de electores) y el País Vasco (50,8%). "Es evidente que la celebración en pandemia nos ha traído este descenso de la participación", señaló. El conseller, sin embargo, ha hecho un agradecimiento público al millar de personas que han hecho posible las elecciones y el comportamiento ejemplar de la ciudadanía a lo largo de la jornada. "Más allá de los resultados electorales, la ciudadanía catalana ha ganado", ha afirmado, y ha insistido en que no se pueden hacer comparaciones con las elecciones de 2017, dada la excepcionalidad de los resultados de estos comicios.

La demarcación de Girona, con un 47,04%, es la que registraba a las 18 h una participación más elevada de las cuatro de Catalunya, si bien los electores han caído un 21,12% respecto al año 2017. La sigue de cerca Lleida, con un 46,16%, donde la participación ha bajado un 20,49% respecto a los últimos comicios. En Barcelona habían votado el 45,93% de las personas llamadas a las urnas, un 22,65% menos, mientras que las comarcas tarraconenses eran las que registraban un porcentaje más bajo, del 42,84%, un 24% menos que en 2017.

Solé ha relativizado la caída de la participación respecto a los últimos comicios, los del 2017, subrayando la excepcionalidad de esas elecciones, las que más votos registraron de la historia democrática de Catalunya, junto con las de 2015. El conseller ha destacado que la bajada es de un 10% respecto a las elecciones del 2012 y de un 3% respecto a las del 2010. De hecho, la media de participación en Catalunya, excluyendo los datos del 2015 y del 2017, es del 60,8%.

Segons Solé, la fuerte caída de la participación tiene varias explicaciones, todas relacionadas con la pandemia. La primera, ha dicho el conseller, es la subida del voto por correo, de un 350% respecto a los últimos comicios de diciembre del 2017. El voto por correo no se contabilizará hasta que no cierren los colegios, a las 20 horas. De hecho, el conseller también ha confirmado que las cuatro juntas electorales provinciales han decidido no alargar la jornada de las mesas, que cerrarán a las 20 horas tal como estaba previsto.

Aparte de esto, el Govern ha recomendado que las personas más vulnerables al covid-19 (gente mayor o con enfermedades crónicas, entre otros colectivos) fueran a votar entre las 9 y las 12 horas. El conseller ha asegurado que este hecho ha provocado que durante las primeras horas de la mañana hubiera menos personas llamadas a votar si se seguían las recomendaciones. Solé ha considerado a mediodía que la participación, del 22%, es "asimilable" a la de otras elecciones celebradas en otros lugares desde el estallido de la pandemia.

Hay que tener en cuenta, además, que este año las elecciones tienen lugar un domingo, como acostumbra a ser habitual, mientras que las del 2017 fueron en jueves, puesto que las convocó el gobierno español a raíz de la aplicación del artículo 155. En esa ocasión, se trató de las elecciones al Parlament con una participación más elevada de la historia.

Solé ha asegurado que las medidas de protección en los colegios electorales garantizan a los electores "seguridad", pero a pesar de esto ha pedido a los votantes que vayan a las urnas que actúen con "responsabilidad" y mantengan las medidas higiénicas y sanitarias básicas. Así mismo, ha hecho un llamamiento a llevar el voto preparado de casa para minimizar el tiempo que se dedica a votar.

Incidencias

A lo largo de la mañana se han registrado incidencias que han retrasado la apertura de mesas en todo el territorio. No obstante, Solé ha celebrado que finalmente se hayan podido constituir todas, por lo cual se evita que se tengan que reabrir mesas 48 horas después (es decir, este martes), tal como marca la normativa en caso de que no se pueda constituir una mesa.

Las juntas electorales de zona han sido informadas de las incidencias en la configuración de las mesas electorales, también en los casos en los que se ha empezado la votación en mesas donde faltaba uno de los tres miembros que la conforman, lo cual supone vulnerar la normativa, que obliga a tener a un presidente y dos vocales antes de aceptar los votos de los electores. Según Solé, las varias juntas tienen conocimiento de estas incidencias, pero han autorizado la apertura del 100% de las mesas.

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