Los partidos se encallan y el Parlament seguirá pagando las mismas dietas a los diputados
No hay acuerdo porque 815.000 euros del capítulo de desplazamientos pasen a tributar como parte del sueldo
BarcelonaEl presupuesto del Parlament para el 2022 estaba hecho con la idea que en el mes de enero habría un acuerdo entre los grupos parlamentarios para reformar el sueldo de los diputados. De hecho, el reglamento de la cámara prevé desde hace tiempo que progresivamente se vaya incorporando el dinero que cobran en concepto de dietas de desplazamiento, y que están libres de retribución, en el resto del sueldo, teniendo en cuenta que todo el mundo acepta que no deja de ser un concepto más del salario. Aun así, el desacuerdo entre los partidos sobre la fórmula para hacerlo ha hecho que salten por los aires las previsiones contables y este martes se haya decidido modificar las cuentas del 2022: los 815.000 euros que se tenían que destinar al capítulo primero, el de las remuneraciones de personal, tienen que volver al capítulo segundo, de bienes y servicios, que es de donde se cobran las indemnizaciones de los diputados para desplazarse.
Todos los miembros de la mesa menos la CUP han avalado este cambio después de que lo haya solicitado la auditora de cuentas de la cámara catalana por una cuestión de corrección contable. Fuentes de la izquierda anticapitalista denuncian la carencia de acuerdo entre los partidos y que mantengan este tema encallado. "La no-solución por parte de la mesa es un problema muy relevante", afirman. Esta ha sido una de las discusiones en la reunión de este martes, donde también se ha abordado la información que ayer publicó el ARA: los miembros de la mesa han hecho más de 400 viajes en coche oficial a pesar de cobrar dietas. Se ha convenido que cada uno de los miembros seguirá haciendo lo que crea a título personal y no se ha llegado a ningún pacto global: los miembros de la CUP, por ejemplo, no utilizan el coche del Parlament, mientras que la presidenta de la cámara, Laura Borràs, ha decidido renunciar a las dietas porque hace uso del vehículo en sus desplazamientos. El resto de miembros seguirán usando el coche oficial y cobrando indemnización por desplazamiento hasta que no se cierre el acuerdo sobre la reforma del sueldo de los diputados.
Negociación encallada
¿Qué es lo que encalla la negociación? Ahora mismo los parlamentarios no pagan IRPF de una parte de su sueldo porque lo perciben en concepto de dietas y si lo incorporan al salario total tendrían que pagar impuesto sobre la renta. Por lo tanto, perderían una parte del poder adquisitivo que hasta ahora reciben de forma cuestionable (los mismos partidos asumen que las dietas son, al fin y al cabo, una parte fija más del sueldo). La CUP es el único grupo dispuesto a asumir la pérdida de poder adquisitivo de los diputados (que cobran entre 60.000 y 160.000 euros anuales). En cambio, los otros grupos parlamentarios defienden que sea el Parlament quien asuma este IRPF par que, a la práctica, los diputados acaben cobrando lo mismo. Ahora bien, esto implicaría un incremento bruto del sueldo de los diputados y más gasto en sueldos para el Parlament. Y ningún partido quiere cargar a las espaldas esta decisión impopular.
En el fondo los diputados siempre han admitido, con la boca pequeña, que estas dietas de desplazamiento eran en realidad un sobresueldo para compensar una retribución que la mayoría encuentran baja en comparación con el Govern. Una fórmula que hasta ahora les ha servido para esquivar el debate sobre si hay que subir el salario a los diputados, siempre incómodo políticamente pero que la presidenta del Parlament, Laura Borràs, decidió abrir al inicio de la legislatura.
Las dietas actuales
Las cifras son las siguientes: un diputado raso cobra 2.921 euros al mes de sueldo fijo, a los cuales se tienen que sumar complementos en función de si son presidentes de grupo, portavoces o presiden alguna comisión legislativa (entre 600 y 3.000 euros más al mes). A este dinero se añade una cantidad variable al año para sufragar los desplazamientos en función de la residencia: 16.975 euros anuales dentro del área metropolitana, 22.070 hasta 80 km, 23.694 hasta 190 km y 23.895 a más distancia. Esta cantidad no tributa y se cobra tanto si los diputados se desplazan como si no. La idea era incorporarlo progresivamente en el sueldo y después justificar los desplazamientos para poderlos cobrar. Ahora mismo no hay pacto sobre cómo incluirlo para quien asume el IRPF, pero tampoco sobre cómo sufragar después los gastos de desplazamiento de los parlamentarios: hay diputados que piden que se mantenga una parte de asignación fija en concepto de indemnizaciones por desplazamiento (por lo tanto, que se cobre sin tener que justificar los viajes), mientras que otros ven con buenos ojos que se tengan que detallar los gastos.
En todo caso, un debate abierto que tiene repercusiones presupuestarias para la cámara catalana.