El PP alarga la fecha de caducidad de Alejandro Fernández
Los populares catalanes todavía no han abordado la convocatoria de su congreso y priorizan centrarse en marcar el rumbo a la oposición a Salvador Illa
BarcelonaLos congresos de Junts y de ERC no son los únicos que deberían celebrarse a finales de año. El PP catalán también tiene en el horizonte un congreso, después de que se haya ido aplazando desde el otoño del 2022, que es cuando debería haberse hecho. Alejandro Fernández fue elegido presidente del partido el 10 de noviembre de 2018 y lleva casi dos años su mandato caducado, pero la fecha de vencimiento se va alargando. El congreso se fue posponiendo por el ciclo electoral que se preveía con los comicios estatales y, después, los catalanes de este año. Sin embargo, a estas alturas tampoco es la prioridad y la formación está centrada en construir su alternativa al gobierno de Salvador Illa, más que en ponerse a renovar la dirección. El congreso autonómico todavía no se ha abordado internamente, según ha podido saber el ARA, y la convocatoria no se espera inminente. Prefieren actuar con prudencia, apuntan las fuentes consultadas, ante cómo puede evolucionar el escenario de la gobernabilidad estatal y catalana.
Lo que está claro es que a raíz de los buenos resultados el 12-M, con 15 diputados, quintuplicando los tres del 2021 y saliendo de la travesía del desierto que duraba desde el 2017, las cosas han cambiado y ahora se presentan como el oposición contundente unionista a la vez que quieren poner sobre la mesa temas cotidianos de los ciudadanos. El liderazgo de Fernández está fortalecido tras los comicios y las distintas sensibilidades ven que el proceso congresual no es el reto más urgente, mientras están confiados en que cuando tenga que ser le afrontarán "con calma, tranquilidad y sin prisa", apuntan los consultados por este diario. Es decir, no creen que sea momento para pugnas internas por los nombres a la dirección, cuyo partido ha tenido puntos de vista diferentes sobre el liderazgo en los últimos años: sin ir más lejos el puesto de cabeza de lista por Alejandro Fernández bailó hasta el final.
Ahora, desde el entorno de Fernández, desprenden optimismo: sostienen que es evidente que con los buenos resultados "todo es más fácil", si bien también están focalizados en marcar el rumbo político. Por tanto, confían en que el liderazgo de Fernández al frente de la formación en Catalunya se verá revalidado cuando sea el momento. Cuando ocurra sería su primera reválida desde que fue elegido en el 2018, la versión 2.0 del líder popular. Otras fuentes consultadas apuntan a que todavía está todo abierto y que habrá que hablar de cómo se concreta la nueva dirección, pero añaden que el ambiente es de "normalidad", sin tensiones. En este sentido, destacan el trabajo conjunto en la campaña del 12-M entre los distintos talantes, como Fernández con Dolors Montserrat y Santi Rodríguez, con buena sintonía con la dirección estatal. "Se demostró que así se logran resultados", aseveran. De hecho, Montserrat terminó siendo la directora de campaña.
Y es que el liderazgo de Fernández estuvo en cuestión dentro de la organización. De hecho, Alberto Núñez Feijóo dudó hasta el final a la hora de designarle como el presidenciable en la Generalitat, con un baile de nombres en el que se llegó a plantear el de Montserrat. Ahora, sin embargo, la etapa es totalmente nueva y todo va sobre ruedas para la reválida de Fernández, con el aval de los resultados cuando se convoque el congreso, aunque habrá que reflejar la pluralidad interna. De hecho, actualmente ya se refleja con el tándem en la presidencia de Fernández y la secretaría general en manos de Rodríguez.
Dureza y pragmatismo
El PP se ha erigido en el líder de la oposición "constitucionalista" en el ejecutivo. Lo ha hecho combinando la dureza contra el gobierno de Isla con el pragmatismo, tratando cuestiones del día a día haciendo "política útil". Esto hace que hayan lanzado la acusación de "independentista" al ejecutivo de Isla –sobre todo en sus políticas "nacionalistas" y sus acuerdos con ERC– y criticaron la financiación singular, la "confederalización de España" y los chiringuitos del PSC "colocando familiares". Ahora bien, los diversos perfiles del grupo, como el portavoz parlamentario, Juan Fernández, que también es teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Badalona y mano derecha de Xavier García Albiol, ponen el acento en la inseguridad y las ocupaciones legales, con un discurso contundente pero también centrado en políticas de vivienda o sanidad y educación. De hecho, el partido prioriza la seguridad y ha anunciado que presentarán un plan de choque en ese ámbito. Asimismo, los diputados de los distintos lugares del Principado también están poniendo sobre la mesa reclamaciones y problemáticas locales, después de siete años en los que ni siquiera tenían diputados más allá de la circunscripción de Barcelona.