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El PP hace equilibrios para no desautorizar a Ayuso

El partido evita secundar el incumplimiento del decreto de ahorro energético en Madrid

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Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso a la llegada en el congreso del PP de Madrid de este sábado

MadridEl pasado lunes, la misma noche que el gobierno español aprobó el nuevo plan de ahorro energético, Isabel Díaz Ayuso hacía un tuit: "Por parte de la Comunidad de Madrid no se aplicará. Madrid no se apaga. Esto genera inseguridad y asusta el turismo y el consumo. Provoca oscuridad, pobreza, tristeza, mientras el gobierno tapa la pregunta: ¿qué ahorro se aplicará a sí mismo?" La amenaza la concretó algo más al día siguiente el vicepresidente del gobierno madrileño, Enrique Ossorio, que prometió dejar sin efecto las medidas que estén "dentro de su competencia" mientras el gobierno de la comunidad estudia llevar el decreto al Tribunal Constitucional. Ante el nuevo embate de Ayuso, que se enmarca en su particular batalla contra el gobierno estatal, el PP de Alberto Núñez Feijóo hace equilibrios para no desautorizarla. El coordinador general de los conservadores, Elías Bendodo, ha asegurado este miércoles que "entiende" el enojo de la presidenta madrileña, pero ha evitado secundar su amenaza de incumplir el decreto.

Desde que Feijóo comanda el PP, la relación con la presidenta madrileña no tiene aristas. El estilo y la manera de hacer de los dos dirigentes son muy diferentes, pero el líder popular se ha prometido a sí mismo dejar espacio a Ayuso para no ponérsela en contra como había hecho Pablo Casado, que acabó pagando las consecuencias con su salida del partido. Por eso, del mismo modo que ya había evitado entrar últimamente en batallas ideológicas –como la de las becas para familias de clase alta–, Génova se ha vuelto a poner de perfil con la nueva polémica de la dirigente madrileña. El objetivo es continuar cultivando el aura de moderación y el perfil gestor y de oposición responsable que tantos réditos está dando a Feijóo en las encuestas –un sondeo este mismo miércoles de El Confidencial le daba hasta 137 diputados, 44 más que el PSOE.

Bendodo se limitó a decir en un primer momento que el partido daba "libertad" a todos los presidentes autonómicos populares para decidir "si aplican o no" estas medidas. Pero por ahora solo el presidente de Murcia, Fernando López Miras, se ha puesto junto a Ayuso y ha asegurado que estudiarán las posibilidades jurídicas que hay para no aplicar el decreto. El andaluz Juanma Moreno, en cambio, ha admitido que "la norma es la norma" y que recurrirla "no exime" a cualquier gobierno de cumplirla. Y a pesar de entender "el enojo" de Ayuso, este miércoles Bendodo ya ha evitado responder en una entrevista en TVE sobre la voluntad del gobierno madrileño de no acatar el decreto del ejecutivo español. "Lo que me parece mal es que el gobierno lo imponga", ha respondido, situando el debate en el hecho de que la Moncloa haya "impuesto" las medidas en lugar de haberlas compartido antes con el principal partido de la oposición.

El PSOE pincha en las diferencias

Pese a las críticas, el número tres de los populares ha aprovechado para volver a alargar la mano al gobierno español para hablar del plan. Desde que Feijóo es presidente del PP, los ofrecimientos de diálogo han sido múltiples, pero todo ello no se ha traducido en nada, porque el ejecutivo español mantiene la apuesta, en la mayoría de los casos, de sacar adelante su agenda legislativa con la mayoría de la investidura (con excepciones como por ejemplo la ley del audiovisual). Bendodo ha prometido que el PP esta vez también "estará a la altura". Y si bien no ha querido revelar si están dispuestos a apoyar el plan cuando llegue al Congreso, tampoco ha dado por hecho el voto en contra que seguramente querría Ayuso. Lo decidirán cuando conozcan los "detalles" de la propuesta.

Ante estos equilibrios, el PSOE ha aprovechado en las últimas horas para pinchar en las diferencias del PP. Varios ministros y también el portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, han exigido a Feijóo que "ponga orden" en su partido –el mismo que piden los populares en el gobierno español cuando airea sus diferencias con Unidas Podemos–. López ha instado a los conservadores a recordar a Ayuso que "la ley en democracia se cumple", mientras que la titular de Transportes, Raquel Sánchez, ha advertido que "Madrid no se puede convertir en un poblado galo". A pesar de todo, Ayuso insiste en cargar contra el ejecutivo español y apunta a su presidente, Pedro Sánchez, a quien ha vuelto a tildar de "totalitario".

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