Pradas colla Mazón: entregará todos los 'whatsapps' con él y Cuenca del día de la dana

Los mensajes deben corroborar que no hablaba con el ex jefe del Consejo siguiendo las indicaciones de no molestarle

Salomé Pradas en 'Salvados'

Barcelona / ValenciaSalomé Pradas, la consejera investigada por la dana, ha pasado a la ofensiva desde que Carlos Mazón dimitió de presidente. Antes Mazón le había señalado como máximo responsable de la tragedia destituyéndola y sacudiéndose cualquier responsabilidad en el envío tardío y erróneo de la alerta a la ciudadanía. Pradas ya lo demostró cuando desmintió al ya ex jefe del Consell, que a las puertas del aniversario de la tragedia aseguró que no le había informado del Es Alert. Pradas aseguró que lo había hecho a las 19:43 h tras llamarle dos veces previamente sin que Mazón le cogiera el teléfono: el expresidente sostuvo que tenía el móvil en la mochila.

Pero el giro de su estrategia ha sido más evidente con la entrevista que ofreció el domingo en el programa Salvados de La Sexta, en la que apuntó directamente hacia la despreocupación del expresidente e hizo duros reproches a su actuación. No le puso en problemas judiciales, pero sí socavó aún más su ya deteriorada imagen pública. En esa entrevista la exconsejera dejó caer que disponía de mensajes de WhatsApp con el expresidente que todavía no había hecho públicos. Ante este ofrecimiento en bandeja de plata, la magistrada le pidió si estaría dispuesta a entregar estas comunicaciones al juzgado y Pradas, que ya había facilitado las llamadas de ese día, no dudó ni un momento y facilitará que salgan a la luz. Lo hará en un par de días, cuando recopile toda la información. Los mensajes solo se refieren a la jornada del 29 de octubre, y sólo por la mañana, porque Pradas reveló en la entrevista que no intercambió con Mazón ningún mensaje por la tarde, durante las peores horas de gestión de la emergencia.

La información con la que cuenta como parte de su estrategia de defensa son los mensajes que intercambió tanto con Mazón como con su núcleo duro y con el resto de miembros del Consell o personas en el exterior del Cecopio con los que pudo intercambiar mensajes durante la dramática jornada del 29-0 que acabó con la muerte de 229 personas. En este sentido, Pradas entregará también los mensajes con la cabeza de gabinete y mano derecha de Mazón, José Manuel Cuenca.

La desconexión de Mazón

Los mensajes permitirán corroborar que a partir de las 14 h Pradas sólo se dirigía a Cuenca, porque le había dicho que no molestara a Mazón porque tenía "actos". Cuenca, en la comisión de la dana en el Congreso, dijo no recordar "en absoluto" haberle hecho esta petición a Pradas en la conversación telefónica que mantuvo con la exconsejera a las 13.20 h, pero encontró "muy normal" que le dijera que Mazón no podía atenderla porque tenía distintos actos. La única cita que tenía a partir de esa hora, sin embargo, era la polémica comida con Maribel Vilaplana en El Ventorro que se demoró casi cuatro horas.

En la entrevista, Pradas explicó que intentó hablar con Mazón poco antes de las 13 h el día de la dana. "No me cogió el teléfono", admitió la exconsejera. Y explicó que decidió comunicarle las dos alertas de que Emergencias acababa de decretar "por mensajes". Se trata de las dos alertas hidrológicas emitidas para el río Magro a las 11:45 horas y la del barranco del Poyo a las 12:20 horas, que ya no se retiraron durante todo el 29 de octubre. Aunque desde Presidencia de la Generalitat durante la etapa de Mazón intentaron hacer creer que las alertas "se habían retirado".

Pradas explicó que, a partir de las 14 h, empezó a hablar con Cuenca. "Imagino que la información que yo le daba llegaba a Mazón. Sabían que se convocaba al Cecopio, que se movilizó al UME [Unidad Militar de Emergencias] a las 15.30 horas y que la situación en Utiel era muy complicada". Ante la carencia de noticias de Mazón, a las 16.29 h Pradas se saltó la orden de Cuenca y llamó a Mazón directamente para comunicarle la gravedad de las inundaciones a Utiel, por "responsabilidad". Sin embargo, el exjefe del Consell no dio por finalizado el almuerzo y aún alargó dos horas más la sobremesa.

stats