El post 23-J

Puigdemont se implicará personalmente en la negociación con el PSOE

Formará parte del equipo negociador, aunque el partido espera que sea el PSOE quien mueva ficha primero

El presidente, Carles Puigdemont, recibió a Pedro Sánchez en el Palau de la Generalitat.

BarcelonaEl titular no ha cambiado desde la noche electoral: la investidura de Pedro Sánchez está en manos de Carles Puigdemont. Pero a partir de ahora lo estará mucho más de lo que probablemente le interesaría al PSOE. Según diversas fuentes consultadas por el ARA, Puigdemont se implicará personalmente en las negociaciones. Su opinión no sólo será determinante para aceptar o rechazar la oferta de los socialistas, sino que, además, trabajará codo con codo con el equipo negociador que se reunirá con ellos. Algunas fuentes incluso le sitúan dentro de este equipo, en el que, con toda seguridad, también estarán el secretario general de Junts, Jordi Turull, y la candidata del 23-J, Míriam Nogueras. Desde JxCat se impone el silencio y fuentes de la dirección explican al ARA que, de momento, no hay ningún equipo cerrado. De hecho, aseguran que están a la espera de que sea el PSOE quien se mueva primero para determinar después cuál será la estrategia a seguir por Junts.

¿Harán desplazar a los negociadores socialistas a Bélgica? No sería una novedad. Puigdemont ya explicó en su día que dos emisarios del PSOE le trasladaron el ofrecimiento de un indulto. La resistencia a reunirse con el 130º presidente de la Generalitat será, sin embargo, muy elevada, sobre todo porque durante la campaña los socialistas negaron rotundamente haberle ofrecido los indultos y el propio Pedro Sánchez definió a Puigdemont como una "anécdota" en la política actual.

"Sánchez no será presidente con los votos de Junts. Pagar por adelantado a un tío al que no comprarías ni un coche de segunda mano es un deporte de riesgo". Es la última apelación directa que Puigdemont hizo públicamente sobre la investidura, aunque entonces ni siquiera se habían celebrado las elecciones y todo apuntaba a que sería Alberto Núñez Feijóo el candidato con más opciones de ser presidente. Fuentes cercanas al expresidente explican que desde el primer minuto quedó claro que en esa negociación el papel de Waterloo debería ser preponderante, aunque Puigdemont no tenga ningún cargo concreto en la ejecutiva. Y eso, opinan algunos, puede ser contraproducente por llegar a un acuerdo con el PSOE.

El precio a pagar, referéndum y amnistía, no está dentro del plan de los socialistas, que preferirían dejar las cuestiones relacionadas con el Proceso para debatirlas en la mesa de diálogo. La clave, pues, será comprobar si en Junts están dispuestos a rebajar el precio inicial, sabiendo que ERC también les presiona en este sentido. Algunas de las fuentes consultadas por el ARA explican que el sector pragmático del partido intenta maniobrar precisamente para conseguirlo. En cualquier caso, lo que ha quedado claro internamente es que la discreción será importante en las próximas semanas. Y además de los contactos con el PSOE –y con Sumar, que ha designado a Jaume Asens como negociador–, también debería concretarse si avanza o no el frente común entre Junts y ERC.

Negociación secreta, opiniones públicas

Con la pérdida de la inmunidad parlamentaria, Puigdemont está a la espera de saber si se reactiva la euroorden de detención contra él y el resto de exiliados políticos en Bélgica. Por el momento, el juez instructor del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha preferido no activarla y esperar a saber si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea acepta las medidas cautelares que ha pedido la defensa del expresidente. Por su parte, Pedro Sánchez está pasando unos días de vacaciones en Marruecos, un viaje por el que está recibiendo numerosas críticas tanto desde el PP, como desde Unides Podem e incluso del Frente Polisario. En todo caso, la imagen de los dos juntos negociando no está sobre la mesa –el PSOE designará a su equipo negociador– y más cuando todo el mundo se ha autoimpuesto silencio.

De momento, es precisamente Puigdemont el único que ha ido rompiendo ese silencio tuiteando de forma habitual en Twitter desde las elecciones. El último mensaje es de este mismo jueves, reaccionando a la propuesta de Yolanda Díaz para que en el Congreso de los Diputados se pueda utilizar el catalán.

"Son maestros en filibusterismo parlamentario. ¿Es éste el itinerario que tienen previsto para que el catalán sea lengua oficial del Congreso español? Porque si es éste, ya sabemos el pan que se da…", ha escrito recordando que hace casi dos años que JxCat presentó una propuesta en el Senado para ampliar el uso del catalán en la cámara baja. Este miércoles también reaccionaba a la nueva decisión del TSJC de ampliar las horas de castellano de una escuela gerundense. "Van deconstruyendo consensos sociales y políticos por mero supremacismo lingüístico, y todavía piden que les sigan extendiendo cheques en blanco porque «hay que detener a la derecha»".

De hecho, todos los tweets de las últimas semanas van orientados en la misma línea: hacen una crítica frontal a las políticas del gobierno español hacia Cataluña y subrayan que las presiones que puedan llegar durante las negociaciones de la investidura no tendrán ningún efecto ni en él ni en Junts: "Quien crea que ejerciendo presión o practicando directamente el chantaje político obtendrá alguno beneficio táctico, se puede ahorrar el esfuerzo. Al menos en mi caso".

Puigdemont ha presentado al gobierno del PSOE como un ejecutivo "capaz de manipular la realidad y la historia de forma vergonzosa" y ha advertido que no es de fiar. También ha denunciado los esfuerzos que dedica el Estado a mejorar la percepción que la ciudadanía española y europea tienen sobre el conflicto político abierto con Cataluña. "Como pretender que la monarquía española es ejemplar, o que la justicia es independiente, o que es el Estado más descentralizado del mundo, o que los niños no pueden hablar en castellano en los patios de las escuelas catalanas. Meras percepciones con las que colonizan el imaginario de los españoles o de parte de los europeos, Parlamento incluido. ¿Por qué esforzarse en consolidar una realidad contrastable cuando fabricando percepciones les basta?"

"El conflicto sigue intacto, pese a las promesas de los «dialogantes»", escribió cuando los tribunales notificaron al activista Dani Gallardo que debería entrar en prisión. La Fiscalía también había pedido que se reactivara la euroorden contra los exiliados. "Un día eres decisivo para formar el gobierno español, y al día siguiente España ordena tu detención", pió.

Puigdemont será decisivo para definir la posición final de Junts respecto a la investidura de Pedro Sánchez y también lo será durante las negociaciones con un mantra que va repitiendo desde el mismo 23 de julio: "Juntos no debe nada a nadie más que a sus votantes" .

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