Así se reconfigura el poder dentro de Junts con el paso adelante de Puigdemont
El probable cambio en la presidencia y la emergencia de nuevos liderazgos modifican el equilibrio de fuerzas en el partido
BarcelonaLas elecciones del 12-M y la investidura de Salvador Illa como presidente inauguraron un cambio de ciclo en Catalunya, y Junts afronta su congreso, el próximo fin de semana, para adaptarse a esta nueva etapa. La receta para ello la puso sobre la mesa el expresidente Carles Puigdemont el 3 de octubre: "renovar" mensajes y liderazgos y "ampliar" el espectro de la formación. Esto pasa por reconfigurar el poder dentro de Junts y hacer un proceso de confluencia con el partido Demócratas de Antoni Castellà, según fuentes de Junts.
De entrada el congreso debe servir para oficializar lo que ya es una realidad informal: que en Junts el máximo liderazgo recae en Puigdemont. Será él mismo quien haga el anuncio sobre cuál es su futuro, y varias fuentes del partido asumen que será a principios de esta próxima semana. Si da un paso adelante para asumir la presidencia de Junts, esto tiene una consecuencia inmediata: que Laura Borràs dejará de ostentarla. A la espera de que también ella lo anuncie oficialmente, varios miembros de la organización señalan que su nuevo rol sería presidir la fundación que se asociará a Junts a partir de ese congreso, un cargo que le permitiría seguir teniendo un pie en la dirección de los junteros.
Una vez resuelta esta ecuación, se remodela el pomo de arriba de la organización, que debe contar con un "máximo" de cuatro vicepresidencias, la secretaría general, la de organización, la de finanzas y 25 vocales. Jordi Turull, de la máxima confianza de Puigdemont, se mantendría como secretario general, cambiarían las vicepresidencias, que asumirán las competencias que decida el presidente del partido. En este sentido, Antoni Castellà se perfila como nuevo hombre fuerte, que con un vínculo directo con Puigdemont se incorporaría a la formación escenificando la unión con Demócratas. La idea es que ambos partidos se conviertan en un único espacio político y el proceso para ello lo están negociando David Saldoni, actual secretario adjunto de Junts, y Daniel Planàs, por parte de Demòcrates. La mujer fuerte del partido, por su parte, sería la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, que también se ha ganado la confianza del expresidente en el exilio con su rol en Madrid.
Las otras dos vicepresidencias están más abiertas, según varias fuentes consultadas, y lo mismo ocurre con la secretaría de organización, que ahora ocupa David Torrents, afín a Borràs. Con el cambio de rol de la actual presidenta del partido, también se dibuja un nuevo nombre y, por cuestiones de paridad, recaería en una mujer, aunque hay una enmienda viva en el congreso que podría permitir que fuera un hombre (hay gente en el territorio, por ejemplo, que reclama que sea David Saldoni). En cuanto a la secretaría de finanzas, ahora le ocupa Teresa Pallarès y probablemente continuará.
Parlamento y Barcelona
Ahora mismo una de las vicepresidencias la ostenta Josep Rius, mano derecha de Puigdemont, pero no son pocos los que le instan a despejar su futuro dentro del partido, ya que mantiene un pie en Barcelona y en el ámbito nacional. Es el hombre del expresidente en el exilio en el Ayuntamiento, donde se debe escoger al sucesor de Xavier Trias, pero también es diputado en el Parlament y ostenta dos cargos orgánicos, el de portavoz, además del de vicepresidente. En este sentido, podría optar a repetir en la vicepresidencia del partido, sí, pero en función de si quiere o no tener un papel preeminente en Barcelona. Y en cuanto a la otra vicepresidencia, que debería recaer en una mujer porque deben ser paritarias, algunas fuentes apuntan a que Puigdemont podría incorporar a la empresaria Anna Schlegel, que ya fue número dos de su candidatura en las elecciones del 12-M, pese a que la opción de ese ascenso fulgurante en la cúpula del partido ya ha generado suspicacias. Otra opción es que se redujeran las vicepresidencias y tan sólo hubiera dos, ya que los estatutos hablan de un máximo de cuatro pero no definen cuántas debe haber.
En cuanto a Albert Batet, del círculo de confianza de Puigdemont desde que era alcalde de Girona, en esta legislatura se reserva un rol más “institucional”, centrado en las relaciones con el mundo económico, tal y como anunció él mismo en la última reunión de la formación en Waterloo. En el día a día del Parlament, de hecho, ya ha pasado las riendas del grupo en la portavoz, Mònica Sales, que aparece como un valor al alza junto con el cabeza de lista de Girona el 12-M, Salvador Vergés, y la jefa de filas en Lleida, Jeanine Abella. Así, no se prevé que Batet coja más peso orgánico en el partido, pese a que en los últimos días ha circulado su nombre como vicepresidente. Los otros nombres relevantes en el Parlament son el presidente, Josep Rull, además de Anna Erra, Jaume Giró, Glòria Freixa o Judith Toronjo.
Las nuevas incorporaciones
El otro grupo de dirigentes que también pueden poner un pie dentro de la ejecutiva de Junts, a la espera de concretar su fórmula, es el que rodea al diputado Agustí Colomines. Con conexión directa con Puigdemont, ha cogido un rol de influencia ideológica en Junts: ha sido uno de los principales redactores de la ponencia estratégica que se votará en el congreso. Sin embargo, no está claro que él, que no es militante, sea directamente parte de la ejecutiva. Hay otros nombres en su órbita: la diputada Ennatu Domingo, así como los miembros de Acción por la República Oriol Izquierdo y Jordi Domingo, y el partido MEScat –escisión del PSC–. El eurodiputado Toni Comín está también cerca de este núcleo y, en cambio, se ha enfriado el vínculo que existía entre Borràs y Acció per la República, a través de Aurora Madaula.
Asimismo, existe una nueva conexión entre Colomines y el mundo más pragmático de Junts, concretamente con la exconsejera y actual concejala en Barcelona Victoria Alsina. Fue ella la encargada de trabajar la hoja de ruta sobre la inmigración del partido –a través de encuentros con expertos y comunidades de origen migrante– y lo ha hecho en consonancia con Colomines y en contacto con Puigdemont, que considera clave esta cuestión .
El poder territorial
Por último, en esta reconfiguración del poder dentro de Junts, hay que tener en cuenta también el poder territorial, formado por los principales alcaldes como el de Sant Cugat –Josep Maria Vallès–, el de Figueres –Jordi Masquef–, el de Calella –Marc Buch– , el de Vila-Seca –Pere Segura– o la presidenta de la Asociación Catalana de Municipios y alcalde de la Garriga, Meritxell Budó. La nueva ponencia organizativa prevé un nuevo espacio municipalista institucionalizado dentro del partido, con todos los electos de Junts, también los independientes, con capacidad de escoger a un presidente, vicepresidencias y vocalías. Una fórmula que ha generado desconfianzas, al menos en la sectorial de izquierdas de la formación, que lo ha enmendado para que decaiga: "Es un partido dentro de un partido".