BarcelonaQuizás el peor momento de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, llegó con las sospechas contra su hermano lanzadas por el entonces presidente del PP, Pablo Casado. El PSOE se recreó en la falta de ética que escondían esas comisiones en plena pandemia y el caso se judicializó sin consecuencias. El peor momento de Ayuso le sirvió también para exhibir su poder cuando terminó de un plumazo con Casado.
Consciente de que las masivas adjudicaciones a dedo durante la pandemia por la urgencia del momento podían ser en todas partes un nicho de malas praxis –como la de su hermano– o directamente de corrupción, el PP madrileño se puso a escudriñar contratos de administraciones socialistas hasta que dio en la diana. Ahora es Ayuso quien completa su venganza y el PP quien pide ética y dimisiones en el PSOE.