Sánchez aprovecha el 8-M para cargar contra "el machismo descarnado" de Vox

BarcelonaVox acaba de irrumpir en el Parlament de Catalunya como cuarta fuerza con 11 diputados, pero en el ruedo político español ya hace más tiempo que campa. El partido de ultraderecha ha estado muy presente este lunes en el acto institucional del gobierno español para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. El presidente del ejecutivo, Pedro Sánchez, ha aprovechado esta fiesta para acusar a la formación de extrema derecha de promover un "discurso de odio" y un "machismo descarnado" que "no solo quiere frenar los adelantos" en igualdad, sino que su objetivo es "retroceder" a tiempos anteriores.

En un acto celebrado en el ministerio de Igualdad en que se ha alabado el papel de las mujeres en la lucha contra la pandemia, Sánchez ha asegurado que Vox siente "nostalgia" de las épocas donde el hombre tenía un papel omnímodo y ha presentado su gabinete como la garantía para vallar el paso a este regreso al pasado. Incluso ha recurrido a un documental estrenado recientemente que repasa el caso de acoso sexual que hace 20 años tuvo como víctima a Nevenka Fernández. También ha mezclado "feminismo" y "unidad" asegurando que la lucha de las mujeres cohesiona tanto a su gobierno como la sociedad. En este sentido, ha intentado enterrar aunque fuera por un rato las diferencias siempre presentes que hay en su ejecutivo entre los dos socios, el PSOE y Podemos, y ha agradecido "la tarea" que hace la ministra de Igualdad, Irene Montero. Incluso se ha mostrado convencido de que próximamente el ejecutivo podrá desencallar la ley de libertad sexual -conocida como la ley del 'sólo sí es sí'- que en su día provocó rifirrafes entre los socios.

El presidente del gobierno español también ha reivindicado las políticas de igualdad de su gobierno. Entre los ejemplos que ha escogido está el hecho mismo de recuperar el ministerio de Igualdad, de tener un gobierno paritario, de que las dos cámaras legislativas estén presididas por mujeres -Meritxell Batet y Pilar Llop, las dos socialistas- y que haya una mujer al frente de la Guardia Civil -María Gámez-. Aun así, ha admitido que queda mucho por mejorar, puesto que ha reconocido que la pandemia ha "agudizado la brecha de género". "Sabemos que nos queda mucho trabajo por hacer", ha reconocido.

También ha tomado la palabra la ministra de Igualdad, Irene Montero, que ha situado a España como "un referente internacional en políticas públicas feministas", pero también ha reconocido que hay muchos deberes pendientes. "España no se puede seguir construyendo con las mujeres en un rincón. No puede permitirse que solo unas cuantas rompan el techo de cristal mientras la mayoría siguen atadas en un suelo pegajoso", ha añadido. Como Sánchez, ha querido evitar las polémicas y, en unas declaraciones a RNE previas al acto, ha asegurado que acataba la decisión de que prohibieran en Madrid las manifestaciones por el 8-M. Aun así, ha lamentado que la extrema derecha se pueda manifestar "con total impunidad" cuando le parece bien.

Manifiesto de Vox y réplica del PP y Cs

Precisamente este lunes Vox ha hecho público un manifiesto cargando contra las reivindicaciones del 8-M, que ha tildado de "propaganda". La formación de extrema derecha ha anunciado que sus cargos institucionales no asistirán a ningún acto vinculado con este tema y ha propuesto que el 8-M se convierta en "día nacional de las víctimas del coronavirus". El manifiesto acusa al gobierno español de haber contribuido hoy hace justo un año a la propagación del virus permitiendo entonces las manifestaciones multitudinarias a pesar de "la grave información de la cual disponía" sobre la situación sanitaria -Vox hizo aquel mismo día un mitin multitudinario en Madrid-. "El 8 de marzo se ha convertido en una fecha manipulada ideológicamente y utilizada como un arma arrojadiza que envenena la sociedad", concluye el texto.

En clave política, la jornada ha servido para que se vuelva a visualizar una vez más que la tensión no solo afecta a los socios del gobierno español, sino también a la derecha. El PP ha coincidido con Vox en criticar que se autorizaran las manifestaciones del 8-M de ahora hace un año, pero enseguida ha intentado marcar distancias con los de Santiago Abascal. El líder popular, Pablo Casado, ha reivindicado el "feminismo liberal" de su partido y ha dicho que no acepta "lecciones" de Vox en materia de igualdad. En esta batalla también ha puesto su grano de arena la líder de Cs, Inés Arrimadas, que ha criticado "el negacionismo carca" de Vox en materia feminista. En su caso, sin embargo, también ha mirado hacia la izquierda lamentando "el sectarismo desbocado" de Podemos.

Dosier 8-M

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