Sánchez avanza con Marruecos a pesar de los indicios de espionaje

El Gobierno español evita señalar a Rabat para preservar la nueva hoja de ruta

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El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con su homólogo marroquí, Naser Burita

MadridMás de 5.000 marroquíes llegaban nadando a Ceuta el 17 de mayo de 2021. Justo un año después, este martes, la frontera de Marruecos con las dos ciudades autónomas españolas inicia la reapertura. Es una anécdota, pero pone de manifiesto como se está reconduciendo la crisis diplomática entre los dos países vecinos a pesar del caso Pegasus. Los indicios –las fechas de las pinchadas y los objetivos– apuntan a que el espionaje de los teléfonos del presidente español, Pedro Sánchez; de los ministros del Interior y de Defensa, y el intento al titular de Agricultura -Luis Planas, exembajador en Marruecos-, proviene de Rabat. A falta de pruebas, sin embargo, la Moncloa ha decidido ponerse una venda en los ojos y priorizar la nueva hoja de ruta pactada el 7 de abril durante la visita de Sánchez a Mohamed VI.

“Las relaciones internacionales se basan en hechos, no en conjeturas o hipótesis”, repetía el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el miércoles después de reunirse con su homólogo marroquí, Naser Bourita. Fuentes gubernamentales admiten que en alguna reunión de las delegaciones los últimos días se ha producido alguna “broma” en relación con los móviles, pero el mensaje del ejecutivo es no señalar a Marruecos. “No interesa a ninguno de los dos gobiernos”, deja claro Senén Florensa, diplomático y presidente ejecutivo del Instituto Europeo de la Mediterránea.

Hay voces del Gobierno español que califican de “temerario” acusar abiertamente a Marruecos y sugieren que Argelia podría tener el mismo interés o más en espiar a España. El experto del CIDOB Eduard Soler hace caer rápidamente esta teoría advirtiendo que sería “ilógico” que la empresa israelí NSO hubiera vendido el programa Pegasus al Gobierno argelino, visto como un “actor hostil” por su simpatía con la causa palestina. Florensa recuerda que el presidente francés, Emmanuel Macron, ya optó por pasar por alto el supuesto intento marroquí de intervenir su teléfono –ni siquiera lo confirmó–, si bien Sánchez ha decidido llevar el caso a los tribunales. “El Gobierno español pierde el control de cómo evoluciona”, apunta.

De momento, el origen marroquí del espionaje queda en el terreno de la sospecha y desde el Gobierno español constatan que el caso Pegasus “no está influyendo” en la reconstrucción diplomática. Ya se ha pactado recuperar la operación Paso del Estrecho, así como la apertura de las fronteras a través de los pasos del Tarajal (Ceuta) y Beni Enzar (Melilla) dos años después. Es un acuerdo político relevante, pero habrá que ver cómo se concreta. No se sabe todavía cuándo se reabre el paso para mercancías ni cuándo se establecerán las aduanas comerciales, que si bien en Melilla ya existían, en Ceuta no hay. El principal incentivo de este acuerdo es “suavizar la asfixia económica” de las dos ciudades, apunta Soler, dado que viven de las relaciones comerciales con las zonas limítrofes.

Más allá de la comercial, Soler remarca que situar una aduana en Ceuta es, indirectamente, un reconocimiento de la españolidad de la ciudad autónoma. La garantía de la integridad territorial fue una de las razones que la Moncloa esgrimió en la nueva etapa con Marruecos a pesar de que finalmente no se incluyó en la declaración conjunta. La cuestión territorial planea sobre muchos de los acuerdos, como por ejemplo el de la delimitación de las aguas territoriales. 

La comisión bilateral se reunirá en junio quince años después, pero la profesora de relaciones internacionales Irene Fernández-Molina ve un “obstáculo casi insalvable”: entran en juego las líneas marítimas del Sáhara Occidental y, si España acordara con Rabat una frontera de Marruecos con el Sáhara, estaría reconociendo la marroquinidad del territorio ocupado.

Inmigración irregular

La inmigración es otro de los factores importantes para España y, según datos de Interior, el mes de abril se redujo en un 78% respecto a enero la llegada irregular de inmigrantes a las Canarias. Se ha pactado coordinación policial. España tampoco quiere entradas masivas como las que desencadenaron la crisis y en la declaración conjunta se reflejó que no habría “acciones unilaterales ni hechos consumados”. España y Marruecos reconducen relaciones ignorando el Pegasus y a raíz del giro sobre el Sáhara Occidental. Aun así, este es el conflicto más enquistado.

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