La gobernabilidad del Estado

Por qué Sánchez es el mal menor de los socios de investidura

Sumar pide una reunión con el presidente para conocer las medidas contra la corrupción y el acoso

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz durante el pleno de este miércoles en el Congreso
16/12/2025
4 min

Barcelona"Todos los socios de Sánchez, dentro y fuera del gobierno, hablan mucho pero hacen poco. Se quejan mucho, pero mantienen a Sánchez y son cómplices de la situación de corrupción sistemática y sistémica". Las palabras son de Cuca Gamarra, diputada del PP, al día siguiente de que el presidente español, Pedro Sánchez, se mostrara dispuesto a resistir pese a los presuntos casos de corrupción y acoso que han aflorado entre los socialistas. De hecho, el PP lleva meses presionando a los partidos que invirtieron a Pedro Sánchez en el 2023 para que dejen caer el gobierno de coalición y se sumen a una moción de censura. Ahora bien, los socios, más allá de pedir contundencia y transparencia, no han hecho ningún gesto que se encamine a retirar el apoyo a Sánchez. ¿Por qué? De la continuidad del presidente español depende la agenda legislativa del socio minoritario, Sumar, pero también que se cumplan los acuerdos de investidura que firmaron socios como Esquerra y Junts.

Yolanda Díaz ha pedido cambios "radicales" en el gobierno para que los casos de acoso sexual que han aflorado y los casos judiciales que llevan tiempo orbitando en torno al ejecutivo no pasen factura a la gestión del gobierno. Pero tampoco ha concretado ninguna medida específica ni ha abierto la puerta a abandonar al ejecutivo si el PSOE no hace lo que le pide. Por el contrario, ha afirmado: "Estoy aquí para mejorar la vida de los trabajadores y no me distraerá nada". Este martes, Sumar y los partidos que forman parte de esta coalición, entre ellos los comunes, pidieron una reunión con Sánchez para conocer las medidas que quiere implementar "para hacer frente a la corrupción ya los casos de acoso sexual y laboral". Sumar es el principal interesado en que el gobierno de coalición no caiga porque depende su agenda legislativa. Además, unas elecciones anticipadas, con las encuestas en la mano, supondría un descalabro para este espacio.

En rueda de prensa este martes tras el consejo de ministros, el todavía portavoz del ejecutivo español, Pilar Alegría, ha recordado que al socio minoritario, Sumar, se le ofrece "compartir una hoja de ruta" para mejorar la vida de los ciudadanos y que, "lo que hay por delante es la unión de la derecha y el país". A priori, pues, el PSOE no prepara reforma radical alguna.

La situación es similar para los socios de investidura. ERC y también EH Bildu admiten que la alternativa a Pedro Sánchez es un gobierno PP-Vox, escenario que quieren evitar. "Es necesaria contundencia, gestos claros y claridad con los abusos. Y que los compromisos con Catalunya se vayan concretando", ha pedido este martes el diputado en el Congreso Francesc-Marc Álvaro en una entrevista en Catalunya Ràdio. La tesis de la dirección de los republicanos es que Sánchez y ERC se necesitan mutuamente: el presidente español para terminar la legislatura y el partido de Oriol Junqueras para que el gobierno español cumpla con los acuerdos de investidura. Ahora bien, la viabilidad de algunos pactos, como la de la nueva financiación, depende no sólo del ejecutivo estatal, sino también de la aritmética parlamentaria.

Por su parte, Junts anunció a bombo y platillo que rompía con el gobierno español y se situaba en la oposición para denunciar el incumplimiento del acuerdo de Bruselas. A diferencia de Oriol Junqueras, que pidió una reunión con Pedro Sánchez cara a enero, los junteros descartan reunirse con el presidente español si abre una ronda de contactos –como le "sugirió" ERC, según explicó este lunes el portavoz del partido, Isaac Albert–. Pero pese a la rotura, el partido no está interesado en dar el paso para derribar a Pedro Sánchez: aliarse con el PP para sacar adelante una moción de censura. El mensaje que en los últimos días ha lanzado Junts es el de pedir a ERC un frente común para presionar al gobierno español ahora que está en un momento de "debilidad". "Hay que aprovechar esta oportunidad", ha reiterado la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras en Catalunya Ràdio.

La posición de PNV y Podemos

Sin embargo, desde el PNV este fin de semana han ido un paso más allá. Su presidente, Aitor Esteban, advirtió de que si el PSOE no enderezaba la situación Sánchez debería "plantear en serio" un adelanto electoral. Esteban recordó además la incapacidad del gobierno español para sacar adelante los presupuestos y la difícil aritmética en el Congreso. Los jeltzales también fueron codiciados por el PP para que se sumen a la moción de censura, aunque hasta ahora el partido rechazó ninguna alianza con los populares, por la necesaria presencia de Vox en la ecuación. En un pasado no muy lejano todavía resuena la actitud del PNV en el 2018 cuando primero apoyó los presupuestos de Mariano Rajoy y pocos días más tarde avaló la moción de censura para hacer a Pedro Sánchez presidente. Entonces fue la sentencia del caso Gürtel por corrupción lo que convenció a los nacionalistas vascos.

Podemos es el único partido que hace semanas que pone trabas a la viabilidad del gobierno español y es contundente a la hora de cargar contra el PSOE por los casos de presunta corrupción. De hecho, el partido que ahora lidera Ione Belarra ha apostado sin tapujos por un adelanto electoral.

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