La sangría de bajas en Ciudadanos no se para

Dos senadores, una diputada en el Congreso y un exdiputado catalán se suman a la lista de abandonos del partido naranja

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Inés Arrimadas acompañada de los miembros del comité permanente ayer por la tarde.

Barcelona / MadridContinúa el goteo de bajas en Ciudadanos y el grupo propio en el Senado corre peligro real de desaparecer. Ruth Goñi y Emilio Argüeso han anunciado que pasan al grupo mixto, de forma que quedarían solo cinco representantes de la formación naranja en la cámara alta. Fran Hervías dejó el escaño la semana pasada, pero en este caso Cs podrá relevarlo. El artículo 27 del reglamento del Senado dice que "cuando los componentes de un grupo se reduzcan durante el transcurso de la legislatura a un número inferior a seis, el grupo quedará disuelto al final del periodo de sesiones". Después de las elecciones catalanas Cs disponía de siete senadores, y con las dos bajas se queda con cinco, que pueden ser menos en función de lo que pase el 4-M en Madrid, porque hay dos senadores designados por la Asamblea de Madrid.

En un comunicado difundido a través de Twitter, Goñi afirma que lo hace por el "cambio de ideología" de la formación que comanda Inés Arrimadas. Ciudadanos, añade, "ha defraudado los votos" de los que lo apoyaron. Justifica que se quede el escaño diciendo que entregarlo al partido "serviría para apuntalar a Sánchez". "No nos presentamos a las elecciones con esta promesa, y no entregaré el acta". Tampoco la entregará el senador Emilio Argüeso, expulsado de la formación por haber ofrecido "prebendas" a cargos y afiliados del partido para que "abandonaran la formación y pasaran a ser tránsfugas", según asegura Cs.

El partido recogió las informaciones de varios medios que aportaban "pruebas evidentes". Por otro lado, los mandos de Cs también acusaron al senador naranja de haber hecho en canales de comunicación institucionales del Senado manifestaciones públicas con "voluntad de infligir un daño relevante a los intereses y a la imagen tanto del partido como del conjunto de los afiliados". Cs recordó a Argüeso que la suspensión de militancia "conlleva la obligación" de abandonar el acta de senador, "a lo que se comprometió por escrito" en la carta ética "que firmó antes de ser escogido cargo público", cosa que ya ha dicho que no hará.

A la sangría se añade la diputada de Cs por Alicante en el Congreso y portavoz de la formación en las comisiones de Educación, Universidades, Ciencia y Exteriores, Marta Martín Llaguno, que ha anunciado este jueves que no conservará el acta. En un mensaje en Twitter ha afirmado que lo hace porque "cumple sus compromisos" y espera "que los que se quedan cumplan el compromiso que le han dado". "Que este escaño no sirva nunca para dar alas al nacionalismo ni a la corrupción", ha escrito. Su baja se suma a la del diputado sevillano Pablo Cambronero, pero a diferencia de este –que pidió integrarse en el grupo mixto- Martín Llaguno deja el escaño y por lo tanto permite que corra la lista, de forma que Cs continuará, de momento, con nueve diputados en la cámara baja.

Por otro lado, Cambronero, portavoz de interior de Cs en el Congreso, explicó en una carta los motivos de su salida y el paso al grupo mixto. "Firmé un compromiso con el programa electoral, y no incumpliré este contrato", afirmaba en la misiva después de destacar que dijo "no al sanchismo" y que lo mantiene. Cambronero, diputado por Sevilla, aseguraba que quien ha cambiado es el partido y no él. El dimisionario argumentaba que "hace tiempo" que no comparte la estrategia y el "giro ideológico hacia la izquierda" impulsado por la actual dirección de Cs y lamentaba que la decisión de la ejecutiva de este lunes "de no cambiar nada" es "un claro ejemplo de la deriva sanchista que ha tomado Cs".

A las bajas que se están produciendo en el Congreso y en el Senado se añade también la despedida de Jean Castel, exdiputado y cabeza de lista por Girona en las últimas catalanas, que ha comunicado a la líder del partido, Inés Arrimadas, que se da de baja, como ha avanzado Europa Press. Cs no obtuvo representación en Girona en las últimas elecciones.

81 escaños menos desde el 10-N

En un año y medio la representación territorial de Cs ha caído fuertemente. Albert Rivera dimitió después de perder 47 escaños en las elecciones generales del 10-N e Inés Arrimadas no ha conseguido reflotar la nave. El 12 de julio del año pasado Cs no entró en el Parlamento gallego y consiguió hacerlo en el vasco con dos representantes, integrados en la candidatura conjunta con el PP, que obtuvo seis diputados. Esta ganancia es la excepción de la tendencia a la baja. El 14 de febrero en Catalunya la formación naranja sufrió su segundo gran batacazo, con la pérdida de 30 diputados en el Parlamento. La candidatura de Carlos Carrizosa pasó de los 36 escaños del 2017 con los que Arrimadas ganó las elecciones a solo 6, en penúltima posición solo por delante del PP.

La crisis se ha agravado con el fracaso de la moción de censura en Murcia. En el Congreso el grupo parlamentario pasa, de momento, de 10 a 9 diputados y en el Senado de 7 a 5. Además, en Murcia tres representantes tránsfugas han pasado al PP y entran en el gobierno de Fernando López Miras. En total son 81 escaños menos que antes del 10-N en las cámaras estatales y autonómicas. A esto habrá que añadir lo que pase en la Comunidad de Madrid después de las elecciones. Antes de que se disolviera la Asamblea de Madrid dos diputados ya habían anunciado que se marchaban del partido y se da por hecho que la sangría será más grande después del 4-M. Las encuestas indican que Cs podría no llegar al 5% de los votos y no entrar en la Asamblea de Madrid y, en caso de que supere este umbral, difícilmente mantendrá los 26 diputados que tenía ahora.

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