La salida del Govern de Junts

El sector pragmático de Junts no tira la toalla

El consejo nacional del día 22 de octubre será una de las pruebas clave para los cargos que apostaron por seguir en el Govern

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Los consejeros de Juntos entrando en  la sede del partido.

BarcelonaLa militancia de Junts decidió salir del Govern, pero con la oposición de un 42% que querían mantenerse. Se opusieron a pesar del posicionamiento de Laura Borràs y también de Carles Puigdemont de romper con ERC y sin tener el apoyo explícito del secretario general, Jordi Turull. Los que han abanderado esta posición han sido básicamente los consellers del Govern –excepto Gemma Geis y Jordi Puigneró, que ya había sido cesado de vicepresidente– encabezados por el titular de Economía, Jaume Giró, y la responsable de Exteriores, Victoria Alsina. Ellos han sido los que más se han expuesto a la hora de defender sus posiciones, dejando claro que el partido –en palabras de Giró la semana pasada– se jugaba "la esencia".

Hay quien ha interpretado esta defensa de mantenerse en el Govern como un desafío a Waterloo. Un "pulso", remarcan voces que trabajaron para salir del Govern, que han perdido: consideran que la militancia ha rechazado ser "la nueva Convergència". Una interpretación de la que discrepan los sectores pragmáticos: creen que no se puede dejar de lado esta parte del partido, que –remarcan– ha llegado al 42% en solo tres días de campaña y con un ambiente caldeado por el debate de política general y el cese de Puigneró. "El resultado no está nada mal", se reafirma una de las fuentes.

¿Y qué hará ahora este sector? Seguirá afiliado a Junts y los que tienen responsabilidades orgánicas tienen previsto mantenerlas. Es el caso del conseller Giró –que es miembro de la ejecutiva– y también de David Saldoni, que es secretario general adjunto, así como Damià Calvet o Josep Rull, miembro nato de la dirección para ser presidente del consejo nacional. También Alsina seguirá de militante de base –se hizo asociada para defender el en la consulta, a pesar de que no pudo votar– así como el ex secretario general Jordi Sànchez, que también hizo campaña a favor de quedarse en el Govern. No se prevé, pues, ninguna escisión, cosa que no descartaban dirigentes del no si perdía su opción. De hecho, se espera que hagan oír su voz tanto dentro de la dirección como en los consejos nacionales –el primero es el día 22 en Vic–, a pesar de que asumen que será el sector duro el que dominará a partir de ahora el discurso de Junts en la oposición.

Ahora bien, los que no tienen responsabilidades orgánicas o no están implicados en las estructuras del partido –asambleas territoriales o el consejo nacional– aparcarán al menos temporalmente la política. Esta semana ya hemos visto el primer ejemplo: el hasta ahora secretario general de Vicepresidencia, Ricard Font, ya ha fichado como técnico por el Ayuntamiento de Barcelona, en la empresa municipal de infraestructuras. Buena parte de los cargos del sottogoverno vinculados a Junts también iniciarán una nueva etapa en el mundo privado o en otros ámbitos públicos de perfil menos político.

El futuro de Giró

La salida del Govern de Junts ha llegado en un momento en el que Jaume Giró y las últimas semanas también Victoria Alsina se erigían como liderazgos emergentes dentro del partido. Dos liderazgos que daban una pátina diferente al discurso de Junts, más pragmático que el de Borràs y Puigdemont, y que ya se situaban como posibles carteles electorales por parte del sector más institucional. En junio, coincidiendo con el congreso de Argelers, a Giró incluso se le puso encima de la mesa la posibilidad de concurrir a las elecciones municipales de Barcelona, encabezando la candidatura o haciendo tándem con Xavier Trias. Él mismo lo rechazó porque se quería dedicar al departamento de Economía.

El 'conseller' de Economía, Jaume Giró.

Giró fue cogiendo peso político a medida que fue avanzando el mandato. El punto de inflexión fue la aprobación del decreto del Fondo Complementario de Riesgos, que sirvió para frenar los embargos del Tribunal de Cuentas a los altos cargos de Exteriores, a pesar de que desde el ámbito gubernamental la clave fue aprobar los presupuestos de 2022 por primera vez dentro del plazo legal para que entraran en vigor el 1 de enero de 2023; o la mejora de la calificación de la deuda de la Generalitat.

El sector más institucional veía la conselleria y esta acción de Govern como una buena plataforma para prepararlo como futuro candidato a la Generalitat, a pesar de que siempre se tendría que someter a unas primarias dentro de Junts. Ahora esta carrera ascendente se ha truncado, puesto que ni él ni Alsina tienen por ahora ninguna plataforma de visibilidad política, y se mantiene la duda de si la retomarán más adelante en función de qué tendencia coja Junts.

Turull y los turullistas

Una de las paradojas de la consulta de Junts ha sido el posicionamiento que ha tenido el secretario general del partido, Jordi Turull. A pesar de su tradición política procedente de CDC, según varias fuentes consultadas se inclinaba por salir del Govern después de la negociación (sin éxito) con Esquerra –así lo defendió en petit comité. De este modo coincidía con Puigdemont y Borràs, pero se alejaba de los llamados turullistas y del sector más pragmático que lo apoya desde que llegó a la secretaría general del partido. Para hacer equilibrios entre estas dos almas, el secretario general decidió no decir nada en público durante la campaña.

Jordi Turull en la sede de Junts.

Sobre esto, el ex dirigente de CDC Jordi Cuminal, próximo a Turull y que en numerosas ocasiones se ha implicado en Junts para intentar que el sector más institucional tuviera fuerza, planteaba la siguiente duda en un artículo reciente en El Nacional': "Laura Borràs y el president Puigdemont han liderado el no. En cambio, orgánicamente, el 42% del no ha tenido rostro. Ha sido evidente y notable el esfuerzo y el liderazgo de los consellers Giró y Alsina a favor de esta opción. Pero me refiero a liderazgos orgánicos [...] ¿saldrá un líder? Cómo se reharán los puentes si ha habido encontronazo entre este sector y Jordi Turull?".

Hay que ver, pues, si en esta nueva etapa de Junts en la oposición Turull ejerce como voz de este sector pragmático o adopta los postulados que ha defendido en privado en la consulta. Mientras tanto, el sector pragmático se mantendrá en stand by, al menos hasta ver qué pasa en las elecciones municipales.

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