Infraestructuras

Los sindicatos ferroviarios, sobre el traspaso de Cercanías: "Nos deben garantizar los derechos laborales"

Los comités de empresa de Renfe y Adif han convocado cinco jornadas de huelga en todo el Estado

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Un informador de Renfe informando sobre el servicio de Cercanías, en la primera jornada de la huelga de maquinistas a la estación de Sants de Barcelona

MADRIDEl mensaje de tranquilidad del Gobierno a los empleados de Renfe y Adif tras anunciarse el acuerdo por el traspaso de Cercanías no ha satisfecho a las plantillas, que han convocado cinco jornadas de huelga en todo el Estado. Los sindicatos de ambas empresas estatales no dudan de que se pueda llegar a buen puerto y, de hecho, dejan claro que no se oponen al traspaso de Cercanías. Ahora bien, les preocupa el hecho de que el traspaso abra, a su juicio, la lleva a una segregación de Renfe y Adif y, sobre todo, que no vaya de la mano de una garantía de los derechos laborales de la plantilla. En el caso de Cercanías, los sindicatos calculan que el traspaso afectará a unos 4.000 empleados: 2.500 de Renfe y 1.500 de Adif.

"Los trabajadores quieren seguir formando parte de las empresas [Adif y Renfe]. No nos oponemos al traspaso, sino que suponga una segregación de las empresas públicas. Queremos que [el traspaso] no comporte que [los empleados] se desliguen del grupo Renfe y Adif. Queremos una negociación", ha resumido la secretaria general del sector ferroviario de CCOO, Pepa Páez, en rueda de prensa este miércoles.

Los representantes de los trabajadores de Renfe y Adif acordaron el martes convocar cinco días de huelga por el traspaso de Cercanías a la Generalitat. El paro laboral afectará los días 24 y 30 de noviembre, así como los días 1, 4 y 5 de diciembre, coincidiendo con el puente de la Purísima, todos los servicios ferroviarios del Estado: alta velocidad, Cercanías, media distancia y mercancías. El alcance concreto no se sabrá hasta que se negocien los servicios mínimos. "Ahora tenemos un proceso [de negociación] hasta llegar a la convocatoria de huelga", ha anticipado el portavoz de Sindicato Ferroviario, Rafael González Escudero.

30.000 empleados en todo el Estado

Los sindicatos ven con recelo que Renfe y Adif, ahora empresas públicas estatales, desaparezcan del mapa. "Son dos empresas que ahora aglutinan a 15.000 personas cada una [30.000 en todo el Estado]. Si se fraccionan en cada comunidad autónoma, nos tememos que las condiciones de trabajo se pongan en cuestión", apuntó Escudero.

Básicamente, ven como un "riesgo" tener hasta "diecisiete empresas pequeñas", en referencia a si se replica la idea de Catalunya, donde se creará una empresa pública propia, Cercanías de Catalunya, que funcionará como operadora en sustitución de Renfe. La queja no es nueva. En el 2021, los maquinistas de Renfe acudieron a la huelga precisamente por el mismo motivo. "La ambición política ha pasado por encima de los derechos de los trabajadores", ha asegurado el presidente del Comité de Empresa de Renfe, Andrés Rubio.

"Renfe no va a desaparecer de Catalunya. Lo que hacemos es culminar un proceso que comenzó el 2010", aseguró este martes la ministra de Transportes en funciones, Raquel Sánchez, después de hacerse pública la convocatoria de huelga. Precisamente, han sido los propios sindicatos los que han hecho referencia a esa fecha. "En 2010 se llegó a un acuerdo", recordó el representante de la CGT, Pablo Saeta. "Es la situación deseable, pero habrá que ir paso a paso", ha dicho. La diferencia es que ese traspaso fue parcial (sólo la titularidad) y no implicaba los recursos humanos ni materiales como ahora.

En todo caso, el acuerdo, de momento político, entre el PSOE y ERC para el traspaso de Cercanías a la Generalitat prevé que la futura empresa pública Cercanías de Cataluña tenga representación de Renfe. En cuanto al papel de Adif y su control de la infraestructura, sobre la mesa hay más incógnitas que certezas, pero lo que se da por sentado es que un traspaso completo de las vías es imposible.

Dos grandes convenios colectivos

Actualmente, los trabajadores de Renfe y Adif están cubiertos por dos convenios colectivos –uno en cada empresa– negociados con los comités de empresa. Como el alcance de éstos es tal, la organización sindical siempre ha sido muy fuerte para blindar unas buenas condiciones. En el caso de Renfe, por ejemplo, el último convenio se negoció en 2022 y está en vigor hasta 2025.

El desconcierto entre los sindicatos es si las condiciones alcanzadas que recogen estos convenios se replicarán en un posible convenio activo de la futura operadora catalana. Los salarios o la flexibilidad interna -un grueso de la plantilla de Cercanías no es de Catalunya- son dos ejemplos.

"Esto no se arregla poniendo la titularidad bajo Pere Aragonès", ha expresado Saeta. Los sindicatos han aprovechado la rueda de prensa sobre la convocatoria de huelga para denunciar el estado del servicio: "Hay graves deficiencias [en Renfe y Adif] por una política errónea de todos los gobiernos que ha provocado un grave deterioro de la infraestructura y el servicio".

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