Los primeros recursos que llegaron a Estrasburgo y que el tribunal estudia desde junio son de Jordi Sànchez –por el veto del Supremo a su investidura en 2018– y de Jordi Turull, a quien también se privó del mismo debate encerrándolo en la prisión. Unos meses después Oriol Junqueras presentó un recurso por no haber podido ejercer de diputado en 2018.
El TEDH analiza los casos del soberanismo sin englobarlos en una única causa
En el caso del 1-O sí podría decidir acumular los recursos porque son los mismos hechos
BarcelonaEste 2022 ya se cumplirán cinco años del referéndum del 1 de Octubre y ocho de la consulta del 9 de noviembre, pero sus efectos judiciales no han llegado ni mucho menos a su final. No solo por las causas todavía abiertas en España contra el independentismo –decenas de cargos del Govern todavía están pendientes de juicio por el 1-O y justo se ha cerrado el caso del 9-N en el Tribunal de Cuentas–, tampoco por la batalla judicial del ex president Carles Puigdemont y ex consellers en el exilio –esta primavera se esperan novedades sobre su caso en Luxemburgo–; sino porque el camino de las causas del soberanismo en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) acaba de empezar. De hecho, ninguna de las demandas ha sido por ahora formalmente admitida a trámite y, por lo tanto, comunicada al gobierno español para que haga las alegaciones pertinentes, que es uno de los pasos previos para estudiar a fondo el caso.
Ahora mismo hay recursos relacionados con el 1-O, el 9-N y la mesa del Parlament. ¿En qué punto se encuentran? Según fuentes jurídicas, todos están pendientes de una primera decisión judicial, lo cual se hará de forma individual para cada una de las demandas. El tribunal, preguntado por el ARA sobre si se ha decidido tratar conjuntamente el 1-O y el 9-N, ha informado de que cada caso se estudiará cuando sea pertinente y que, en esta fase del procedimiento, no se ha informado a los demandantes de que examinarían estas demandas de forma conjunta. Es decir, a pesar de que hace unos días algunas fuentes habían apuntado que habría una única carpeta catalana en Estrasburgo, de entrada el TEDH considera que son hechos diferentes y que tienen que tener un tratamiento individualizado. El error, explican fuentes conocedoras de las demandas, consistió en el hecho de que el tribunal respondió el mismo día a los recursos de Francesc Homs por el 9-N y de Jordi Cuixart por el 1-O, que compartían un mismo código, pero que era solo el de formulario.
Consultado por el ARA, Josep Casadevall, expresidente de la sección tercera del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), explica que Estrasburgo “puede acumular demandas de las que se derivan agravios o situaciones jurídicas iguales o muy similares” si lo considera oportuno y resulta útil al tribunal para simplificar el trabajo, pero cree que los “asuntos del 1-O y el 9-N emanan hechos y situaciones distintas que, a priori, dificultan la acumulación”. Sí podría pasar en el caso de los recursos contra la sentencia del 1 de Octubre –se espera que todos los condenados los presenten– en una fase más avanzada del procedimiento, siempre que sean admitidos por el tribunal. Ahora bien, con matices: no todos los demandantes se encuentran en el mismo supuesto porque había miembros del Govern, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, que no tenían ningún cargo político y promovieron el referéndum desde la sociedad civil.
En cambio, David Bondia, profesor de derecho internacional de la UB, se muestra convencido de que el TEDH abordará el 1-O en una única causa no solo por las doce personas condenadas por el Supremo, sino por los futuros recursos que puedan llegar por los mismos hechos del 2017 y que todavía no han sido juzgados en España. Y es que el hecho de que se hayan dado los indultos por parte del gobierno español y de que no haya presos, dice, hace que Estrasburgo no tenga urgencia a la hora de tratarlos. Una de las pruebas de esto es que hay recursos presentados en 2020 que todavía esperan la primera decisión judicial. Es el caso del secretario general de Junts, Jordi Sànchez, el ex conseller Jordi Turull y el líder de ERC, Oriol Junqueras, que acudieron –respectivamente– en junio y en noviembre de 2020 a Estrasburgo y todavía están pendientes de saber si se lo admiten a trámite. Lo hicieron por cuestiones relacionadas con sus derechos políticos: Junqueras recurrió no haber podido ejercer de diputado en 2018 en el Parlament a raíz de la prisión preventiva, mientras que Jordi Sànchez llevó el veto a su investidura y la suspensión de diputado. Jordi Turull, a su vez, ha impugnado la prisión preventiva decretada en marzo del 2018, cuando el Supremo lo encerró entre su primero y el segundo debate de investidura.
El tribunal tampoco ha decidido si estudia a fondo los casos que le han llegado de forma más reciente. El primero contra la sentencia del 1-O fue el de Jordi Cuixart (Òmnium), y lo siguieron Turull, el ex conseller Josep Rull y Sànchez. Forcadell espera llevar su caso en marzo –el Tribunal Constitucional (TC) ya rechazó su recurso–, mientras que Junqueras y los ex consellers Joaquim Forn, Raül Romeva y Dolors Bassa lo harán cuando el TC se pronuncie sobre sus peticiones. En cuanto al 9-N, el primero en llevar la sentencia al TEDH ha sido el ex conseller Francesc Homs –se espera que lo sigan Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau– y también hay un recurso de Josep Costa y Eusebi Campdepadrós (JxCat) contra los requerimientos del Constitucional a la mesa del Parlament.
Fases del procedimiento
Cuando estas demandas han llegado a Estrasburgo las ha recibido la Oficina Central del tribunal, que las ha remitido a la división jurídica que trata los temas del estado español. Ahí son examinadas por un letrado que constata que se ha recibido la demanda y no tiene errores formales o falta de información. Si es correcto, los demandantes reciben cartas del tribunal asegurando que se les ha asignado un número de expediente y los casos son enviados a una “formación judicial”, es decir, al órgano que decide si estudia a fondo la demanda. Hay tres opciones: si es claramente inadmisible será un único juez el que la rechazará sin más explicación –no hay recurso posible–; si es un caso repetitivo irá a un comité de tres jueces, y si se considera un caso nuevo, sobre el cual no hay jurisprudencia, lo recogerá una sala de siete jueces. Siempre tendrá que haber un magistrado del estado afectado: en el caso de España será María Elósegui, promovida por Mariano Rajoy en 2018 y polémica por haber tenido posiciones homófobas. Sea como sea, el independentismo tiene para años en los tribunales.
Solo una parte de los condenados por el 1-O han acudido a Estrasburgo después de que el TC les haya rechazado recursos: Jordi Cuixart, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez. Todavía no tienen respuesta del TC Dolors Bassa, Raül Romeva, Oriol Junqueras y Joaquim Forn, mientras que Carme Forcadell, a pesar de tenerla, todavía prepara la demanda. A pesar de que había anunciado que lo haría, finalmente Carles Mundó no ha acudido a Estrasburgo y tampoco lo ha hecho Meritxell Borràs después de estudiarlo con las otros defensas.
El ex conseller Francesc Homs ha sido el primero en recurrir la condena por desobediencia a raíz de la votación del 9-N del 2014 en el TEDH. Ya ha anunciado que también lo haría el ex president Artur Mas y, probablemente, también la ex consellera Joana Ortega. La extitular de Educación Irene Rigau todavía no lo ha decidido.
El ex vicepresidente del Parlament Josep Costa y el ex secretario primero de la cámara Eusebi Campdepadrós recurrieron a Estrasburgo los requerimientos del Tribunal Constitucional contra la mesa del Parlament. El TEDH todavía no se ha pronunciado mientras avanza la querella contra ellos en la justicia española por haber admitido a trámite resoluciones sobre la autodeterminación.