El post 23-J

Vox alimenta la 'compra' de tránsfugas del PSOE para investir a Feijóo

El PP replica que no hablará con diputados individualmente y emplaza a Sánchez a actuar con "responsabilidad"

El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, en la diputación permanente
26/07/2023
5 min

MadridAntes que una repetición electoral, votos gratis a Alberto Núñez Feijóo. Así demuestra Vox el miedo a un nuevo batacazo en las urnas, después de que el 23-J le haya dejado fuera de juego. El portavoz de la extrema derecha en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, aseguró este miércoles que su formación avalará una investidura del candidato del PP si, efectivamente, le salen los números. Y como ahora mismo no hay mayoría de derechas posible, la extrema derecha plantea comprarla a la desesperada. "Si Feijóo es capaz de convencer a algunos socialistas del PSOE bueno, que yo no conozco, si encuentra a cinco o seis que le apoyen, no seremos un obstáculo", ha dicho Espinosa de los Monteros. Es decir, buscar tránsfugas a cambio de una investidura. Sin embargo, el PP responde que no hablará con "diputados individualmente".

La apelación a diputados díscolos en las filas socialistas no es nueva. En esta última legislatura, la derecha invitó a los miembros del PSOE a no votar a favor de la reforma del Código Penal que derogaba el delito de sedición, pero no se salió con la suya. Sí hubo dos tránsfugas de Unión del Pueblo Navarro –que han acabado en las filas del PP– para que votaran no a la reforma laboral, en contra de la instrucción de su partido. Pero en aquella ocasión, el error del diputado del PP Alberto Casero permitió que la nueva legislación se convalidara en el Congreso. Al inicio de la legislatura, la derecha también sometió a una enorme presión al diputado de Teruel Existe Tomás Guitarte para que se opusiera a la investidura de Pedro Sánchez.

El transfuguismo que sí tuvo éxito fue el del 2003 en la Comunidad de Madrid, el tamayazo, que desmontó las opciones del PSOE de llegar a la presidencia, gracias al cambio de opinión de dos diputados socialistas, que se negaron a investir a su propio candidato, Rafael Simancas. Las elecciones tuvieron que repetirse y Esperanza Aguirre obtuvo finalmente la presidencia para el PP.

"Lo veo totalmente imposible", ha subrayado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, preguntado por la posibilidad de que haya críticos en el PSOE que voten a Feijóo. Fuentes socialistas aseguran que este tipo de operaciones son "ocurrencias" de la derecha para que "no parezca lo que es": que sólo Sánchez tiene opciones de ganar una investidura, interpretan. Sin embargo, el PP insiste en que la voluntad de Feijóo es trabajar para conseguir una mayoría que le permita formar gobierno y, en esta línea, calificó de "interesante" e "importante" que Vox haya anunciado que iba a investir a Feijóo a cambio de nada. Por ahora, junto al del diputado de UPN, serían los únicos aliados del PP, que le dejarían con sólo 171 votos si también se acabara añadiendo Coalición Canaria, que podría avalar un gobierno de Feijóo sin Vox. Aun así, quedarían lejos de la mayoría absoluta (176) y por detrás del bloque progresista (172).

A la espera del voto exterior

El PP ya ha explicado que una vez se complete el recuento electoral con el voto exterior, que comienza este viernes y hace que haya algún escaño en danza, llamará al líder del PSOE para hablar del escenario post-23-J. En Génova ven difícil que el diputado de Girona cambie de manos –ahora lo tiene Junts, pero el PP está a menos de 400 votos–, y en Madrid le disputa el último al PSOE. Si el PP ganara uno de los dos, al bloque progresista ya no le valdría con la abstención de la formación de Carles Puigdemont, que podría subir el precio de la negociación.

Precisamente, estas contrapartidas del independentismo son las que la número dos de los conservadores, Cuca Gamarra, esgrimió para pedir "responsabilidad" a los socialistas. A su juicio, los dos únicos escenarios son: o investidura de Feijóo, o "bloqueo", porque la gobernabilidad para Sánchez de la mano de Sumar, ERC, EH Bildu, PNV y Junts sería muy complicada. "Estaríamos cambiando la capital de España, que dejaría de estar en Madrid para estar en Waterloo", criticó. A la espera del primer contacto con el PSOE, el PP no ha querido abrazarse a la alternativa del transfuguismo que ha lanzado Vox, si bien se vislumbra como la única vía posible para la investidura de Feijóo.

La otra oferta del día ha llegado desde el Parlament de Catalunya, desde donde el portavoz del PP, Alejandro Fernández, ha pedido al líder del PSC, Salvador Illa, que interceda para investir a Feijóo a cambio de que los populares le den estabilidad en un hipotético futuro gobierno catalán encabezado por el PSC. Demasiadas hipótesis para que Illa lo haya ni siquiera valorado.

Sobre todo porque el PSOE parece decidido a transitar el difícil camino de los aliados plurinacionales. En privado, Sánchez y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, se coordinarán para abordar estas negociaciones, si bien fuentes socialistas dejan claro que es el PSOE quien debe encargarse de articular la mayoría en tanto que primera fuerza del bloque. Su estrategia es no dar a Junts "más importancia de la que tiene", no regalarle el relato de ser la "llave" –aunque lo sea–, dado que no tiene más diputados que, por ejemplo, Esquerra. En cuanto a rivalidad entre ambas formaciones en Catalunya, a los republicanos les perjudica que parezca que sus votos ya están garantizados y que el único que puede arrancar concesiones sea Junts.

Máxima discreción del PSOE

De entrada, que tanto ERC como Junts tengan grupo propio en el Congreso pese a que no cumplen estrictamente todos los requisitos se da casi por sentado. Sería un primer paso para las negociaciones, que el PSOE deja claro que no serán retransmitidas. "Discreción en las conversaciones y publicidad de los acuerdos", es la máxima que ha lanzado Bolaños. Ni siquiera fuentes de la Moncloa quieren confirmar ni desmentir si han comenzado los primeros contactos con Junts, más allá de la designación de Jaume Asens por parte de Sumar que el PSOE no se hace suya.

De momento, los dos partidos mayoritarios quieren descartar la repetición electoral, pese a ser conscientes de que el escenario endemoniado no aporta certezas. Ni siquiera si habrá una investidura fallida de Feijóo: el PP no asegura que el candidato se presente sin los apoyos garantizados y, de hecho, es Felipe VI quien tiene la responsabilidad de designarle previendo las posibilidades que tenga. En el PSOE consideran que es un "desgaste innecesario" para el PP realizar este intento, porque sería evidenciar la debilidad, y que los movimientos precipitados de Feijóo son una manera de no acelerar su caída. "Está tocado de muerte", creen en Ferraz.

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