Más de 100.000 catalanes han muerto en las listas de espera de dependencia desde 2007

BarcelonaMás de 103.000 catalanes han muerto mientras engordaban las listas de espera para que se les reconociera el grado de dependencia o recibir una prestación. Coincidiendo con los 18 años de la aprobación de la ley de la dependencia en el Congreso de los Diputados, el Observatorio de la Dependencia ha presentado un balance agridulce de esta iniciativa porque "su potencial sigue sin desarrollarse". En el conjunto español, desde el 1 de enero de 2007 (cuando entró en vigor) hasta ahora se han beneficiado 3,7 millones de personas –la mayoría ancianos, pero también adultos y menores con discapacidades superiores al 33 %– y otras 900.000 personas han muerto en la espera.

El informe, elaborado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de los Servicios Sociales a partir del portal de transparencia del Imserso, indica que el 3,5% de la población española necesita apoyo para su vida. De hecho, cada año aumenta el porcentaje de ciudadanos que piden una prestación, debido sobre todo al envejecimiento. Ahora bien, a pesar de los esfuerzos, los plazos de resolución se alargan casi un año en Cataluña. Esto provoca que haya personas dependientes y familias desatendidas, sin servicios ni prestaciones económicas para poder cubrir las necesidades, y que cada día 30 personas mueran sin haber recibido ningún servicio.

Según los datos del Observatorio, en el ámbito estatal, sólo Catalunya y Andalucía suman cerca de la mitad de las personas fallecidas en la lista de espera. "Obviamente, esto ocurre debido al gran número de personas que se encuentran en sus listas de espera y por los tiempos de gestión tan lentos en la tramitación de los expedientes", se afirma en el informe, que augura que en todo lo conjunto español, cuando acabe el año, habrá fallecido un dependiente desatendido cada 15 minutos.

El presidente de la Asociación, José Manuel Ramírez, ha lamentado a Efe que la lista de espera en el sistema de dependencia se reduzca "a costa de reducir las cuantías de las prestaciones". Así, afirmó que las comunidades autónomas (las administraciones competentes) apuestan por servicios que califica "de bajo coste", como son el copago para una plaza de residencia o las ayudas a las cuidadoras familiares. A su juicio, estas opciones resultan "poco eficaces" para cubrir las necesidades de las personas beneficiarias. En cifras, la media española de gasto por persona atendida ha pasado de 8.145 euros en 2010 a 5.986 euros. Esto supone un 26% menos de inversión, aunque en estos años han crecido los costes de servicio.

Incumplimiento del Estado

Aunque la ley de la dependencia fija que el Estado debe aportar la mitad de los costes, éstos nunca han llegado, ni siquiera con el último plan de choque. Esta carencia ha obligado a las comunidades a incrementar. su parte, hasta cubrir el 60% del total, mientras que la aportación de los usuarios se mantiene en un constante 20%. invierte 1.438 euros por dependiente, una cifra que supone 80 euros más que la media de las comunidades, pero que queda lejos de los 1.820 euros que destina La Rioja y los 1.530 de la Comunidad de Madrid Precisamente, la consejera de Derechos. Sociales e Inclusión, Mònica Martínez Bravo, presentó la semana pasada un plan para simplificar los trámites de evaluación de grado y de la asignación de una prestación para acortar los plazos de espera tres meses a lo largo de todo el próximo año. Hoy en día, son 190.000 los catalanes dependientes en su lista de espera. Ésta es también la demanda de la entidad profesional, que reclama que no se tengan que repetir los procedimientos para nuevas demandas.