El alcalde de Tossa de Mar critica tener que acoger temporalmente a 200 demandantes de asilo

Gerona / BarcelonaLa localidad de Tossa de Mar recibirá a 200 personas solicitantes de asilo dentro del programa de acogida del ministerio de Inclusión. El grupo llegará en dos tandas de 100 personas, uno este martes y otro 24 horas después. Se trata de mayores de edad, en su mayoría hombres provenientes de Mali y otros países subsaharianos que están a la espera de que se resuelva su expediente y que, según el derecho internacional, son susceptibles de una protección especial porque son potenciales víctimas de persecución, discriminación o amenazas en sus países. Desde hace años, el traslado de migrantes y refugiados a la Península es una práctica habitual para descongestionar las infraestructuras del archipiélago, saturadas por la falta de planificación en una ruta migratoria que desde la pandemia ha visto como el tráfico de pateras no ha parado de crecer. Sin embargo, el grupo de Tossa no vendrá directamente del archipiélago, sino de otros puntos de la geografía española, donde han tramitado su petición de protección internacional. Como en todos los casos, el ministerio del Interior ha elaborado la lista de personas que pueden trasladarse y es el de Inclusión el que cede a las ONG la gestión del servicio de acogida y acompañamiento de los migrantes y paga los gastos de el hotel.

Según los últimos datos del ministerio del Interior, hasta el 15 de agosto han llegado desde las costas occidentales de África más de 22.000 personas, más del doble que un año atrás. Siete de cada 10 migrantes irregulares que llegan por tierra o mar lo hacen por Canarias, aunque el grueso del colectivo aterriza en el aeropuerto de Barajas con un visado de turista y cae en la irregularidad sobrevenida una vez que el permiso les ha caducado.

La noticia de la llegada, sin embargo, ha causado mucho alboroto en Tossa de Mar, ya que el alcalde, Martí Pujals (Juntos), está radicalmente en contra. Pujals se queja, sobre todo, de que la llegada de migrantes se produzca todavía en temporada turística, principal motor económico del pueblo: "Ahora mismo, cualquier cosa que sea salir a los medios por una noticia que no sea el buen tiempo o nuestras playas son muy bonitas nos perjudica", afirma Pujals. Ahora bien, el alojamiento de los 200 migrantes no merma la oferta de camas para los turistas, ya que el municipio dispone de unas 7.500 plazas hoteleras y, en septiembre, la llegada de visitantes ya empieza a ir de bajada. Sin embargo, según el alcalde, la llegada de migrantes sí afecta negativamente a la imagen idílica de destino de sol y playa del municipio: "Aunque no traigan ningún problema ni afectación real, una noticia así puede hacer cambiar de opinión algún turista que duda sobre el destino. Si hubieran llegado en noviembre no habría ningún problema", insiste.

En realidad, el hotel de Tossa donde se alojarán estaba actualmente "vacío", según han explicado al ARA fuentes conocedoras del traslado, que inciden en las dificultades para encontrar espacios que dispongan de servicios como camas, cocina o comedor para poder ofrecer una "atención integral" a estas personas. En este caso, será la Fundación APIP-ACAM la que se encargue de la gestión a través del programa de sistema de acogida, financiado por el ministerio, que ha reservado las habitaciones para un mes. Ahora bien, la congestión en los procesos burocráticos hace que la espera se alargue hasta nueve meses, en muchos casos. Sin permiso de trabajo, estas personas podrán realizar cursos para conocer el catalán y el castellano. Por ahora, la ONG no ha hecho declaraciones sobre el revuelo creado en torno al grupo de migrantes.

Igualmente, desde el gobierno municipal tosense consideran que para un municipio que en 2023 rozaba los 6.100 habitantes es "desproporcionada" la cifra de 200 personas (representan el 3,2% del censo). "Nos gustaría saber el número global de repartos de migrantes. Entre todo el Estado y Europa debemos ayudar a Canarias, pero si los números no son transparentes nos quedamos con la sensación de que nos están perjudicando", argumenta Pujals. Fuera de la política estrictamente municipal, Junts se mantiene en la misma línea que el alcalde, y este mismo lunes en el Congreso y en el Senado el partido, que votó en contra de la propuesta de redistribución territorial de los migrantes del gobierno, ha denunciado '"opacidad" y la "falta de transparencia" al respecto.

En Tossa, sin embargo, más allá de la estancia en el hotel, la llegada de 200 migrantes no tendrá ninguna repercusión en las cuentas del municipio, ya que sus servicios sociales no deben intervenir y todo lo proceso lo financia el ministerio. Por contra, Maria Creixell, portavoz de la Coordinadora Obrim Fronteres, indica que el hecho de que se ocupen plazas hoteleras hasta ahora vacías "genera negocio en el municipio", y lamenta que los alcaldes no aprovechen la estancia de los migrantes para hacer políticas de inclusión y diversidad y, por el contrario, exploten los discursos "racistas" contra los más vulnerables.

"La imagen turística por encima de la humanitaria"

Desde la Coordinadora de ONG Solidarias, de Girona, han querido mostrar su rechazo a las manifestaciones del alcalde: "Apelamos a la responsabilidad institucional que debería distinguir a un municipio como Tossa, acostumbrado a acoger a miles de turistas durante el verano y al que se le pide que, temporalmente, acoja a 200 personas mientras se estudia su situación", defienden desde la coordinadora. Y concluyen: "No entendemos ese alarmismo y que se ponga como excusa la imagen turística por encima de la imagen humanitaria, ya que, en estos momentos en los que el discurso de la extrema derecha hace peligrar la convivencia y la cohesión social, las instituciones catalanas deberían priorizar la defensa sin fisuras de los derechos humanos".

Además, Creixell subraya la obligatoriedad de todos los ayuntamientos de empadronar a todos los residentes, independientemente de su situación administrativa, de si hay contrato de alquiler, o del estado de la vivienda. El activista habla con conocimiento de causa porque su entidad acompaña a muchos migrantes y refugiados a los que se les ha denegado el padrón o han quedado fuera del sistema de acogida sin haber terminado los trámites burocráticos para obtener la documentación del asilo. "Son personas que todo el mundo sabe dónde viven, desde el Ayuntamiento hasta el Estado, así que se puede hacer un empadronamiento colectivo", apunta Creixell, que también recuerda que sin el padrón no tienen garantía de recibir la tarjeta sanitaria.

Aunque en Tossa de Mar es la primera vez que acogen a personas migrantes, los traslados desde Canarias son habituales y otros poblaciones como El Masnou, Reus o Calella hace tiempo que tienen establecimientos fijos. Hace poco menos de un año, en octubre del 2023, por ejemplo, Blanes y Lloret albergaron a unas 700 personas migrantes durante cuatro meses, también provenientes de Canarias. .