Alerta, que viene el lobo: primeros ataques a dos rebaños de Rupit
Un ejemplar del animal salvaje ha matado a una decena de ovejas y ha dejado otras malheridas
GeronaA mediados de mayo, un ganadero de Rupit (Osona) se encontró a primera hora de la mañana una oveja de su rebaño degollada y otra muy malherida. El ensañamiento no se quedó ahí: en los siguientes días los ataques nocturnos continuaron y se cobraron otras siete víctimas. Una semana más tarde, en una finca cercana del mismo municipio, otro ganadero también tuvo que lamentar la muerte de una oveja decapitada y, de las quince heridas, tuvo que sacrificar a cuatro graves para evitarles el sufrimiento .
En un primer momento, los dos ganaderos de Osona, Joan Pròsper y Xavier Vaqué, al tener el ganado en libertad durante la noche por los bosques del Collsacabra, pensaron que se trataba de ataques de jabalíes, relativamente habituales en la zona . Ahora bien, al ver la contundencia continuada de las mordeduras, rápidamente empezaron a temer por depredadores mucho más peligrosos. Por último, gracias a una cámara de fototrampeo nocturno, los Agentes Rurales pudieron confirmar que la amenaza que atacaba a las ovejas de madrugada era un lobo salvaje, lo primero que aparece en esta zona. “Aquí nunca habíamos oído hablar del lobo; ahora tengo el miedo en el cuerpo, no duermo tranquilo, sufro por mi ganado, cada día tengo que curar a las ovejas heridas y vigilar a las sanas, que no están seguras”, dice Próspero.
Durante el año 2023 sólo se habían encontrado indicios de cinco ejemplares, esporádicos y sin población establecida, en el Port del Comte, la Alta Ribagorça, el Moianès y dos en el Alt Empordà. Pero como los Agentes Rurales todavía no han podido sacar ninguna muestra genética del lobo de Rupit, no se ha podido demostrar si hay correspondencia con alguno de estos ejemplares.
Una valla eléctrica que deja el rebaño sin comida
Al confirmarse la presencia del lobo en Rupit, el departamento de Acción Climática se puso en contacto con los ganaderos afectados para iniciar los trámites de compensación económica por los daños. También activó el protocolo de defensa del ganado, que consiste en instalar unas rejas electrificadas de 1,70 metros en torno a la granja. Sin embargo, según los dos afectados, esta medida no soluciona el problema, ya que, como practican ganadería extensiva, el rebaño no está acostumbrado a pasar toda la noche rodeado.
“Las ovejas, cuando están libres, comen cuando les apetece la hierba de los prados, así que, si las cerramos desde las 7 de la tarde hasta el día siguiente, no comerán nada durante toda la noche, y esto tiene consecuencias en la calidad del producto que nosotros trabajamos”, lamenta Próspero. Y añade: "Además, ahora, en verano, como hace calor, el ganado yace durante el día y es de noche cuando aprovechan para salir y comer, así que si tenemos que estacar no sé cómo lo haremos" . “Tenerlas acordonadas por la noche tampoco me hace gracia, porque tengo miedo de que si viene el lobo se agolpan, se enrampen y lo tiren todo hacia arriba”, afirma Xavier Vaqué.
Tener un perro mastí de vigilancia mientras los ganaderos no están tampoco es una buena solución, porque Rupit es una zona turística y los fines de semana hay visitantes, pasan muchas bicicletas, y eso pone en alerta a los perros, que podrían causar problemas . “Pedimos un perímetro de parcelas seguras con alambrada eléctrica para que las ovejas se puedan mover. Necesitamos ayuda, no podemos vivir así”, concluye Vaqué.