Movilidad

Aumentan los accidentes en las autopistas sin peajes y bajan en toda la red

La siniestralidad se reduce en las carreteras paralelas a las vías rápidas, que ahora son las que absorben más tránsito

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Vehículos circulante por la AP-7 este domingo a su paso por Gelida.

BarcelonaEl levantamiento de los peajes en la AP-7, la AP-2, la C-32 Norte y la C-33 hace poco más de un mes ha cambiado la movilidad en las carreteras. Las cuatro autopistas han asumido un volumen más elevado de tránsito y, consecuentemente, de siniestralidad. Las cuatro arterias viarias han absorbido buena parte de los vehículos que hasta ahora circulaban por las carreteras de su entorno más inmediato, como por ejemplo la N-II, la N-340 o la C-17, que se han ido vaciando y, a la vez, han reducido el número de accidentes.

Pero, a pesar de que en las cuatro vías que hasta el 1 de septiembre eran de pago han crecido los accidentes, en el conjunto de la red viaria catalana la siniestralidad se ha rebajado. “Estas autopistas, más seguras, han asumido más tránsito, pero en el resto de carreteras el número de accidentes ha bajado porque los coches que antes las utilizaban ahora circulan por vías más seguras”, explica el director del Servei Català del Trànsit, Ramon Lamiel, al ARA.

Los datos demuestran los primeros efectos del trasvase. Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre del 2019, antes de la pandemia, en la AP-7 Norte se registraron 7 víctimas mortales, y en el mismo tramo de la N-II Norte, 30 accidentes mortales más. En el mismo periodo de este año, la AP-7 registró nueve accidentes mortales, pero, en cambio, en la N-II norte murieron 14 personas. “En cuanto a la accidentalidad, la tendencia será que se reduzca la gravedad de los accidentes”, insiste Lamiel. La misma variación se registra en el caso del tramo sur de la AP-7 y la N-340. Entre enero y finales de septiembre del 2019 en la parte sur de la autopista se registraron 10 accidentes mortales, mientras que en la N-340 se produjeron 20. Este año en la AP-7 Sur se han producido seis, y en la carretera N-340, siete.

L'AP-7 és l'autopista que més ha acusat l'aixecament dels peatges troncals pel que fa a la sinistralitat

La AP-7 es la que más ha notado el cambio, tanto a nivel de volumen de tránsito como de accidentalidad. Lamiel recuerda que este eje viario siempre ha estado “en el top ten de la accidentalidad”, pero recuerda que, en general, las autopistas evitan algunas de las maniobras más ligadas a los accidentes de tráfico más graves, “como por ejemplo los adelantos y los choques frontales”.

Nuevas grúas para retirar camiones

Otra de las diferencias a la hora de circular por las arterias liberadas de troncales son el volumen de vehículos pesados que ahora absorben, especialmente en la C-33, “adonde se han desplazado muchos vehículos pesados que antes circulaban por la C-17”, explica Lamiel. Según el director del Servei Català del Trànsit, este hecho no se ha traducido en más gravedad de los accidentes con camiones implicados, pero sí que ha influido mucho en la “congestión” de las vías, porque cada vez que se ha accidentado uno de estos vehículos de gran tonelaje, ha costado mucho retirarlos. Por eso explica que están hablando con las concesionarias de las vías y con el ministerio de Transportes para que se habiliten “grúas de alta prestación o alto tonelaje” para retirar estos tráileres. “Si no nosotros también estamos preparados para dar este paso adelante”, asegura Lamiel.

Este septiembre se han registrado 18 accidentes de tráfico con un camión implicado en las cuatro arterias, mientras que el mismo mes del año 2019 fueron 11. Los camiones no son los únicos medios de transporte que han registrado un crecimiento de la siniestralidad, que se nota en todos los tipos de vehículo.

Después de las colas quilométricas que se produjeron durante el primer fin de semana de apertura de peajes, el Servei Català del Trànsit adoptó una serie de medidas que, según Lamiel, se irán manteniendo: los vehículos pesados tendrán que circular por la derecha y no podrán adelantar, se habilitarán carriles adicionales y se informará de las incidencias y de vías alternativas. “Estas medidas han funcionado bastante bien”, asegura Lamiel. Según los datos de Trànsit, al norte de la AP-7 las retenciones han disminuido un 70% los fines de semana. Aun así, en el sur de la vía las colas solo se han reducido un 32%.

Dos puntos críticos en la AP-7

Lamiel admite que el trasvase de tráfico a la AP-7 ha revelado dos puntos críticos en cuanto a las retenciones, entre Hostalric y Massanet, al norte, y sobre todo, entre el Vendrell y Vilafranca del Penedès, al sur. De hecho, en este punto es donde se nota más que la autopista ha absorbido los vehículos que antes circulaban por la N-340 y después la vía se junta con la AP-2. “Tenemos carriles adicionales a partir de Vilafranca del Penedès, pero antes no”, explica el director del Servei Català del Trànsit, que asegura que están “revisando” con el ministerio de Transporte “nuevas medidas para poner un carril adicional, especialmente al sur de Vilafranca”. “Creemos que en los próximos meses lo conseguiremos”, asegura.

De cara al futuro Lamiel reconoce que hará falta “una reflexión” sobre medidas a más largo plazo. “Las más fáciles son carriles adicionales y nuevas puertas para drenar las bolsas de tránsito, y otra es que el carril adicional lo pongan ellos directamente”, dice en referencia al ministerio. También insiste que hace falta que los troncales se retiren cuanto antes mejor. “Cada fin de semana generan un problema u otro”, insiste.

Pero, más allá de las autopistas, Lamiel reclama “una reflexión global” sobre la movilidad por parte de todas las administraciones. “El transporte público no ha recuperado del toda su ocupación. Hay que pensar qué puede hacer cada operador local para mejorar la movilidad y poner medios para ver cómo descongestionamos las vías”. 

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