Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona da el primer paso para desalojar el asentamiento de Vallcarca

El consistorio notifica a las personas que pernoctan en el solar que se trata de una infravivienda

Una mujer tiende la ropa en el asentamiento de barracas de Vallcarca
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BarcelonaEl Ayuntamiento de Barcelona ha dado el primer paso para desalojar el asentamiento de barracas de Vallcarca. La primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha explicado este martes que ya se ha comunicado a las personas que viven en el asentamiento ya las que viven en tres fincas municipales ocupadas junto a que no pueden seguir viviendo en una infravivienda. Es el primer paso de un proceso administrativo de desalojo que Bonet ha admitido que será largo y que puede durar "meses".

Este martes a primera hora, técnicos del Ayuntamiento se han personado en el asiento bajo el viaducto para notificar a las personas que estaban allí que se había comenzado el trámite para declarar infravivienda las barracas donde duermen. A partir de aquí se abre un período de alegaciones antes de que se pueda certificar oficialmente que el espacio no cumple los requisitos mínimos para ser habitable y que, por tanto, debe ser desalojado.

En el caso de las tres fincas de titularidad municipal donde vive gente y que también son consideradas infravivienda, el proceso es algo diferente y los técnicos simplemente han certificado que actualmente continuaban ocupadas para poder iniciar la recuperación de oficio. Para más adelante quedará la situación de otros edificios ocupados de la zona afectada por el planeamiento urbanístico, pero en los que no se ha detectado infravivienda.

Según el último censo realizado por los servicios sociales, actualmente hay 17 personas que pernoctan en el solar y 13 en las tres fincas municipales. De ellos, seis son menores. Dos viven en el asentamiento de chabolas, y cuatro en dos de los locales ocupados. Más allá de las personas que duermen, el asentamiento era muy concurrido porque se había convertido en un espacio donde se acumula la chatarra. Un fenómeno que desde el Ayuntamiento se considera un factor de riesgo tanto por el hacinamiento de materiales como por su manipulación.

En declaraciones a los periodistas, Bonet ha destacado que con este paso el Ayuntamiento trata de dar solución a una situación que "lleva demasiado tiempo enquistada" y que suponía "un riesgo" para las personas que viven en ella. "No podemos permitir que se pueda convivir con normalidad con situaciones de infravivienda", ha dicho la concejala, que ha admitido que el escenario es "complejo y delicado".

División en el barrio

La comisionada de Acción Social, Sonia Fuertes, ha explicado que desde el año 2019 los servicios sociales del Ayuntamiento acompañan a las personas que viven en estos asentamientos y que lo continuarán haciendo en los próximos meses. Sin embargo, ni ella ni Bonet han entrado en detalles sobre qué tipo de soluciones se ofrecerán a los habitantes del asentamiento de Vallcarca.

"Nos han dicho que eran agentes de policía y que llevaban unos papeles que teníamos que firmar. Y que ahora tenemos 10 días para poner un recurso. Tampoco nos han hablado de alternativas ni nada", explica Florina Drosu, una de las madres de familia que pasan noche en el solar. "No pinta que den noticias muy innovadoras en cuanto a soluciones dignas para los vecinos que viven ahora mismo en el asentamiento", explica Aran, una de las portavoces del movimiento vecinal Som Barri, que ayuda a las personas que viven en el solar. "Efectivamente, esta mañana han recibido la notificación con las conclusiones de la inspección, que dice que el asentamiento es una infravivienda y que tienen 10 días para presentar alegaciones antes de que puedan proceder al desalojo", corroboran los miembros de Som Barri.

Este movimiento de ficha se ha valorado de forma desigual en el barrio, que vive la situación del asentamiento con una fuerte división. También existe un grupo de vecinos, que prefiere mantenerse en el anonimato, que valora "positivamente" el inicio de este proceso para recuperar el solar. En declaraciones al ARA, uno de ellos, que lleva 20 años viviendo en el barrio, explica que el desalojo es el proceso "natural". "Tarde o temprano tenía que llegar. Y, personalmente, yo habría preferido que fuera antes", explica, y subraya que estas personas "llevan unos 10 años viviendo en situación de infravivienda" y que el asentamiento se había convertido en "el epicentro de la problemática que hay en el barrio". "Espero que sea el primer paso para desbloquear una situación que ha impedido el desarrollo social y urbanístico de Vallcarca hasta ahora", argumenta. Los vecinos contrarios al asentamiento confían en que "el Ayuntamiento encuentre los mecanismos y la sensibilidad social para velar y acompañar la situación de estas personas vulnerables".

Un plan urbanístico pendiente

Desalojar el asentamiento de Vallcarca es un paso necesario para el Ayuntamiento para poder sacar adelante el plan urbanístico de transformación de Vallcarca aprobado en 2002, hace más de 20 años. Esta reforma debe acabar suponiendo la construcción de cerca de 520 pisos, un 40% de los cuales serán vivienda protegida, así como la construcción de un nuevo depósito pluvial y un área de servicios y la mejora del parque central de Vallcarca.

Próximamente, de hecho, el consistorio prevé iniciar el traslado de la pista de baloncesto a la parte que queda por encima del viaducto y reactivar también los trámites para poder sacar adelante un proyecto que lleva más de 20 años pendiente: la rambla verde de Vallcarca, que debe llegar desde la 8 de la 9ª Vall de la Fusta.

El Ayuntamiento de Barcelona detecta un centenar de empleos y asentamientos

El Ayuntamiento de Barcelona tiene un centenar de empleos y asentamientos identificados y en algún tipo de trámite, el 35% de ellos en espacios municipales. Además, el 70% de los casos se concentran en los distritos de Sant Andreu, Sant Martí y el Eixample; otro 20% están en Sants, Sarrià y Gràcia, y el 10% restante se encuentran en Nou Barris, Horta-Guinardó y Les Corts. El consistorio ha presentado un informe sobre el plan de actuación ante este fenómeno, donde detalla que es necesaria una primera preocupación y atención sobre las personas que ocupan, pero también una mirada desde la seguridad y desde las estrategias de prevención y convivencia.

En su informe, el ayuntamiento remarca que "la primera preocupación y atención" debe centrarse en las personas que se encuentran en estos espacios, teniendo en cuenta su situación de vulnerabilidad y poniendo a su disposición "los servicios y recursos públicos que sea necesario". Sin embargo, también añade que hay que tener en cuenta que en determinados casos, "hay personas con perfiles delincuenciales que encuentran amparo en estos entornos y que los instrumentan para actuar con mayor impunidad". Por último, el consistorio destaca la necesidad de establecer estrategias de prevención y convivencia, especialmente en las zonas de mayor riesgo y recurrencia de empleos y asentamientos.

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